El 10 de enero, la Asamblea Nacional de Francia votará un proyecto de ley destinado a acelerar el desarrollo de proyectos de energía renovable. Pero algunos miembros del parlamento podrían verse tentados a mantener o introducir enmiendas inútiles al texto que hacen que el proyecto de ley retrase la adopción de energías renovables en lugar de acelerarla. Francia no debería perder esta oportunidad de aumentar su producción de energía renovable local. Lo necesita para cumplir sus objetivos climáticos y aumentar su seguridad energética.
Francia es el único país de la UE que no ha logrado alcanzar sus objetivos de energía renovable para 2020 acordados en virtud de la directiva de energía renovable de la UE. El incumplimiento de este objetivo vinculante expone a Francia a una sanción de 500 millones de euros, mientras que gasta otros 6-9 mil millones de euros al año en importaciones de gas para compensar el déficit.
Los procedimientos de permisos largos y complejos son la razón principal por la que Francia es lenta en el despliegue de energías renovables y no cumplió sus objetivos. Tomó 10 años poner en funcionamiento el primer parque eólico marino de Francia en St Nazaire, por ejemplo.
El verano pasado, el gobierno francés tomó medidas de emergencia para ayudar a remediar la situación a corto plazo. Y en septiembre, el presidente francés, Emmanuel Macron, propuso un nuevo proyecto de ley para impulsar el despliegue de las energías renovables: la ‘Renewable Energy Acceleration Act’.
El Senado (la cámara alta del Parlamento de Francia) hizo enmiendas muy inútiles al proyecto de ley. Estos incluyeron otorgar derechos de veto a los alcaldes y la comisión nacional del patrimonio sobre proyectos eólicos, e imponer requisitos de distancia mínima desde la costa innecesariamente altos para parques eólicos marinos. Estas medidas habrían paralizado el desarrollo de la energía eólica en Francia. Afortunadamente, fueron eliminados de la versión final del texto en el Senado y nuevamente en la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento francés.
El 10 de enero, los parlamentarios franceses votarán la versión final de la ley. Es fundamental que estas enmiendas inútiles no se vuelvan a introducir en la versión final. Si lo fueran, la ‘Ley de Aceleración de Energías Renovables’ terminaría ralentizando la adopción de energías renovables en Francia.
Esto tendría graves consecuencias para la seguridad energética de Francia, ya que el país todavía depende de combustibles fósiles caros para dos tercios de su consumo de energía y la construcción de nuevas centrales nucleares tardaría otros 15 años. De hecho, cerca de 3,5 GW de proyectos de energía eólica se encuentran en la fase final de obtención de permisos en Francia, a la espera de la luz verde del Estado. Esto es el equivalente a 3,5 reactores nucleares que podrían instalarse en unos meses, lo que ayudaría a aliviar la presión que enfrenta actualmente el sistema eléctrico de Francia.
El director de políticas de WindEurope, Pierre Tardieu, dijo: “Este proyecto de ley de energías renovables podría ser una gran noticia para la seguridad energética de Francia. El viento se puede implementar muy rápidamente, a escala. Por lo tanto, aprobar este proyecto de ley contribuiría en gran medida a ayudar a Francia a prepararse para el próximo invierno, que muy bien puede ser más difícil que este invierno. Los parlamentarios tienen una responsabilidad seria. No se trata de disputas partidistas, sino de contener las facturas de energía y mantener las luces encendidas”.