La demanda ha superado los 5.300 millones de euros, con más de 230 inversores internacionales.
Iberdrola ha acudido al mercado de renta fija en Europa, como ya hiciera el pasado mes de marzo, para cerrar de nuevo con éxito una gran emisión de bonos verdes por un importe total de 1.500 millones de euros, colocados en dos tramos de 750 millones, uno con vencimiento a seis años y otro a diez. La compañía ha incrementado el importe originalmente previsto por la elevada demanda.
De esta manera, Iberdrola finaliza su primera operación en los mercados de capitales desde que anunciara la semana pasada a los inversores en Londres la actualización de su plan estratégico con un apoyo masivo de los inversores de renta fija.
Con una fuerte demanda que ha superado los 5.300 millones, 2.500 millones de euros en el tramo a seis años y los 2.800 millones de euros en el tramo a 10 años, los márgenes de crédito se han fijado en niveles muy estrechos, de 40 y 63 puntos básicos sobre las correspondientes referencias midswap para cada plazo, lo que ha permitido fijar unos cupones de 3,125 % y el 3,375 %, respectivamente.
Las buenas condiciones obtenidas ponen de manifiesto la solvencia de Iberdrola, así como la confianza que los inversores siguen depositando en ella, acentuada tras la buena acogida que tuvieron su presentación de resultados del tercer trimestre del año y la presentación de su plan estratégico para el período 2023-2025 realizada en Londres ante los principales analistas bursátiles.
La emisión se ha colocado entre un conjunto de 230 inversores, de los cuales 158 han participado en el tramo a seis años y 178 en el tramo a diez años (muchos en ambos tramos simultáneamente). Los inversores pertenecían en su inmensa mayoría a distintos países europeos, así como al Reino Unido.
Los bonos verdes suelen generar una mayor demanda y un menor coste, dado que al interés de los inversores habituales se añade el de los inversores socialmente responsables.
Una mayoría de la operación se ha colocado entre inversores ESG (siglas en inglés de ambiental, social y gobernanza), por lo que Iberdrola continúa diversificando su base inversora y ampliando la demanda, lo que mejora la ejecución de estas operaciones en momentos difíciles de mercado.
Los fondos obtenidos se destinarán a Activos Elegibles Verdes, tal y como se definen estos en el Marco de Financiación Verde de Iberdrola.
En la colocación han participado diez bancos internacionales de primer nivel, JP Morgan (Coordinador), Caixabank, Citi, Commerzbank, Crédit Agricole, Deutsche Bank, Morgan Stanley, MUFG, Natwest y Royal Bank of Canada, en un contexto de mercado menos volátil tras la publicación de los últimos datos de inflación en Estados Unidos, aunque aún complejo, en el contexto de unas políticas monetarias aún pendientes de definir por completo.
Con esta operación, Iberdrola refuerza todavía más su posición de liquidez, a unas excelentes condiciones y en un buen momento de mercado, tras el cambio de tendencia iniciado en los tipos de interés después de los datos de inflación de Estados Unidos la semana pasada.
Solidez financiera unida a un proyecto de transición energética
La compañía anunció la semana pasada su Plan Estratégico para 2023-2025, con el que pretende avanzar en su crecimiento mundial con unas inversiones de 47.000 millones de euros durante el periodo 2023-2025 para impulsar la transición energética, el empleo y las emisiones netas nulas.
Por áreas de negocio, Iberdrola destinará 27.000 millones de euros a redes y 17.000 millones de euros al área de renovables.
Las nuevas inversiones previstas para el periodo 2023-2025 permiten a Iberdrola prever un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de entre los 16.500-17.000 millones de euros para 2025, lo que supone un crecimiento medio anual entre el 8 % y el 9 %. España representará el 31 % del EBITDA. Además, la compañía calcula que el beneficio neto aumente hasta una horquilla entre los 5.200 y los 5.400 millones de euros en 2025, lo que supone un crecimiento medio anual de entre el 8 % y el 10 %.