Estreno mundial del TES en la planta italiana de Santa Bárbara, situada en la Toscana. Un revolucionario sistema de almacenamiento de energía sostenible basado en el uso de piedras que hemos desarrollado junto con la empresa israelí Brenmiller y que permitirá que las renovables sean más fiables, flexibles y resilientes.
Piedras que almacenan calor; calor que genera vapor y que se expande en una máquina que a su vez genera electricidad. Un sistema de almacenamiento de energía tan sencillo que resulta revolucionario, porque no utiliza minerales raros ni materias primas que solo se encuentran en determinadas zonas del planeta, sino simplemente piedras. Se llama TES (por sus siglas en inglés: Thermal Energy Storage) y fue inaugurado el pasado 4 de noviembre en la central italiana de ciclo combinado de Santa Bárbara, en Cavriglia (Toscana), en una zona vinculada en el pasado a la extracción y al uso del carbón, pero que ahora es candidata a convertirse en un verdadero centro de innovación energética. De hecho, nuestra planta es la primera del mundo que usa este tipo de tecnología a gran escala, que también puede utilizarse como sistema de almacenamiento para las energías renovables. En este sentido, la Toscana, «patria» de la geotermia, es ya una de las regiones más virtuosas de Italia, con más del 50% de su energía autoproducida a partir de fuentes renovables, tal y como recordó el presidente de la Región, Eugenio Giani, durante la ceremonia de inauguración.
Salvatore Bernabei, director de Enel Green Power, ha reiterado el papel clave que desempeñan los sistemas de almacenamiento como apoyo al desarrollo de las renovables, las cuales impulsan el proceso de descarbonización a la vez que electrifican los consumos, pero que son intermitentes –sobre todo la energía solar y eólica– ya que no pueden asegurar una producción constante por la noche o cuando no hay viento. «La flexibilidad y la adaptación son dos componentes clave de un sistema eléctrico eficiente y fiable. Estos pueden ser proporcionados de forma cada vez más eficiente por el almacenamiento», ha explicado Bernabei, que añade: «Este ejemplo nos permite validar una familia de tecnologías innovadoras y sostenibles en el segmento del almacenamiento de larga duración, que permitirán integrar cada vez más las energías renovables en la red». Así, «este TES es una pieza de un puzzle más grande que nos permitirá lograr un mundo descarbonizado y más sostenible», ha concluido el número uno de EGP.
Una tecnología que se inspira en la naturaleza, en su simplicidad, y que nació de nuestro encuentro en 2018 con la empresa israelí Brenmiller Energy. Este resultado es fruto de la incesante investigación de nuestro Grupo en el campo de la innovación –también gracias a su red de laboratorios y centros en varios países, entre ellos Tel Aviv– y supone también un paso importante hacia soluciones concretas a necesidades que Italia e Israel comparten, como la energía, tal y como subrayó el nuevo embajador israelí en Italia, Alon Bar. El diplomático también mencionó que el proyecto se benefició de la cooperación italo-israelí en el ámbito de la innovación.
Un tecnología innovadora para apoyar las energías renovables
«Una idea que se ha convertido en un proyecto a escala industrial, el primero de su tipo y tamaño en todo el mundo», ha declarado Luca Solfaroli Camillocci, director de Enel Green Power & Thermal Generation Italia.
El sistema utiliza un proceso de carga y descarga en dos fases. En la fase de carga, el vapor generado por la planta de gas de Santa Bárbara pasa por las tuberías para calentar las rocas dispuestas en una serie de módulos; en la fase de descarga, el calor acumulado se libera para calentar agua a presión y generar vapor a fin de producir electricidad. El sistema puede almacenar hasta unos 24 MWh de calor limpio a una temperatura de unos 550 °C durante al menos 5 horas, lo cual garantiza una resiliencia significativa a la planta.
En la actualidad, esta tecnología puede utilizarse para proporcionar «calor verde» a las industrias, por ejemplo, para la producción de cerámica y alimentos. Pero también puede aplicarse a las plantas renovables, almacenando calor que luego puede generar electricidad en la fase de descarga. «Gracias a estas tecnologías, podremos ayudar en el proceso de descarbonización a aquellos sectores en los que no es posible descarbonizar directamente a través de la electricidad, es decir, aquellos sectores industriales que necesitan calor», continuó Solfaroli Camillocci.
La innovación ha dado lugar a un enorme descenso de los costes de almacenamiento en todo el mundo, con una reducción de cerca del 80 % en la última década. Y fue precisamente nuestra «capacidad y necesidad de innovación, la voluntad de asumir riesgos» lo que elogió Avi Brenmiller, presidente y director general de la empresa homónima, según el cual «el resultado ha sido excepcionalmente bueno». «En el futuro, espero una gran expansión de esta tecnología no solo en las centrales eléctricas, sino también en los centros industriales», concluyó.
Un ejercicio de libertad e independencia energética
El TES es el último resultado de la incesante y rigurosa búsqueda de socios innovadores por parte del Grupo Enel, incluyendo empresas emergentes y empresas tecnológicas, que en Israel ha permitido poner en marcha 58 proyectos de entre 1.500 empresas analizadas. Proyectos que no tienen porqué estar vinculados a un alto grado de complejidad. De hecho, la del TES «es una solución que nos llamó la atención por su sencillez», apunta Nicola Rossi, director de Innovación de EGP. «Este sistema es sostenible, no se deteriora con el tiempo, no utiliza materiales difíciles de encontrar, es seguro porque no contiene materiales reactivos ni piezas móviles, y es competitivo y rentable en comparación con otras tecnologías en muchas aplicaciones», señala Rossi.
El TES no utiliza elementos químicos que sean raros o que solo estén disponibles en determinadas zonas del mundo, solamente piedras, y por lo tanto no crea «dependencia geopolítica», tal y como señala Ernesto Ciorra, director de Innovability® de Enel. Para Ciorra, «este almacenamiento es un ejercicio de libertad e independencia. Los innovadores no se detienen en las razones por las que no se pueden hacer las cosas, sino que trabajan con pasión y determinación para encontrar formas de hacerlas y crear un mundo mejor».