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Iberdrola ha conectado con éxito el parque, de 350 MW de potencia eólica, a la red eléctrica nacional y suministrará energías renovables a unos 350.000 hogares alemanes.
Wikinger aporta 350 megavatios (MW) de capacidad al sistema, capaces de suministrar energía renovable a unos 350.000 hogares, cuyo consumo equivale a más del 20% de la demanda de energía del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde está situado el parque.
Iberdrola ha cumplido con los exigentes plazos previstos en la construcción de Wikinger, gracias al extraordinario equipo multidisciplinar y multinacional de la compañía, firmemente comprometido con el proyecto, y a la colaboración de todos sus proveedores y contratistas. Para ello, ha tenido que superar los retos tecnológicos propios de este tipo de obras y las dificultades derivadas de las condiciones meteorológicas extremas del mar Báltico durante los meses de otoño e invierno.
- Hincado en el fondo marino de 280 pilotes que sujetan las cimentaciones.
- Instalación de los jackets o base de la subestación marina.
- Instalación y puesta en marcha de la subestación marina Andalucía.
- Instalación y puesta en marcha, en coordinación con 50Hertz, de los dos cables submarinos que conectan la energía del parque con la subestación terrestre de Lubmin.
- Instalación y puesta en marcha de más de 80 kilómetros de cables submarinos entre los aerogeneradores del parque eólico.
- Instalación de las 70 jackets o cimentaciones de las turbinas.
- Instalación y puesta en marcha de los 70 aerogeneradores.
Un proyecto emblemático para Iberdrola
- Fuerte apuesta inversora por el desarrollo de las energías renovables.
- Compromiso con la reducción de emisiones.
- Innovación tecnológica.
- Crecimiento internacional.Apertura de nuevos negocios y mercados a sus proveedores.
- Importante efecto tractor: se han creado 2.000 empleos destinados a la construcción en el puerto de Mukran y en las fábricas donde se han construido todos sus componentes, tanto en Alemania como en España.
Para construir el proyecto se han hincado al lecho marino 280 pilotes de 40 metros de longitud construidos por la empresa asturiana Windar, de 2,5 metros de diámetro y un peso unitario de 150 toneladas. Las 70 cimentaciones (jackets), de 620 toneladas de peso cada una, han sido fabricadas por las empresas danesa Bladt, en su astillero de Lindo (Dinamarca) y por la española Navantia, en los astilleros de Fene (Coruña).
Las turbinas fabricadas por la empresa Adwen en sus plantas de Bremerhaven y Stade (Alemania), tienen 5 MW de potencia unitaria y son del modelo AD 5-135. Se trata de los aerogeneradores de mayor potencia y dimensiones que la empresa ha instalado en su historia. Están formados por una nacelle[1] de 222 toneladas de peso, un rotor de 135 metros (m) de diámetro cuyas palas tienen 77,5 metros de longitud cada una y una torre de 75 metros de altura.
Finalmente, una de las infraestructuras clave de Wikinger ha sido la subestación marina, a la que se ha llamado Andalucía, que va a ser utilizada conjuntamente por Iberdrola y 50Hertz, operador del sistema eléctrico alemán. La instalación ha sido también construida por Navantia en las instalaciones de Puerto Real (Cádiz) y tiene un peso de unas 8.500 toneladas -más pesada que la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad juntas- y es el centro energético del parque.
Apuesta por la energía eólica marina
La energía eólica marina es una de las claves del crecimiento de Iberdrola, sector en el que está acometiendo fuertes inversiones en Reino Unido, Alemania y Francia, principalmente.
El Grupo ya tiene en operación en el mar de Irlanda el parque de West of Duddon Sands (WoDS) – de propiedad conjunta con Orsted – que fue puesto en marcha en 2014. La inversión en el proyecto superó los 1.600 millones de libras. WoDS cuenta con una capacidad de 389 MW y es capaz de generar la energía suficiente para abastecer a aproximadamente 300.000 hogares británicos.
Por otro lado, Iberdrola está desarrollando en aguas británicas del Mar del Norte el que será uno de los mayores parques eólicos marinos del mundo cuando comience a operar en 2020: East Anglia One (EAO). La compañía ya ha concedido el 90 % de los contratos de suministros para esta instalación, que requerirá una inversión de 2.500 millones de libras y contará con 714 MW de capacidad para abastecer de energía limpia a más de 500.000 hogares ingleses.
Las dimensiones de EAO serán un hito para la industria renovable: el área del parque sobrepasará los 298 km2, el equivalente a 30.000 campos de fútbol; el cable que transmitirá toda la energía desde el parque hasta las instalaciones terrestres rondará los 85 kilómetros y las palas del aerogenerador se aproximarán a los 75 metros de longitud. Además, los cimientos de las turbinas pesarán en torno a 747 toneladas, el peso equivalente de seis aviones.
Por último, Iberdrola también tiene en fase de desarrollo el proyecto de Saint-Brieuc, ubicado 20 kilómetros mar adentro frente a la costa de la Bretaña francesa, en el norte del país y a unos 100 kilómetros de la ciudad de Rennes. El parque marino contará con 62 turbinas Siemens-Gamesa de 8 MW de capacidad.
Todas estas inversiones ponen de relieve el compromiso de Iberdrola con el desarrollo de las renovables, imprescindibles para avanzar en la transición energética hacia un modelo descarbonizado y combatir el cambio climático. La potencia renovable de Iberdrola a 30 de septiembre de 2017 asciende a cerca de 29.000 MW y dos tercios de la capacidad de generación total del Grupo están totalmente libres de emisiones.