Reducción de hasta el 90% de las emisiones de CO2 a la atmósfera, dinamización del sector y profesionalización de este, son algunas de las ventajas que se esperan de la aplicación del estándar Passivhaus.
Los edificios de consumo casi nulo, aquellos que ganan adeptos de manera imparable, son los que apenas necesitan energía para mantener en su interior condiciones óptimas. Una de las formas más seguras para conseguir alcanzar este modelo de edificación es el estándar Passivhaus, uno de los más completos y exigentes del mundo en sostenibilidad energética aplicada a la construcción y rehabilitación de edificios y viviendas.
La idea base del estándar Passivhaus es aprovechar al máximo el sol y la orientación del inmueble para captar la mayor cantidad de energía posible. A partir de aquí, basta aplicar de forma coordinada y simultánea cinco principios básicos en la construcción del edificio: utilizar importantes niveles de aislamiento térmico; cuidar su diseño y ejecución eliminando los puentes térmicos, dando continuidad al aislamiento a lo largo de todo el edificio; incluir puertas y ventanas de altas prestaciones térmicas (triple acristalamiento, bajas transmitancias y correcta instalación); garantizar la hermeticidad a la entrada de aire no deseado; y recurrir a una ventilación mecánica con recuperación de calor de alto rendimiento.
Desde PEP se incide en que la concienciación de la población es estrictamente necesaria y urgente. Dado que a partir del 31 de diciembre de 2018 todos los edificios públicos que se construyan deben ser de consumo de energía casi nulo y, para el resto el plazo es hasta 2020, es de vital importancia que se expliquen los nuevos estándares de construcción y las consecuencias de un mal uso de los recursos y las energías, tal y cómo se está haciendo.
Por ello, Adelina Uriarte, presidenta de la Plataforma de Edificación Passivhaus, señala “desde PEP estamos realizando una profunda labor de concienciación. Un ejemplo es la firma del convenio con el CGATE, cuyo objetivo es incidir en una cultura más acorde con la responsabilidad ambiental. En 2020 va a producirse un importante cambio en materia de construcción y es vital que los ciudadanos conozcan los beneficios que va a suponer esta nueva forma de edificar”.
Cuando hablamos de los avances logrados hasta el momento a través de la aplicación de este estándar, nos centramos única y exclusivamente en viviendas, aunque su construcción se ha aplicado ya a hoteles, oficinas y edificios gubernamentales. Pero las ventajas del estándar van mucho más lejos: confort en entornos laborales, ciudades, medioambiente y salud. Por ello, desde PEP han querido señalar 5 contribuciones fundamentales que supondrán este estándar:
- Reducción de las emisiones de CO2 en un porcentaje de entre el 70-90%. Nuestras ciudades son las responsables de un tercio de las emisiones globales de CO2, es decir, responsables en gran medida del cambio climático y del sobrecalentamiento de nuestro planeta. En este los edificios certificados, dado que suponen un gasto energético casi nulo, reducen casi al completo la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
- Reducción significativa de la demanda energética y ahorro económico en idénticos porcentajes. Teniendo en cuenta que las viviendas Passivhaus aprovechan al máximo el sol y la orientación, se consiguen reducciones en la demanda de los edificios de hasta el 90% frene a la media del parque edificado y en el rango del 70-80% sobre la actual normativa de construcción (CTE). Estas reducciones en la demanda se traducen a su vez en ahorro económico.
- Reducción de la pobreza energética. Debido a que el calor en los hogares será producido principalmente por el sol y las ganancias internas (aparatos electrónicos, nuestra propia actividad, etc.…), las cifras han demostrado que una superficie de 100m2 supone un gasto económico total de unos 10€ al mes para climatizarla. En este sentido, son varias las instituciones que están apostando por la construcción de viviendas sostenibles, apostando especialmente por el estándar Passivhaus, como medida que garantice el derecho a todos los habitantes a una vivienda digna.
- Máximos niveles de confort (higrotérmico y acústico). Máximos niveles de calidad del aire interior y por lo tanto también una mejora en salud. Proteger el medio ambiente es clave para nuestras vidas pues, según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 3 millones de muertes están relacionadas con la contaminación en el mundo y, concretamente en España, la contaminación atmosférica provoca más de 30.000 muertes prematuras cada año. Además del medio ambiente, también es capital la importancia de la calidad del aire interior, puesto que pasamos la mayor parte del día dentro edificios. En este sentido, por ejemplo, la ventilación mecánica, que consiste en una renovación del aire interior del edificio de forma controlada y continuada, es la más efectiva contra el gas radón, causante del 10% de cáncer de pulmón en personas que no fuman según la OMS.
- Dinamización del sector y generación de nuevos puestos de trabajo. Creación de nuevas empresas y mayor cualificación de los profesionales. La profesionalización del sector para crear este tipo de viviendas se verá incrementada, dado que se necesitarán perfiles especializados y, una formación extra para aquellos que aún desconocen el estándar. Aparecerán otros perfiles cómo consultores, desarrolladores, etc. Especializados en Passivhaus.
La Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) es la asociación sin ánimo de lucro que promueve la construcción de edificios altamente eficientes. Fundada en 2008, la Plataforma supuso en España un salto cualitativo hacia los edificios de consumo de energía casi nulo dos años antes de que la Directiva Europea marcara 2020 como objetivo para la consecución de estos edificios de muy alta eficiencia energética. En la actualidad la asociación cuenta con más de 700 socios repartidos por toda la geografía española.