REVE
La Fundación Renovables celebra, así mismo, la decisión de Iberdrola de cerrar sus centrales térmicas de carbón.
La Fundación Renovables aplaude el anuncio de Iberdrola de solicitar el cierre de sus dos últimas centrales térmicas de carbón, ubicadas en Asturias y Palencia, responsables de la emisión de 2 millones de toneladas de CO2 al año.
Esta decisión, reclamada en numerosas ocasiones por la Fundación Renovables y otras muchas organizaciones sociales y ecologistas, viene motivada por la inviabilidad económica de las propias centrales, al no poder cumplir con las nuevas exigencias fijadas por la Comisión Europea que limitan las emisiones de gases contaminantes para las centrales térmicas a 550 gramos CO2 emitido por kWh generado. Consideramos este un paso decisivo, pero remarcamos la necesidad de que se haga extensible, necesariamente, a todo el parque ya que su rentabilidad está basada en la no valoración de los elementos perversos que su funcionamiento tiene sobre la salud y el medioambiente.
Así mismo, la Fundación Renovables manifiesta su total rechazo al borrador de Real Decreto lanzado por el Ministerio de Energía que hace retroactiva la ley de clausura del carbón con el fin de vetar los planes de cierre de las eléctricas. Con esta postura, el Gobierno, en vez de planificar un futuro sin emisiones, eficiente y renovable, se reafirma en su fósil postura y decide intervenir contra natura para mantener un parque de generación que ni los propietarios de las centrales quieren, estableciendo mecanismos de subasta carentes de cualquier tipo de planificación y abriendo la puerta a un “esquema de compensación” si nadie adquiere las centrales, mecanismo que fue negado en el caso de las renovables.
Es inadmisible que la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, asegure en la Cumbre del Clima de Bonn que España está “en la senda de cumplimiento” de los objetivos de reducción de emisiones a 2020 mientras el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, mantiene un pulso con las eléctricas por mantener activas las centrales más contaminantes.
España es el único país de Europa occidental que no se ha planteado el abandono del carbón, por lo que pedimos un plan de cierre progresivo de las centrales térmicas de carbón en España, que se produzca antes de 2025 e incluya el compromiso de inversión necesario para garantizar el cumplimiento de los límites de emisiones aplicables en cada momento; la eliminación de todas las subvenciones al carbón, como al resto de las energías sucias e ineficientes, incluyendo los incentivos procedentes de fondos públicos a la inversión medioambiental por ser un mecanismo supeditado a la continuidad de uso de combustible fósil y un calendario de abandono progresivo de las mismas. Todo ello acompañado de planes de “transición justa” y validado por la Organización Internacional del Trabajo.
La Fundación Renovables pide al Gobierno que lleve a cabo una verdadera reforma en la que se establezcan los precios reales para cada tecnología en base a los criterios de no dependencia, sostenibilidad y eficiencia, que abandone el papel de intervencionismo inverso y contra natura que viene adoptando y que, en un ejercicio de responsabilidad, siga el ejemplo de países vecinos e inicie una lucha decidida contra el cambio climático y cumpla con el ineludible objetivo de descarbonización, cuya expresión más clara es el cierre de las centrales de carbón y el abandono de la minería.