Los cinco centros de control de la red eléctrica (CORE) con los que cuenta Endesa en los territorios donde opera se han duplicado como una de las medidas implantadas por la Compañía dentro de su Plan Operativo de Emergencias para dar respuesta y garantía ante la crisis sanitaria por Coronavirus.
Desde estos centros de control se ejecutan por telecontrol anualmente más de 1.280.000 maniobras en tiempo real para mantener la seguridad y la calidad del suministro eléctrico, a través de turnos continuos de 24 horas al día los 365 días del año.
La digitalización de la red eléctrica que Endesa está llevando a cabo permite que desde estos centros de control se pueda operar a distancia sobre un alto porcentaje de los más de 447.000 elementos que la componen, entre líneas, subestaciones y centros de transformación.
Endesa ha adoptado todas las medidas de seguridad a su alcance en los cinco centros de control de la red eléctrica con los que cuenta en los territorios donde opera como distribuidora (Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cataluña y Extremadura) para asegurar la calidad del servicio eléctrico ante el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
Los centros de control de la red son los puntos neurálgicos del sistema eléctrico desde donde se controla y supervisa la transformación y la distribución de la energía eléctrica desde la red de transporte hasta su consumo final durante 24 horas al día los 365 días del año. Por ello, su correcto funcionamiento es clave para garantizar un servicio tan esencial para la sociedad.
En el contexto de excepcionalidad ocasionado por el coronavirus, Endesa implantó al comienzo de esta crisis sanitaria un Plan Operativo de Emergencia para asegurar el desempeño de estos centros de control con medidas como su duplicación, activando espacios gemelos desde donde se puede gestionar la red en paralelo; la interoperabilidad de los diferentes centros y puestos, para compartir la gestión desde diversos puntos; la separación en grupos a los empleados para prevenir posibles contagios; así como extremar las medidas de limpieza e higiene tanto personal como de los puestos de trabajo.
Asimismo,
debido a que constituyen un punto esencial dentro del sistema
eléctrico, estos centros cuentan con una serie de medidas de protección
orientadas a garantizar su funcionamiento mediante conmutación
automática, con más de una fuente eléctrica para conmutarlas en caso
necesario; Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI), a través de
baterías y otros elementos almacenadores de energía; y grupos
electrógenos; que entran en funcionamiento si el corte de alimentación
persiste.
De esta manera, desde
estos centros de control se está llevando a cabo un exhaustivo trabajo
de supervisión y monitorización de las más de 19.500 km líneas de Alta
Tensión, 115.900 km líneas de Media Tensión, 1.275 subestaciones o
151.700 centros de transformación que conforman la red de Endesa para
poder dar una respuesta inmediata si surge cualquier imprevisto.
Además,
estos centros de control están conectados directamente con el centro de
atención telefónica de Endesa, donde llegan los avisos de los clientes
que han notado algún problema en sus suministros, para poder ofrecer así
una gestión unificada de todos los recursos de la compañía. En esta
línea, estos centros de control ofrecen también un servicio de
información técnica exclusivo para los municipios, con el objetivo de
coordinar con los servicios técnicos de los ayuntamientos la gestión de
las posibles incidencias; así como para los servicios de emergencia
locales y regionales y para las fuerzas de seguridad del Estado.
Digitalización de la red eléctrica
Gracias al avance en la mejora y digitalización de la red de Endesa, con la incorporación de telemandos que permiten el control remoto, desde el CORE se puede realizar una actuación inmediata ante cualquier incidencia, disminuyendo notablemente el tiempo de respuesta, y repercutiendo positivamente en la calidad de suministro de los más de 12.449.500 clientes de la Compañía.
Los telemandos son unos elementos que permiten mejorar la gestión de las redes eléctricas a través de la automatización, pudiendo de este modo realizar maniobras a distancia y en tiempo real sin necesidad de enviar una brigada técnica a la zona para realizar las primeras operaciones. De este modo, en caso de incidencia se reducen los tiempos de intervención en las instalaciones, acortando el periodo de reposición del servicio eléctrico.
Gracias a estos telemandos, se consigue mejorar la operatividad y la capacidad de maniobra de la red de distribución de energía eléctrica lo que redunda en el incremento de la calidad del servicio.