Según Ramón Fiestas, presidente del Global Wind Energy Council para Latinoamérica, el sector está atravesando «un momento único» con inversiones por u$s 5.000 M.
Según las estadísticas, Argentina fue el segundo país en el mundo en el que más crecieron las inversiones en energías renovables en 2017, con unos u$s 1.800 millones. Un incentivo interesante para la meta de la Ley 27.191, que establece que un 20% del consumo eléctrico provenga de fuentes limpias para el año 2025. «Están atravesando un momento único, con un impulso como nunca en la historia», afirmó Ramón Fiestas, presidente del Global Wind Energy Council para Latinoamérica, quien visita Buenos Aires por estos días con motivo de la Argentina Power Wind, donde los principales referentes industriales, políticos y empresariales expondrán su visión sobre el presente y el futuro de la energía eólica. Antes de participar de la exposición que tendrá lugar este jueves y viernes en la sede de la Universidad Católica en Puerto Madero, ofreció su perspectiva en diálogo con ámbito.com.
Periodista: ¿Por qué dice que las renovables están en un momento único?
Ramón Fiestas: Los intentos anteriores no habían dado resultados, pero este programa fue muy bien diseñado y articulado. El éxito de RenovAr se debe a dos cosas: arrancó con un impulso político casi unánime en el Congreso y está concebido para quedar aislado de los fenómenos macroeconómicos que puedan afectar al país, tiene una estructura de garantías en el esquema de la financiación que le da gran robustez.
P: ¿Pero no lo afecta la crisis económica?
R.F.: Lo afecta la macroeconomía en este sentido: con una situación más favorable podría avanzar con mayor ritmo e intensidad, pero lo bueno es que no se ralentiza. Los proyectos se están construyendo y financiando y en estos momentos hay 3.700 MW eólicos adjudicados entre RenovAr y el Mercado a Término. El 50% está en construcción, claro que sería ideal el 100% pero lo que aún no se hizo tampoco se debe solo a la situación económica, sino a las tramitaciones ambientales, las licencias, los estudios de conexión a redes, etc.
P: ¿El tema de las redes siempre se menciona, son el mayor problema?
R.F.: Sucede que los sistemas eléctricos están diseñados para las tecnologías de combustión de antes. Las redes se colocaban donde eran necesarias y ahora pasa lo mismo: solo que las zonas donde se instalan las centrales de generación son otras, con criterios distintos a los convencionales. En el pasado, las centrales estaban cerca de puertos a los que podía llegar el carbón y de una toma de agua para refrigerar los motores. Hoy, las tecnologías solares buscan su emplazamiento donde hay sol y las eólicas donde está el viento. Entonces, las centrales se tienen que ir adaptando a los lugares en los que hay viento y sol, pero también redes. Será necesario acomodar las infraestructuras, pero es un desafío que llevará tiempo e inversión.
P: ¿Hasta dónde pueden crecer las renovables?
R.F.: El mercado argentino, que tantas veces intentó despegar, ahora realmente encontró su camino. Probablemente termine el año con 400 MW instalados, lo que le da al mercado una dimensión como para convertirse en uno de los más importantes de Latinoamérica. Primero está Brasil y después México; Argentina puede ser tercera.
P: ¿De qué nivel de inversiones hablamos?
R.F.: La energía eólica adjudicada estará moviendo u$s 5.000 millones, ahora mismo lo que está en construcción tiene unos u$s 2.500 o u$s 3.000 millones movilizados. Son cantidades muy importantes y confiamos en que el programa siga avanzando. En 2019 se producirá el mayor desarrollo que Argentina haya visto jamás, con unos 2.000 MW eólicos nuevos que se conectarán a la red. La energía eólica tiene un despliegue enorme, acapara el 60% de toda la potencia adjudicada en los programas y es la que tiene más inversiones concretadas. Es la que está más madura y sin dudas será la primera entre las renovables.
P: ¿Qué impacto tendrá en el empleo?
R.F.: Lo más importante de los nuevos empleos es que son de calidad, requieren un perfil tecnológico y profesional calificado. El sector es muy atractivo para las nuevas generaciones, la mano de obra que se desenvuelve en estas industrias suelen ser personas jóvenes con visión moderna. Actualmente, cuando aún estamos a mitad de camino de las inversiones, en Argentina hay unos 5.000 empleos relacionados con las energías renovables. Hay que preparar ya capacitaciones para lo que viene, porque luego de la construcción viene la fase de la operación y el mantenimiento.
P: ¿Es contradictorio apostar a un yacimiento de combustible fósil como Vaca Muerta?
R.F.: Tiene sentido si se considera que el sistema eléctrico pivotee sobre las renovables, pero por razones de operación se cuente con instalaciones de tecnologías de potencia firme que puedan dar respaldo en un determinado momento a las de origen variable. Pero el futuro del sistema eléctrico en la Argentina pasa por la energía renovable, porque es la más abundante y la mejor, no aprovecharla no tiene sentido.
P: ¿Qué espera de la Argentina Power Wind?
R.F.: Que el sector encuentre un sitio de intercambio y experiencia y una plataforma comercial para desarrollar futuros negocios. Que se puedan conocer con mayor precisión la cadena de valor local, las nuevas regulaciones y tener contacto de primera mano con los proveedores. Y, sobre todo, acercar a los nuevos talentos a la industria. Por eso abrimos el evento a las universidades para que los estudiantes puedan asistir gratis. Pero también espero que sea muy atractiva para el público en general.
Carlos Pagura, ambito.com