El proyecto VETERIA21, financiado por la Generalitat Valenciana y desarrollado por AIMPLAS, permitirá desarrollar nuevos procesos de transformación más eficientes para los composites termoplásticos con el objetivo de sustituir los elementos metálicos de las baterías del coche eléctrico.
La incorporación de estos materiales garantiza una reducción importante en el peso del vehículo, lo que alarga la duración de la batería y además están alineados con la economía circular por su reciclabilidad.
El sector de la movilidad y el transporte es el responsable en la actualidad de una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Impulsada tanto por la legislación como por la demanda del mercado, esta industria ya ha iniciado un cambio hacia la electrificación de los vehículos que en el futuro promete contribuir de forma importante a reducir estas emisiones pero que también conllevan una serie de retos como es el de la autonomía de las baterías.
En este contexto, AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, desarrolla el proyecto VETERIA21 que se enmarca en un convenio de colaboración entre la Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital y AIMPLAS para la financiación, mediante ayudas a los institutos tecnológicos para proyectos de innovación en colaboración con empresas en el marco de la especialización inteligente, durante el ejercicio 2021.
El objetivo del proyecto es optimizar los procesos de transformación de los composites termoplásticos para lograr mejorar sus propiedades y poder llevar a cabo la sustitución de metales en las carcasas de baterías de vehículos eléctricos. De esta forma se obtendrá una reducción de su peso y por lo tanto del consumo de batería sin perder de vista la sostenibilidad y circularidad de las nuevas soluciones.
Actualmente, los módulos de las baterías de ion-Li son de gran tamaño y peso, ya que suelen fabricarse de acero inoxidable y aluminio. Esto hace que entre el 20% y el 30% del peso de los vehículos eléctricos corresponda al peso de las baterías. “En general, el 73% del peso de un vehículo corresponde a sus componentes metálicos y los composites termoestables son una alternativa ligera para la construcción de carcasas para las baterías, pero en su contra juegan la reciclabilidad y la cadencia de producción. Por este motivo, una buena alternativa son los composites termoplásticos”, explica Begoña Galindo, investigadora líder de Movilidad Sostenible y del Futuro en AIMPLAS.
Los composites termoplásticos son tendencia en el aligeramiento de peso en vehículos por varias razones aparte de su bajo peso, concretamente por su alta resistencia mecánica, su adaptabilidad a diferentes procesos de fabricación, los tiempos de ciclo de fabricación cortos, la posibilidad de combinación con otros materiales o soldabilidad y su adaptación a la economía circular por su facilidad de reciclado.
Sobre AIMPLAS
En AIMPLAS ayudamos a las empresas a aplicar la Economía Circular a su modelo de negocio para convertir los cambios legislativos que afectan a la industria del plástico en oportunidades para mejorar su eficiencia, reducir su impacto ambiental y aumentar su rentabilidad económica. Para ello, trabajamos e investigamos en ámbitos como el reciclado, los materiales y productos biodegradables, el uso de biomasa y CO2, con el objetivo de desarrollar soluciones innovadoras que ayuden a resolver los desafíos actuales en medio ambiente.