España lidera el ranking de países de la UE en instalación eólica onshore. España ha incrementado la potencia eólica en 2.243 MW en 2019, multiplicando por cinco la potencia instalada respecto al año anterior, sumando un total de 25.704 MW eólicos instalados con aerogeneradores. La eólica ha producido un 20,8% de la electricidad consumida en 2019.
La nueva potencia eólica instalada en 2019 suma 2.243 MW (en 2018 se instalaron 393 MW)
• España es el segundo país europeo por potencia eólica instalada (13% sobre el total de la UE), tras Alemania (30%). El 67% de la potencia eólica en Europa se concentra en 5 países: Alemania, España, Reino Unido, Francia e Italia
• España es el país de la UE que más eólica onshore ha instalado en 2019, un 15% del total de la nueva potencia es española
• La eólica ha aportado el 20,8% de la electricidad consumida en 2019 (en 2018 fue un 19%)
Según datos recopilados por la Asociación Empresarial Eólica (AEE),
la potencia instalada en España de energía eólica supera los 25.700 MW.
En 2019, se han instalado un total de 2.243 MW, lo que supone un total
de potencia eólica instalada en España de 25.704 MW. En comparación con
2018, en el pasado año se ha multiplicado por cinco la potencia
instalada.
España se sitúa como primer país de la UE en el ranking de países con
mayor potencia eólica onshore instalada durante 2019. En total, en la UE
y según datos de WindEurope, se han instalado 13,2 GW entre onshore y
eólica offshore, un 27% más de la potencia instalada en 2018, un 78% de
este incremento corresponde a España. Actualmente, la energía eólica en
Europa produce el 15% de la electricidad que se consume y el 67% de la
potencia eólica instalada se concentra en cinco países, siendo España el
segundo país con mayor potencia eólica.
En nuestro país, la energía eólica tiene presencia en prácticamente
todas las comunidades autónomas, exceptuando la comunidad autónoma de
Madrid, Ceuta y Melilla. Durante 2019, las comunidades autónomas que más
eólica han instalado han sido Aragón (1.102 MW), seguida de Castilla y
León (461 MW) y Galicia (416 MW).
En total, en España hay 1.205 parques eólicos, con 20.940
aerogeneradores instalados, que cubren el 20,8% del consumo eléctrico.
Asimismo, los centros de fabricación están presentes en dieciséis de las
diecisiete comunidades autónomas.
Las 5 empresas fabricantes de aerogeneradores que han instalado la mayor
parte de los parques eólicos son Siemens Gamesa, Vestas, GE,
Nordex-Acciona WindPower y Enercon. Entre los cinco fabricantes suman el
98,05% de la potencia instalada.
En 2020 se inicia una nueva etapa de compromiso y mayor ambición para
lograr la descarbonización en España, donde la Transición Energética
será uno de los pilares fundamentales que guiarán el desarrollo de
nuestra sociedad. Desde la perspectiva europea, tenemos como objetivo
europeo un 35% de energías renovables para 2030.
El papel de la energía eólica en la transición energética es principal.
La industria eólica ofrece generación limpia y barata, y aporta un valor
añadido adicional por el conjunto de externalidades positivas que
ofrece (empleo de calidad, generación de riqueza en el territorio,
cadena de valor completa y competitiva y liderazgo tecnológico) y por
nuestro posicionamiento internacional.
“La eólica es una parte estratégica del capital productivo de nuestro
país, que garantiza un flujo predecible de energía, con una fuerte
presencia industrial manufacturera y de I+D, que permite la bajada de
costes de la electricidad a los consumidores, crea empleo de calidad,
ayuda a crear actividad económica en las regiones y reduce nuestra
dependencia energética” afirma Juan Virgilio Márquez, CEO de la Asociación Empresarial Eólica.
“Para continuar con esta senda de crecimiento para la eólica, deseamos
que próximamente se apruebe el Plan Nacional Integrado de Energía y
Clima, con unos objetivos ambiciosos para la eólica a 2030. El sector y
la tecnología están preparados para ello. Igualmente, será necesario
definir y diseñar las herramientas para garantizar el avance al ritmo
requerido en la próxima década. Más en concreto, la próxima Ley de
Cambio Climático y Transición Energética es una de esas herramientas
esenciales, ya que garantizará un marco normativo estable y un consenso
político, lo que dará cobertura a la ejecución del Plan Nacional
Integrado de Energía y Clima, y permitirá que las empresas del sector
puedan establecer sus estrategias empresariales y de inversión para la
próxima década. Por eso es tan importante que la Ley se apruebe con los
máximos apoyos posibles” añade J.V. Márquez.
“A corto plazo, aspectos como la regulación del acceso y conexión a la
red, la modificación de diseño de las subastas, la facilitación de la
repotenciación de parques existentes, los mecanismos para garantizar la
integración de renovables en el sistema, la regulación de la hibridación
y el almacenamiento, o el avance en el desarrollo de la eólica marina,
se presentan como retos técnicos y regulatorios importantes” apunta J.V. Márquez como objetivos más inmediatos y relevantes.