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En el marco del debate sobre la radicación de la usina nuclear en el este provincial y la contracara de la movilización social en oposición al proyecto, que reivindica las energéticas alternativas sustentables, en algún lugar de la Secretaría de Energía descansan olvidadas las carpetas con los estudios encargados hace 11 años por el gobierno, que contienen la elaboración y análisis del Mapa Eólico de Río Negro.
Nadie mencionó el tema. De haberse rescatado hubiera servido al debate y morigerada la discusión que abrió esta grieta en la sociedad. Olvido o negación.
El Estado invirtió recursos, horas de trabajo y estudios técnicos que no pueden ser soslayados y descartados por la desidia de una gestión. Quizás hoy están desactualizados, pero estos datos del Mapa Eólico existen y podrían ser rescatados y además este olvido le permite a la oposición adueñarse del tema, como el caso de Magdalena Odarda.
Fue en el entonces Ministerio de Producción, el 24 de mayo del 2006, cuando fue presentado el programa de construir generadores eólicos de alta potencia e instalar parques de generación de energía en el territorio rionegrino. Se proyectó construir granjas eólicas con módulos de 100 megawats.
En ese momento el proyecto contaba con un subsidio de la Nación de 1 millón de pesos, destinado a la construcción de un rotor aerogenerador para la producción de energía eléctrica. Este prototipo demandaba una inversión final de 3 millones de dólares, mientras que su producción en serie insumirá 800 mil dólares.
La presentación del Mapa Eólico estuvo a cargo del entonces secretario de Producción, Ricardo del Barrio; el subsecretario de Ciencia y Tecnología, Roberto Harán y el ingeniero Sebastián Lema, integrante del equipo que trabajó en la elaboración del croquis, que establece cuáles son las áreas con mejores condiciones para el desarrollo de este tipo de energía y deja en claro que el territorio cuenta con un gran potencial a futuro.
Los resultados de los estudios realizados permitieron identificar como zonas potencialmente potables a las áreas próximas al departamento de Pilcaniyeu, Cerro Policía y la Meseta de Somuncurá, donde se estima instalar granjas eólicas como módulos de 100 megawats. En la provincia sólo hay prototipos de aerogeneradores de baja potencia (4,5 KW).
La confección del Mapa Eólico de Río Negro se articulaba con el proyecto de INVAP Ingeniería SA para la construcción de generadores de alta potencia (1,5 MW). Como ejemplo, 20 de estos generadores podrían alimentar a la ciudad de San Carlos de Bariloche.
Estos estudios aportan datos preliminares que deberán ahora ser profundizados utilizando una máxima resolución geográfica e instalando en diversos puntos de la provincia enamómetros que permitan mejorar los datos recolectados.
Para este trabajo, se tomaron datos de viento a 50 metros de altura, provenientes de cinco años de lecturas satelitales, a las que se adicionó lecturas registradas en anemómetros instalados por INVAP en diferentes puntos de la provincia y lecturas previstas por el Servicio Meteorológico Nacional en estaciones ubicadas en los principales aeropuertos de la provincia (Viedma, San Antonio Oeste, Bariloche y El Bolsón). Para tener en cuenta: 7,5 metros por segundo, es decir, 27 kilómetros por hora, es la velocidad promedio del viento en la provincia de Río Negro.
En esos momentos el secretario de Ciencia y Tecnología, Ricardo Haram, manifestó que “trabajaremos con grandes aerogeneradores, de 1,5 MW cada uno, que tienen 30 metros de radio, 60 de diámetro y una altura de 70 metros, que trabajan en conjunto y que deben ser colocados cerca del sistema interconectado”.
“Esperamos que, en un par de años, el primer prototipo se encuentre terminado. Además, estamos hablando con gobiernos de otras provincias pasa sumarlos a la iniciativa”, agregó Haram, quien señaló que la única granja eólica en el país funciona hace años en Comodoro Rivadavia.
En el mapa eólico están representadas las características del viento (dirección, distribución y velocidad) en un determinado territorio. Elaborado correctamente, permite inferir cuáles serán las ubicaciones más adecuadas para la instalación de parques de generación eólica.
El trabajo, llevado adelante por técnicos de la subsecretaría de Ciencia, Tecnología y Desarrollo para la Producción e INVAP SA, combinó diferentes tipos de información, como medición disponible de vientos de superficie, sondeo en estratos superiores a la atmósfera y datos topográficos del territorio, entre otros.
Toda esta información fue procesada por programas específicos de computación que permitieron estimar los perfiles de viento más favorables para la radicación de parques eólicos.
Estos datos posibilitan predecir el comportamiento futuro de los vientos en el territorio provincial, incluyendo las velocidades, frecuencias relativas, densidad del aire, perfil térmico y direcciones, elementos con los que se elabora la rosa de vientos de cada ubicación.
Para este trabajo, se tomaron datos de viento a 50 metros de altura, provenientes de cinco años de lecturas satelitales, a las que se adicionó lecturas registradas en anemómetros instalados por INVAP en diferentes puntos de la provincia y lecturas previstas por el Servicio Meteorológico Nacional en estaciones ubicadas en los principales aeropuertos de la provincia (Viedma, San Antonio Oeste, Bariloche y El Bolsón). Para tener en cuenta: 7,5 metros por segundo, es decir, 27 kilómetros por hora, es la velocidad promedio del viento en la provincia de Río Negro.
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