Cuatro parques de energía eólica con tecnología china comenzaron a operar en Argentina desde abril pasado, logrando incorporarse al Sistema Argentino de Interconexión (SADI), contribuyendo a la transformación de la matriz energética del país sudamericano.
Se trata del complejo eólico «Loma Blanca» ubicado en la provincia de Chubut (sur) con tres de sus cuatro parques conectados al servicio eléctrico nacional, así como del parque «Miramar» en el sureste de la provincia de Buenos Aires, todos construidos por las empresas Goldwind y PowerChina Ltd.
Tras culminarse exitosamente la instalación de 109 aerogeneradores, distribuidos entre Chubut y la ciudad costera de Miramar, ambos complejos cuentan hoy con una potencia total de 354,6 megawatts (MW) y un periodo de vida útil de aproximadamente 20 años, explicaron los directivos del proyecto tras un recorrido efectuado por Xinhua por los parques de «Loma Blanca».
La última fase de construcción de la obra y su posterior conexión al sistema eléctrico pudo materializarse pese a las dificultades que trajo la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) a lo largo del 2020, siendo uno de ellos el aumento de los costos en las cadenas de suministro, explicó Xin Liu, integrante de la Gerencia General del proyecto eólico.
Germán Gigena, técnico en electricidad y electrónica en el proyecto «Loma Blanca» indicó que con la pandemia se tuvieron que desarrollar «protocolos de seguridad en la empresa, también se dividió el grupo de trabajo, teníamos dos guardias para que si un (integrante de un grupo) se contagiaba, se aislaba a ese grupo, pero siempre había un grupo que quedaba en mantenimiento, nunca perdimos el mantenimiento de las máquinas».
Los cinco parques constituyen el proyecto de energía eólica más grande desarrollado por una empresa china en Argentina en los últimos años y a lo largo de su construcción se generaron al menos 1.500 fuentes de empleo a nivel local.
«Estos proyectos han promovido la capacitación del personal local de operación y mantenimiento de energía eólica, y han continuado inyectando energía verde al desarrollo de Argentina», expresó Xin Liu.
El más grande de los complejos, el de Loma Blanca I, II, III y VI, está ubicado entre las localidades de Trelew y Puerto Madryn, y cuenta con 80 aerogeneradores que en total suman una potencia de 256 MW.
Una de las plantas se encuentra en fase final de pruebas esperando ser autorizada para su incorporación al SADI.
Las torres de Chubut y Miramar cuentan con importantes ventajas tecnológicas frente a otros proyectos eólicos instalados en el país, siendo una de éstas la tecnología de transmisión directa que permite «reducir la pérdida de transmisión, mejorar la eficiencia de la generación de energía y lograr una operación más estable», explicó el integrante del equipo gerencial.
«La tecnología de transmisión directa reduce la cantidad de piezas y componentes de la turbina eólica, por lo que no se necesita reemplazar el aceite de la caja de engranajes, tiene bajos costos de operación y mantenimiento y tiene condiciones de trabajo más limpias», añadió.
Los parques constituyen uno de los múltiples proyectos de cooperación y transformación energética entre los gobiernos de China y Argentina, y se inscriben en la Iniciativa de la Franja y la Ruta del país asiático.
Para Xin Liu, dicha iniciativa representa «un modelo pacífico de desarrollo económico» que puede traer la complementariedad industrial entre los dos países.
«Argentina tiene abundantes recursos naturales y los productos agrícolas pueden complementar la demanda de rápido crecimiento de China, mientras que la cadena de la industria manufacturera relativamente completa de China también puede compensar la falta de desarrollo industrial en Argentina», apuntó.
«Los dos países son naturalmente complementarios. Goldwind puede invertir en el nuevo sector energético de Argentina y también ha construido un nuevo puente para la cooperación China-Argentina, con la esperanza de brindar soluciones desde China para la industria eólica argentina», agregó.
En la misma línea, los técnicos y trabajadores argentinos destacaron los múltiples beneficios de la cooperación bilateral, así como de la generación de fuentes alternativas de energía.
«Fue muy buena esta inversión en Argentina, si algún día queremos tener un país con industria necesitamos de la energía y lo mejor que podemos tener es la energía limpia, la energía eólica», comentó Gigena.
Por su parte, Juan Mendoza, técnico del área de Operaciones y Mantenimiento del proyecto «Loma Blanca», aseguró que el país sudamericano se verá beneficiado «pese al choque cultural entre China y Argentina, dónde no conocemos mucho del otro».
«Es bueno que vayamos aprendiendo justamente uno del otro, y que ellos nos puedan ir aportando en materia de energía eólica, siendo que Argentina todavía está en fase de pre-construcción de algunos parques», añadió.
Imagen tomada con un dron del 10 de abril de 2021 del complejo eólico «Loma Blanca», construido por las empresas Goldwind y PowerChina Ltd., en la provincia de Chubut, Argentina. Cuatro parques de energía eólica con tecnología china comenzaron a operar en Argentina desde abril pasado, logrando incorporarse al Sistema Argentino de Interconexión, contribuyendo a la transformación de la matriz energética del país sudamericano. (Xinhua/Ezequiel Putruele)