El
sector eólico español cierra el año 2019 con excelentes cifras de
potencia instalada, así como de altos niveles de generación eólica. En
cuanto a la instalación de nuevos parques eólicos en el año que
despedimos, la actividad ha sido muy intensa alcanzando la cifra de
1.634 MW eólicos nuevos hasta el 30 de noviembre, con lo que la potencia
eólica nacional instalada acumulada es de 25.223,5 MW, según datos de
Red Eléctrica de España (REE). De esta manera, el sector eólico español
consigue el récord de superar la barrera de los 25 GW instalados.
La nueva potencia instalada en 2019 corresponde a algunos de
los parques eólicos adjudicados en las subastas de 2016 y 2017 y también
a parques merchant. Se espera que el mes de diciembre esté
siendo muy activo a nivel de instalación y que el cierre de 2019 pueda
marcar un nuevo récord de instalación.
Noviembre de 2019 ha pasado a la historia por el alto nivel de
generación eólica con 7.396 GWh generados a nivel nacional, marcando el
récord de la seria histórica desde 2005 para este mes y el segundo en
absoluto sólo por detrás de marzo de 2018 (7.726 GWh). A día de hoy, se
han acumulado en 2019, 53.730 GWh generados con eólica (un 9,5% más que
el año pasado) por lo que se espera terminar el año por encima de los 54
TWh, segunda mejor marca histórica detrás de 2013.
Como hitos destacados en 2019, la energía eólica llegó a cubrir
el 13 de diciembre un 48,4% de la demanda de energía diaria (con un
nuevo récord de generación diaria de 392 GWh), y un 33% en todo el mes
de noviembre. A nivel peninsular la eólica va a terminar el año con un
21,5% de cobertura de la demanda (segunda tecnología de generación
detrás de la nuclear) y un 20,8% a nivel nacional.
En las islas Canarias, gracias a los nuevos parques eólicos
instalados en 2017 y 2018, la generación eólica se ha triplicado
respecto a 2017 y ha pasado de una cobertura de la demanda en ese año
del 4,4% a un 13% en 2019, con los consiguientes ahorros para todos los
consumidores eléctricos e importantes reducciones en las emisiones de CO2 de las islas.
Noviembre también ha sido especial debido a que se ha revertido
el sentido de los intercambios internacionales, siendo este exportador
con Francia y Marruecos, hecho que suele darse en meses más fríos de
invierno, y que este año se ha adelantado debido a las temperaturas
inusualmente frías.
El efecto reductor de la eólica en los precios
El precio medio de noviembre se ha situado en 42,19 €/MWh y ha
sido un 32% inferior al que se marcó en noviembre de 2018. En diciembre,
se continua con esa tendencia a la baja, principalmente gracias a la
alta eolicidad y hasta la fecha el precio promedio se sitúa en torno a
los 33,71 €/MWh y se ha marcado un precio mínimo diario de menos de 3
€/MWh el 21 y 22 de diciembre, algo impensable meses atrás.
Por la mayor participación del viento y también por la bajada
de los precios del gas, los consumidores se han beneficiado de precios
más bajos en su factura eléctrica: en lo que va de año, el precio PVPC
de los consumidores domésticos se ha reducido en un 10% respecto al año
pasado. El día 22 de diciembre, siendo la eólica la principal fuente de
generación con un 35% de aportación a la cobertura de la demanda, ha
sido el día del año con la electricidad más barata para los consumidores
domésticos con un precio de 5,8 c€/kWh (casi un 50% menos que la media
anual).
En relación con las previsiones futuras que presenta OMIP, se
prevé que el precio para la carga base para el mes de enero se sitúe en
44,07 €/MWh y 48,79 €/MWh para la carga punta para el primer mes de 2020
y se espera mantener esos niveles de precio en los dos primeros
trimestres.
Retos para 2020
Estas cifras ponen de manifiesto el relanzamiento del sector y
la confianza depositada en la industria eólica española tecnológicamente
consolidada, de referencia a nivel mundial y con un porvenir muy
interesante en base a los objetivos climáticos a nivel nacional y
europeo. El sector eólico reúne todas las condiciones para hacer frente
con éxito a la transformación energética necesaria, con una regulación
adecuada que dé visibilidad y certidumbre, que garantice un ritmo
constante y lineal en la próxima década a través de un calendario de
subastas, y con la aprobación de normas importantes como la futura Ley
de Cambio Climático y Transición Energética, además de la coordinación
entre las políticas energéticas, industriales y de innovación del país.