La Ley General de Cambio Climático es el instrumento guía del país para la política de cambio climático a mediano y largo plazo, con metas de 10, 20 y 40 años. Como se establece en la ley, el gobierno tiene la intención de aumentar la electricidad generada por fuentes de energía limpia, incluida la energía nuclear, al 35 por ciento para 2024 y al 50 por ciento para 2050.
Además, la ley de cambio climático de 2012 estableció un objetivo nacional para reducir los gases de efecto invernadero en un 30 por ciento hacia finales de la década. Adicionalmente, el mercado mexicano de energía renovable ha mejorado debido a la Reforma Energética en vigor, el cual fue diseñado en gran medida para facilitar la inversión privada tanto extranjera como nacional en el desarrollo de petróleo y gas.
Se espera que la ley tenga un impacto positivo en todo el sector eléctrico de México, incluida la electricidad, con un enfoque especial en las energías renovables, debido a los compromisos de México con el cambio climático que se establecieron en la Conferencia de las Naciones Unidas en París, en el año 2015.
Con el surgimiento de la reforma energética, se espera que la inversión en el sector de energía renovable de México aumente considerablemente en los próximos 15 años, como se estimó en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) para 2018-2032. Gracias a la Reforma Energética, en nuestro país contamos con importantes inversiones de empresas italianas, norteamericanas, francesas, españolas y chinas, entre otras, para la generación de energía renovable en sectores como el eólico y solar fotovoltaico.
México tiene un enorme potencial de recursos para proyectos de energía renovable según el Inventario Nacional de Energías Renovables, una aplicación lanzada por la Secretaría de Energía, que reconoce una generación de energía probada y probable de 125,984 GWH por año. El potencial adicional (excluyendo la energía solar) es superior a 195,278 GWH por año.
Según PROMEXICO, el potencial solar se considera prácticamente ilimitado en México con respecto al consumo nacional de energía, ya que nuestro país se encuentra en una franja donde la irradiación solar permite su captación básicamente durante todo el año. En este contexto, PRODESEN destaca que es necesario agregar 66,912 MW de capacidad al sistema eléctrico nacional en los próximos 15 años para satisfacer la demanda eléctrica.
De esa capacidad adicional, el 45 por ciento será por tecnologías convencionales 30,110 MW, y el 55 por ciento por tecnologías limpias, es decir, 36,802 MW. De este último, se estima que el 22 por ciento será de energía eólica, el 17 por ciento de energía solar, el 6 por ciento de energía nuclear, el 4 por ciento de cogeneración eficiente, el 3 por ciento de hidroeléctrica, el 2 por ciento de biomasa y el 1 por ciento de geotermia. Como herramienta para medir la adopción de energía limpia, el gobierno mexicano creó los CELS Certificados de Energía Limpia.
La Comisión Reguladora de Energía administra el sistema DECLARACEL, que otorga un CEL por cada MW/h de electricidad producida por un generador que utiliza tecnologías de energía limpia. Los grandes consumidores deben consumir electricidad generada a partir de fuentes de energía limpia.
En este sentido, los requisitos son: 5 por ciento para 2018 y 5.8 por ciento para 2019, aumentando a 30 por ciento para 2021 y 35 por ciento para 2024. Estos consumidores de electricidad obtendrán los CEL necesarios de los proveedores de servicios calificados y usarán el sistema DECLARACEL para presentar estos certificados y evitar las sanciones correspondientes.
Francisco Treviño Aguirre, eldiariodecoahuila.com.mx