El director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, José María González Moya, ha pedido que la transición se lleve a cabo mediante «desarrollos ordenados». «Estamos en un momento de calentón en el que hay que apoyar las renovables pero hay que pararse a pensar cómo vamos a diseñarlas», ha apelado.
Así se ha pronunciado González Moya durante su intervención este martes en el curso ‘El papel fundamental de las redes en la transición energética’ que ha tenido lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
El directivo ha lamentado que, «en el llamado país del Sol», se produzcan más importaciones que exportaciones de energía fotovoltaica, así como que el actual sistema fiscal «penalice» a las renovables en España.
Y también ha considerado que en España «no hay cultura de energías renovables» porque no existe la práctica de «asegurar la energía a largo plazo». En este sentido, González Moya ha asegurado que hace falta desarrollar «una cultura a largo plazo» para cumplir los objetivos del Plan Nacional de Integrado de Energía y Clima (PNIEC). «Por desgracia no tenemos el cambio de transición energética sino que hay que ordenarlo», ha apuntado.
A su juicio, las medidas llevadas a cabo hasta este 2019 son «un poco locura» y ha incidido en la necesidad de centrarse en la inversión para desarrollar las energías renovables. De este modo, ha indicado que, pese a que las energías renovables en el mercado actual «son competitivas por sí solas», el mercado debe dirigirse hacia uno más proclive al modelo de financiación o, de lo contrario, «la gente no recuperará la inversión».
De este modo, ha apuntado que, en materia de energía renovable, se espera que el 80% de la inversión total sea de tipo privado y el 20% sea inversión pública. «O hacemos esto atractivo o las empresas no vendrán», ha apostillado.
Por su parte, el director general de la Asociación Empresarial Eólica, Juan Virgilio Márquez, ha coincido en la necesidad de una «planificación», en su caso de la energía eólica, así como de contar con una «gobernanza independiente y objetiva».
Asimismo, ha pedido mayor «simplicidad regulatoria» pues, a su juicio, ofrecería «confianza y garantías» al inversor.
Como medidas para recuperar la inversión, Virgilio Márquez ha propuesto una «cobertura de subastas», así como «coberturas financieras» con el objetivo de que el financiero «se fíe de que va a recuperar la inversión».
En su intervención, el director de la Asociación Empresarial Eólica ha lamentado que España «está un poquito retrasada» y que hay que «seguir avanzando» para asistir a la «evolución en Europa» en materia de esta energía renovable. «Si todo lo hacemos bien paso a paso y con rigor llegaremos», ha asegurado.
CLAUSURA DEL CURSO
El presidente de Viesgo, Miguel Antoñanzas, y el consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio de Cantabria, Francisco Martín, han sido los encargados de clausurar el curso ‘El papel fundamental de las redes en la transición energética’.
Antoñanzas ha apelado al diálogo para establecer un «nuevo marco regulatorio» que permita «alcanzar los objetivos de transición energética», que debe incluir a las empresas pues éstas son, a su juicio, «las encargadas de llevar a cabo la transición».
En su opinión, la innovación funcionará como el «motor» que permita la transformación de las redes y el sistema energético, al tiempo que ha destacado la necesidad de «atraer talento» para conseguir la «actitud necesaria que necesita la sociedad» para el cambio energético. Así, ha trasladado al consejero cántabro el «compromiso de Viesgo para llevar a cabo la transición».
Por su parte, el consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio ha reconocido a Viesgo como «motor eléctrico, de conocimiento y cultural» y ha vaticinado que «se avecinan cambios drásticos» en el mundo de la energía.
De este modo, ha calificado la electricidad como «el vector del futuro» pues, en su opinión, cualquier otra energía «no es sostenible» mientras que el electrón «es el único recurso infinito».
Por último, el consejero ha apuntado a que los retos en materia de energía sostenible pasan por «desarrollar tecnología de acumulación» que permita solucionar «momentos de discontinuidad».
«La generación distribuida es el futuro y hará falta un sistema distribuido y geográficamente disperso para una distribución globalizada y que permita conectar las redes de forma instantánea», ha concluido.