La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha presentado hoy, junto con la presidenta del Gobierno balear, Francina Armengol, el Plan de Inversiones para la Transición Energética de les Illes Balears (PITEIB), disponible aquí. Dotado con 233 millones de euros procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), busca acelerar y profundizar la transición energética en Baleares de forma socialmente justa y medioambientalmente responsable.
Ribera ha destacado que “en un momento en el que tenemos que acelerar la transición energética tanto por motivos climáticos como geopolíticos para reducir drásticamente nuestra dependencia energética, Baleares debe estar a la vanguardia de la soberanía energética, y con este Plan, vamos en esa dirección”.
El Plan recoge seis bloques de actuación que movilizarán una inversión superior a los 630 millones durante los próximos cuatro años. Con estas medidas, las islas aumentarán su potencia renovable con más de 370 MW adicionales -un 10% de su demanda eléctrica-, y se convertirán en un territorio 100% habilitado para la movilidad eléctrica, con 2.000 nuevos puntos de recarga públicos.
El Plan, que abarca hasta 2026, ha sido diseñado por el Gobierno balear con aportaciones del MITECO, y está sujeto a un calendario de cumplimiento de los hitos y objetivos previstos, a la existencia de proyectos y a una adecuada ejecución de los mismos. Se deriva del Plan Islas, incluido en el Componente 7, inversión 2, del PRTR, que asigna 700 millones para acelerar la descarbonización en Canarias y Baleares. Esta última, por su población y condición geográfica, recibirá un tercio, 233 millones, de los que aproximadamente 180 millones serán gestionados por el Ejecutivo balear; el resto estará a cargo del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del MITECO.
Descarbonización del mar, movilidad y agua
El Plan se divide en dos grandes ejes de actuación: oficinas de dinamización y ayudas e inversiones para el impulso de la transición energética y proyectos innovadores. Con el fin de descarbonizar las islas, se prevé instalar al menos 370 MW de potencia renovable.
La capacidad instalada de autoconsumo se mutiplicará por seis, pasando de los 46 MW actuales a los 295 MW, en línea con la Hoja de Ruta de Autoconsumo recientemente aprobada. La vicepresidenta ha incidido en que “debemos utilizar los recursos y el territorio con inteligencia, priorizando actuaciones en las que no sea necesario ocupar territorio adicional y aquí el autoconsumo se convierte en una herramienta esencial”.
Asimismo, se afrontarán retos singulares de Baleares hasta ahora no abordados en otras líneas de ayuda, como la descarbonización del mar, la eficiencia en el ciclo del agua o la movilidad, tres de los sectores con más emisiones en Baleares.
En movilidad terrestre se contempla la instalación de 2.000 nuevos puntos de recarga públicos para vehículos eléctricos, lo que supondría triplicar los existentes y establecer una ratio de un punto por cada 300 vehículos, aproximadamente. En cuanto a movilidad por mar, se incluye electrificar hasta 20 puertos y financiar 50 embarcaciones eléctricas, así como disponer de una línea de transporte marítimo interislas descarbonizada.
El Plan también persigue objetivos sociales, con actuaciones para reducir hasta un 40% la factura eléctrica de más de 500 familias vulnerables, y la instalación de más de 30 comunidades energéticas, en línea con el compromiso del Gobierno por fomentar la participación ciudadana en la transición energética.
Proyectos innovadores
La inversión en proyectos innovadores es otro de los ejes estratégicos, con el objetivo de financiar a empresas que creen empleo estable y de calidad, e inversiones que generen 30 MW en las cuatro islas. Para ello, el MITECO abre hoy a participación pública una Manifestación De Interés (MDI) para completar el desarrollo y diseño de actuaciones que conlleven la definición de nuevos modelos de negocio en el ámbito de la energía, así como iniciativas innovadoras que permitan abordar la transición energética en Baleares.
El plazo para presentar proyectos comienza hoy, se mantendrá abierto durante dos meses, hasta el 14 de mayo, y permitirá definir las tipologías de actuación elegible para movilizar más de 30 millones en proyectos innovadores, singulares o estratégicos de transición energética.
“El Plan que hemos presentado hoy -ha subrayado la vicepresidenta- acelerará la transición energética socialmente justa en las Islas, aumentando el autoconsumo y la eficiencia, impulsando la electrificación del transporte terrestre y marítimo, generando puestos de trabajo de calidad, no estacionales, y mejorando su sistema económico para potenciar su resiliencia y el bienestar social”.
Más de 300 millones para energía en Balears
Los 233 millones del Plan complementan los 31 millones que ya ha percibido Baleares del PRTR en materia de energía. Concretamente, se ha beneficiado de 9,8 millones del Programa MOVES III y 2,5 millones del MOVES II, para el fomento de la movilidad eléctrica; los casi 14 millones del programa de incentivos al autoconsumo, almacenamiento y climatización con energías renovables; 2,9 millones para renovables térmicas o los casi 2 millones para eficiencia energética en municipios de Reto Demográfico (programas DUS 5.000 y PREE 5.000).
A estas cuantías se suman las procedentes de los fondos europeos FEDER, como los 60 millones para proyectos de generación eléctrica con energía solar fotovoltaica (SOLBAL y SOLBAL2).
Proyecto pionero de hidrógeno renovables
Además de presentar el Plan, durante su visita a las islas, la vicepresidenta ha inaugurado la primera planta industrial de hidrógeno renovable de España, en Lloseta (Mallorca), impulsada por un consorcio participado por el IDAE. El Proyecto, denominado Power to Green Hydrogen Mallorca, forma parte de la iniciativa europea Green Hysland y es el primero en recibir financiación de la UE en un país mediterráneo.
Se trata de un ecosistema de hidrógeno renovable: parte se transportará a través del primer hidroducto de España, y podrá inyectarse en la red de distribución de gas natural y tendrá múltiples aplicaciones, como el suministro de combustible limpio a flotas de autobuses, la generación de calor y energía eléctrica para edificios comerciales y públicos y la creación de una estación de abastecimiento.
“Este proyecto pionero inaugura un desarrollo tecnológico que será muy relevante en los próximos años, para sustituir el gas de origen fósil por gases renovables, como el biogás, el biometano, y por hidrógeno obtenido con energías renovables. Gracias a estos avances, que estamos impulsado con el PERTE ERHA, reduciremos nuestra dependencia de las importaciones de hidrocarburos, ofreceremos una solución para la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como la industria o el transporte pesado, y crearemos nuevas empresas y nuevos empleos de calidad. Ahora, más que nunca, debemos activar todos los resortes para ganar soberanía energética, y las energías renovables van a tener un papel determinante. Y entre ellas, el hidrógeno constituye una apuesta estratégica de país”, indicó la vicepresidenta.
Contexto singular de Baleares
Si bien está parcialmente conectado al sistema eléctrico peninsular, Baleares se considera un subsistema eléctrico diferenciado y con una elevada dependencia exterior. Más del 75% de la energía consumida en las islas proviene de combustibles fósiles o derivados del petróleo y solo un 5% lo hace de energías renovables, una cifra muy inferior al 48% del sistema eléctrico peninsular en 2021.
Muy por debajo de la media peninsular se encuentra también la penetración de energías renovables. Actualmente hay en funcionamiento 154 MW de potencia en las islas, lo que representa un 6% de la demanda eléctrica, frente al 50% de la península. De esa energía renovable, la mayor parte es solar fotovoltaica, cuyo despliegue se ve limitado por la falta de territorio. Por ello se priorizan actuaciones que no necesiten ocupar territorio adicional, como el autoconsumo
Paralelamente, Baleares posee una alta densidad de población y desde el año 2000 sus habitantes se han duplicado con relación a la media estatal (un 38,5% frente a un 17,9%). Esta situación, sumada a la fuerte dependencia del turismo, provoca un alto consumo de recursos y de uso de infraestructuras como el transporte. El archipiélago presenta la tasa de vehículos privados más elevada de España (900 por cada 1.000 habitantes) y un parque móvil más envejecido.
No obstante, la naturaleza insular y las dimensiones del territorio hacen de él un espacio idóneo para el desarrollo de la movilidad eléctrica. Además, goza de unas excelentes condiciones climáticas y recursos renovables como el sol, cuyo aprovechamiento permitiría reducir sustancialmente la dependencia del exterior.
Puede consultar toda la información sobre el PRTR aquí.