REVE
REN21 publicó su “Reporte 2017 sobre la situación mundial de las energías renovables” (GSR por sus siglas en inglés), que recoge el panorama anual más completo con respecto a la situación de la energía renovable.
La nueva capacidad instalada de energías renovables marcó un nuevo récord en 2016, con 161 gigavatios (GW) instalados, significando un aumento de la capacidad total mundial de casi un 9% con respecto a 2015, hasta alcanzar casi 2.017 GW. La energía solar fotovoltaica FV representa casi el 47% de la capacidad añadida, seguida por la energía eólica con un 34% y de la energía hidráulica con un 15,5%.
Las energías renovables se están convirtiendo en la opción menos costosa. Contratos recientes en Dinamarca, Egipto, India, México, Perú y los Emiratos Árabes Unidos fijaron el precio de electricidad renovable en 0.05 dólares por kilovatio/hora o menos. Este precio se encuentra muy por debajo de los costos equivalentes de combustibles fósiles y de la generación nuclear en cada uno de estos países. Por otro lado, recientemente, los ganadores de dos subastas para energía eólica marítima en Alemania, hicieron lo mismo al confiar sólo en el precio de venta al por mayor de la electricidad, sin pedir apoyo gubernamental y demostrando así que las renovables pueden ser la opción más económica.
La imperiosa necesidad de tener una “carga base” es un mito. La integración de grandes proporciones de generación de energía renovable variable se puede llevar a cabo sin una “carga base” que provenga de combustibles fósiles o energía nuclear mientras se cuente con la flexibilidad suficiente en el sistema eléctrico, lo que puede conseguirse por medio de interconexiones de red; unión de sectores y tecnologías instrumentales como TIC; sistemas de almacenamiento; vehículos eléctricos y bombas de calor. Este tipo de flexibilidad no sólo equilibra la generación variable, sino que optimiza el sistema y reduce los costos de generación. Por lo tanto, no es una sorpresa que exista un incremento en el número de países que han logrado manejar con éxito los picos que se acercan o sobrepasan el 100% de la generación de electricidad a partir de fuentes renovables. Por ejemplo, en 2016, Dinamarca y Alemania manejaron con éxito los picos en electricidad renovable del 140% y 86.3% respectivamente.
Las emisiones mundiales de CO2 provenientes de combustibles fósiles y de la industria se mantuvieron estables por tercer año consecutivo, a pesar del crecimiento del 3% de la economía global y del aumento de la demanda energética. Esto se puede atribuir, principalmente, al declive del carbón, pero también al crecimiento de la capacidad de energía renovable y a las mejoras logradas en eficiencia energética.
Otras tendencias positivas:
Las innovaciones y nuevas soluciones en las tecnologías de almacenamiento van a proporcionar cada vez más flexibilidad al sistema eléctrico. En 2016, cerca de 0.8 GW de nueva capacidad avanzada de almacenamiento de energía entró en operación, lo que a fin de año arrojó un total estimado de 6.4 GW.
Los mercados para las mini-redes y sistemas autónomos están evolucionando a pasos acelerados, mientras que los modelos de negocios Pay-As-You-Go (PAYG o pago sobre la marcha), apoyados por la tecnología móvil, están cobrando auge. En 2012, las inversiones en compañías solares PAYG ascendían a sólo 3 millones de dólares, mientras que en 2016 alcanzó los 223 millones de dólares (claro aumento con respecto a los 158 millones de dólares del año anterior).
Arthouros Zervos, presidente de REN21, ha dicho “cada año, el mundo está añadiendo más capacidad de energía renovable en comparación a la capacidad añadida para todos los combustibles fósiles juntos. Uno de los hallazgos más importantes del GSR de este año es que los enfoques sistémicos y holísticos son cruciales y deberían convertirse en la regla más que en la excepción. A medida que la participación de las renovables crece necesitaremos mayores inversiones en infraestructura, así como un conjunto completo de herramientas: redes de transmisión y distribución integradas e interconectadas; medidas que equilibren la oferta y la demanda; acoplamiento de sectores (por ejemplo, la integración de las redes eléctricas y de transporte), así como el uso de una amplia gama de tecnologías instrumentales”.
Pero la transición energética no está sucediendo lo suficientemente rápido como para alcanzar las metas del acuerdo en París.
Las inversiones están disminuyendo. Aunque las inversiones en energía renovable y nueva capacidad de combustible aproximadamente duplicaron las inversiones en combustibles fósiles, las inversiones en instalaciones nuevas de energía renovable disminuyeron un 23% en comparación con 2015. En los países en vías de desarrollo y con mercados emergentes las inversiones cayeron un 30%, es decir, a 116.6 miles de millones de dólares, mientras que las inversiones en países desarrollados cayeron un 14%, a 125 miles de millones de dólares. Por otro lado, las inversiones siguen estando dirigidas hacia las energías eólica y solar FV. Sin embargo, con el objeto de mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C, es necesario emplear todas las tecnologías de energías renovables disponibles.
Los sectores de transporte, calefacción y refrigeración siguen quedándose atrás con respecto al sector eléctrico. El uso de tecnologías renovables en el sector de calefacción y refrigeración sigue siendo un reto debido a la naturaleza distribuida y tan particular de este mercado. La descarbonización basada en renovables del sector transporte aún no se ha visto como una prioridad, ni se ha considerado seriamente. A pesar de la expansión significativa de las ventas de vehículos eléctricos, sobre todo debido a la disminución del costo de la tecnología de las baterías, todavía hay mucho por hacer para asegurar que dichos vehículos cuenten con la infraestructura suficiente y sean alimentados con electricidad renovable. Por otro lado, aunque los sectores marítimo y de aviación presentan los desafíos más importantes, las políticas gubernamentales o las distorsiones comerciales, no han estimulado adecuadamente el desarrollo de soluciones.
Los subsidios a los combustibles fósiles siguen impidiendo el progreso. Los subsidios a los combustibles fósiles y a la energía nuclear en todo el mundo siguen superando de manera dramática a aquellos otorgados a las tecnologías renovables. Hacia finales de 2016, más de 50 países se habían comprometido a eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles y, aunque es verdad que se hicieron algunas reformas, fue suficiente. En 2014, la proporción entre los subsidios a los combustibles fósiles y los subsidios a las energías renovables fue de 4:1. Por cada dólar gastado en renovables, los gobiernos gastaban 4 dólares que ayudaban a perpetuar la dependencia de los combustibles fósiles.
Christine Lins, secretaria ejecutiva de REN21, explica: “el mundo está en una carrera contra el tiempo. Lo único y lo más importante que podemos hacer para reducir las emisiones de CO2 rápidamente y del modo más rentable posible es retirar gradualmente el uso de carbón y acelerar las inversiones en eficiencia energética y energía renovable. Cuando China anunció en enero que iba a cancelar más de 100 plantas de carbón que se encontraban en fase de desarrollo, esta nación puso el ejemplo para el resto de los gobiernos del mundo. El cambio puede darse rápidamente cuando los gobiernos deciden actuar y establecer políticas a largo plazo, así como señales e incentivos financieros.”
-Final-
El Reporte sobre la situación mundial de los renovables (GSR por sus siglas en inglés)
El Reporte 2017 sobre la situación mundial de los renovables de REN21 presenta los avances y las tendencias que se dieron hacia el final de 2016, así como las tendencias observadas a inicios de 2017, donde fue posible.
Publicado por primera vez en 2005, el Reporte anual sobre la situación mundial de las energías renovables recoge el panorama más completo y actualizado sobre la situación de los avances recientes y las tendencias en los mercados de energías renovables, industrias, inversiones y desarrollo de políticas a nivel mundial. Por su diseño, no facilita ningún tipo de análisis o pronóstico. Los datos proporcionados se basan en una red internacional de más de 700 colaboradores, investigadores y autores.