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En los alrededores de la Playa La Herradura, del municipio de Jesús Menéndez, la naturaleza premió a la provincia de Las Tunas con fuertes vientos, tan potentes que el Estado cubano decidió construir en el lugar los dos parques eólicos más grandes del territorio nacional.
Primero fue una remota idea que luego se fue concretando en proyectos, contactos internacionales, planeamientos estratégicos y mucho trabajo de mesa y a pie de obra, hasta llegar a los resultados que ya se exhiben.
Entre tantas personas que han impulsado ese sueño está Adela Álvarez Fernández, directora de la Dirección Integrada de Proyectos de Energía Eólica, profunda conocedora del tema y quien ha mostrado sus conocimientos a muchos visitantes que han llegado hasta el área para valorar lo que se hace.
«Como se sabe, estamos construyendo dos parques eólicos. La Herradura Uno, que tendrá 34 aerogeneradores de 1.5 megawatts y La Herradura Dos, 20 de 2.5 megavatios».
«En el caso del primer parque debe aprobarse la ingeniería básica y a partir de ahí pasamos a la ingeniería de detalle con los proyectos ejecutivos para hacer la preparación técnica de las bases y comenzar su ejecución. Se está previendo, por cronograma, que sea en el mes de septiembre.
«En el caso del segundo parque, logramos adelantar del primer embarque cuatro jaulas de pernos, que es el equipamiento que lleva el cimiento de las bases. Estas jaulas deben llegar a Cuba en el mes de junio; por tanto, estamos previendo iniciar la excavación a finales de junio de la primera base, a modo de experimento para aprender, teniendo en cuenta que este tipo de bases nunca se han construido aquí y que no tenemos cubanos con experiencia que lo hayan hecho.
«Entonces en los meses de julio y agosto, progresivamente vamos a continuar. Si todo sale como planificamos, en agosto se fundirá la primera base».
¿Cómo se garantizará la calidad de las diferentes estructuras?
«Tenemos un contrato de calidad con la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA) de la provincia de Holguín, para el control de la ejecución de los hormigones pues se está exigiendo una resistencia de 30 megapascales y esa entidad va a tener equipos de trabajo tanto en el centro de apoyo logístico donde se va a elaborar el hormigón como a pie de obra en cada base para comprobar que se cumpla lo que pide el proyectista.
«Con esa empresa tenemos contratada toda la parte del control de calidad del resto de ejecución de la obra y con la ENIA de Camagüey, la ejecución de los viales y el movimiento de tierra».
¿Cuáles son las obras inducidas que ya se han terminado?
«Llevamos ya varios años trabajando en las obras inducidas porque son parques que no tienen antecedentes y que por la magnitud de su equipamiento requiere hasta de rastras especiales para el traslado. Las estamos comprando y también deben llegar a Cuba en el mes de junio».
«Hemos logrado crear las condiciones en el puerto de Carúpano con dos áreas de almacenaje para las palas y las torres y un vial de salida del puerto pues no teníamos las condiciones. Creamos las condiciones en el entronque de Delicias, donde ya logramos el radio de giro para las rastras. Trabajamos también en la construcción de la pista de Lora y del vial que la atraviesa, para trasladar los principales elementos. Hicimos el centro de apoyo logístico, donde se va a elaborar el hormigón. Se está montando un primer batching plant y en los próximos meses se debe ensamblar un segundo. Y se está trabajando en estos momentos en los viales interiores del parque».
¿Cuándo debe comenzar la generación de energía?
«Lo primeros circuitos deben iniciar la generación en los primeros meses del año 2019. Se prevé que más o menos en febrero se pueda arrancar con los primeros circuitos de cada uno de los parques. En el cronograma, está que las grúas deben entrar a Cuba en agosto. Por eso es que se inicia la preparación del montaje para septiembre. El primer circuito debe empezar en octubre con el primer parque y a partir de noviembre comienza el montaje del segundo parque y continúan las labores en el primero».
Desde hace varios años Cuba planificó un cambio en su matriz energética y los parques eólicos que se construyen en el territorio tunero son una realidad que crece con el paso del tiempo y que ahorrará al país casi 80 mil toneladas de combustible cada año, por concepto de generación de electricidad.
Si todo sale como se ha planificado, y parece que así será, en unos años, el litoral norte de Las Tunas se parecerá al área de molinos que veía el famoso personaje Don Quijote de la Mancha, solo que estos no son alucinaciones, aunque algunos tildaran estos proyectos de locura.