Las renovables cerrarán un 2019 brillante, el mejor de los últimos cuatro años. De acuerdo con las últimas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), se añadirá en el mundo un 12% en capacidad instalada. Regresa así un ritmo de dos dígitos, después del bajón que sufrió en 2018, esencialmente debido a cambios regulatorios en China y que fue el primer y único ejercicio negativo que sufrió este sector desde el 2001.
El empujón de las renovables se produce gracias al pequeño boom de la energía solar, que este año repuntará un 17%, hasta alcanzar los 115 GW. “Se registra un drástico declive en el coste de la energía solar, así como un fuerte aumento de la capacidad instalada en la eólica. La verdadera diferencia respecto al año pasado es la habilidad crítica de los gobiernos en cambiar la trayectoria de sus políticas energéticas”, dijo el director general de la IEA, Fatih Birol. Este organismo, con sede en París, que durante años se ha dedicado a estudiar los combustibles fósiles, ya incorpora cada vez más las energías alternativas en sus análisis, señal de los tiempos que corren.
La Agencia Internacional de la Energía pone España como ejemplo del aumento en la solar
El hecho se produce en un momento de extrema tensión para las energías fósiles, a raíz de la incertidumbre que se vive en Oriente Medio, con el ataque a las refinerías de Arabia Saudí que han recortado el suministro mundial.
Sin embargo, estos incrementos son totalmente insuficientes para combatir la emergencia climática. En efecto, habría que añadir cada año hasta el 2030 unos 300 GW de capacidad de las renovables para cumplir con los objetivos fijados en el Acuerdo de París.
Para que se tenga una idea, este año se ha llegado en el conjunto a 200 GW, con lo que, para respetar estos parámetros, en el 2020 habría que registrar un incremento estratosférico del 150%.
La buena noticia es que producir energía solar es cada vez más barato. Los costes han caído un 80% desde el 2010, con lo que la tecnología es cada vez más competitiva. El sol ya representa, por tercer año consecutivo, más de la mitad del total de las renovables que se añaden cada año al parque productivo. Fuentes de la IEA destacan que Europa, y en particular España, han contribuido a acelerar su desarrollo (se notan los efectos del fin del llamado impuesto al sol). En cambio, China, que hasta ahora ha sido la locomotora de esta industria, está sufriendo la transición de un sistema de tarifas subvencionadas a un modelo más competitivo y está echando el freno.
También la eólica viaja viento en popa. Las instalaciones en tierra ( onshore ) crecerán un 15%, también el ritmo más alto desde 2015, gracias al fuerte desarrollo en EE.UU. en vista de futuras facilidades fiscales.
Si la tendencia es alcista a corto plazo, queda la incógnita de si esta fuerza propulsora podrá extenderse también en las décadas siguientes. En este sentido, las previsiones –con todo lo que ello implica en un horizonte tan lejano– del último New Energy Outlook de Bloomberg apuntan que sí, para el 2050 la energía solar y eólica llegarán a representar el 50% de la energía producida por el planeta. Si se le añade la hidráulica, sólo un tercio quedaría en mano de las fósiles para esta fecha. En cuanto al carbón, debería alcanzar su pico en el 2026 (Asia sobre todo), para luego emprender un progresivo descenso.
Ahora bien, para que esto ocurra se precisan nuevas inversiones. En concreto, estas fuentes apuntan a unos 10 billones de dólares. Una cifra ingente, que se desembolsará ante la posibilidad de crecientes retornos en esta industria. La energía solar debería llegar a representar hasta el 80% del mix energético de Europa para el 2050. Pero, para que se reduzca el calentamiento en el límite de los dos grados centígrados, afirma el estudio, habrá que dar el gran paso: “Asumir la electrificación de la calefacción y del transporte”. ¿Estamos listos?
Las renovables cerrarán un año brillante, el mejor de los últimos cuatro. De acuerdo con las últimas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), se añadirá un 12% en capacidad instalada. Vuelve así el ritmo de dos dígitos después del bajón que sufrió en 2018, esencialmente debido a cambios regulatorios en China, en el que fue el único ejercicio negativo desde el 2001.
La noticia se produce en un momento de extrema tensión para las energías fósiles, a raíz de la incertidumbre que se vive en Oriente Medio, con el ataque a las refinerías de Arabia Saudí que han recortado el suministro mundial.
El empujón de las renovables se produce gracias al pequeño boom de la energía solar, que este año repuntará un 17%. “Se registra un drástico declive en el coste de la energía solar, así como un fuerte aumento de la capacidad instalada en la eólica. La verdadera diferencia respecto al año pasado es la habilidad crítica de los gobiernos en cambiar la trayectoria de sus políticas energéticas”, dijo el director general de la IEA, Fatih Birol. Este organismo con sede en París, que durante años se ha dedicado a estudiar los combustibles fósiles, ya incorpora cada vez más las energías alternativas en sus análisis, señal de los tiempos que corren.
Bien es cierto que estos incrementos son totalmente insuficientes para combatir la emergencia climática. En efecto, la capacidad de las renovales.
Las renovables cerrarán un año brillante, el mejor de los últimos cuatro. De acuerdo con las últimas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), se añadirá un 12% en capacidad instalada. Vuelve así el ritmo de dos dígitos después del bajón que sufrió en 2018, esencialmente debido a cambios regulatorios en China, en el que fue el único ejercicio negativo desde el 2001.
La noticia se produce en un momento de extrema tensión para las energías fósiles, a raíz de la incertidumbre que se vive en Oriente Medio, con el ataque a las refinerías de Arabia Saudí que han recortado el suministro mundial.
El empujón de las renovables se produce gracias al pequeño boom de la energía solar, que este año repuntará un 17%. “Se registra un drástico declive en el coste de la energía solar, así como un fuerte aumento de la capacidad instalada en la eólica. La verdadera diferencia respecto al año pasado es la habilidad crítica de los gobiernos en cambiar la trayectoria de sus políticas energéticas”, dijo el director general de la IEA, Fatih Birol. Este organismo con sede en París, que durante años se ha dedicado a estudiar los combustibles fósiles, ya incorpora cada vez más las energías alternativas en sus análisis, señal de los tiempos que corren.
Bien es cierto que estos incrementos son totalmente insuficientes para combatir la emergencia climática. En efecto, la capacidad de las renovales.
Las renovables cerrarán un año brillante, el mejor de los últimos cuatro. De acuerdo con las últimas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), se añadirá un 12% en capacidad instalada. Vuelve así el ritmo de dos dígitos después del bajón que sufrió en 2018, esencialmente debido a cambios regulatorios en China, en el que fue el único ejercicio negativo desde el 2001.
La noticia se produce en un momento de extrema tensión para las energías fósiles, a raíz de la incertidumbre que se vive en Oriente Medio, con el ataque a las refinerías de Arabia Saudí que han recortado el suministro mundial.
El empujón de las renovables se produce gracias al pequeño boom de la energía solar, que este año repuntará un 17%. “Se registra un drástico declive en el coste de la energía solar, así como un fuerte aumento de la capacidad instalada en la eólica. La verdadera diferencia respecto al año pasado es la habilidad crítica de los gobiernos en cambiar la trayectoria de sus políticas energéticas”, dijo el director general de la IEA, Fatih Birol. Este organismo con sede en París, que durante años se ha dedicado a estudiar los combustibles fósiles, ya incorpora cada vez más las energías alternativas en sus análisis, señal de los tiempos que corren.
Bien es cierto que estos incrementos son totalmente insuficientes para combatir la emergencia climática. En efecto, la capacidad de las renovales.
Vuelve la luz. Las renovables cerrarán un año brillante, el mejor de los últimos cuatro. De acuerdo con las últimas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), se añadirá un 12% en capacidad instalada. Vuelve así el ritmo de dos dígitos después del bajón que sufrió en 2018, esencialmente debido a cambios regulatorios en China, en el que fue el único ejercicio negativo desde el 2001.
La noticia se produce en un momento de extrema tensión para las energías fósiles, a raíz de la incertidumbre que se vive en Oriente Medio, con el ataque a las refinerías de Arabia Saudí que han recortado el suministro mundial.
El empujón de las renovables se produce gracias al pequeño boom de la energía solar, que este año repuntará un 17%. “Se registra un drástico declive en el coste de la energía solar, así como un fuerte aumento de la capacidad instalada en la eólica. La verdadera diferencia respecto al año pasado es la habilidad crítica de los gobiernos en cambiar la trayectoria de sus políticas energéticas”, dijo el director general de la IEA, Fatih Birol. Este organismo con sede en París, que durante años se ha dedicado a estudiar los combustibles fósiles, ya incorpora cada vez más las energías alternativas en sus análisis, señal de los tiempos que corren.
Bien es cierto que estos incrementos son totalmente insuficientes para combatir la emergencia climática.
Piergiorgio M. Sandri, lavanguardia.com