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YPF avanza en la construcción de su primer parque eólico en el yacimiento Manantiales Behr, en Chubut, con la llegada de los componentes principales de los aerogeneradores al puerto de Comodoro Rivadavia.
Este proyecto demandará una inversión de 200 millones de dólares aproximadamente y constituye el primer paso de YPF en materia de energías renovables, un aspecto clave en su visión de ser una empresa de energía integrada.
En dos barcos, que arribaron en estas semanas al puerto de Comodoro Rivadavia, llegaron las palas de rotor de unos 55 metros de longitud, las torres con una altura total de 84 metros, y los generadores.
Las turbinas fueron desarrolladas por Vestas, el mayor fabricante de aerogeneradores del mundo, que cuenta con la experiencia, el conocimiento y la tecnología necesaria para las condiciones climatológicas de la región patagónica de nuestro país. El yacimiento Manantiales Behr se encuentra en una de las áreas de mayores vientos de la Argentina y presenta las condiciones ideales para el desarrollo de un parque eólico de este tipo.
En paralelo con la llegada de los equipos, la compañía trabaja para acondicionar la zona y realizar la obra civil necesaria para la instalación de los aerogeneradores. El nuevo parque tendrá una superficie total de 6.000 metros cuadrados y contará con 30 aerogeneradores, una línea de 132kV y dos subestaciones transformadoras. En una primera etapa entregará 50 MW de potencia, que permitirá abastecer parte del consumo de la compañía en sus yacimientos y refinerías. En una segunda etapa, generará hasta 100MW, un consumo similar al que hoy tiene la ciudad de Comodoro Rivadavia.
El parque eólico representa una fuente de energía segura y renovable, que no produce emisiones a la atmósfera ni genera residuos. Permite ahorrar combustibles y reducir costos, así como diversificar la matriz energética y mitigar el cambio climático.
La energía generada por la planta eólica de Mantantiales Behr representa el 16% de la demanda eléctrica de la compañía en el Mercado Eléctrico Mayorista. El objetivo a mediano plazo es lograr que toda la demanda de electricidad de YPF provenga de fuentes renovables, lo que significará un gran aporte para la sustentabilidad del país.
El Parque de Garayalde, recuperando terreno
La construcción del parque eólico de Garayalde dejó de ser un proyecto para convertirse en una realidad hace unos meses con la obra que puso en marcha y que si bien apuntaba a estar listo en abril de 2018, es probable que requiera tiempo extra o esfuerzos multiplicados para alcanzar los plazos de ejecución debido a la situación del terreno.
El Proyecto Garayalde fue una de las licitaciones del Gobierno Nacional en el marco del Plan Renovar, que busca acrecentar la capacidad de energía sustentable dentro de la matriz productiva del país. Algo que además tuvo el puntapié en la “Ley Guinle” de energías renovables, impulsada en su momento en el Congreso por el hoy ministro del Superior Tribunal de Justicia, Marcelo Guinle, para llegar a incrementar considerablemente la participación de las fuentes sustentables dentro de la matriz energética del país. La iniciativa es llevada a cabo por la empresa 3-Gall y tiene como “socio estratégico” a una subsidiaria de Pan American Energy (PAE): Pan American Fueguina SA. Se trata de uno de los primeros proyectos adjudicados a través de las licitaciones realizadas por Nación que se pone en marcha en la provincia. Las primeras propuestas fueron adjudicadas el año pasado: “Chubut Norte” de Genneia, ubicado en la zona de Puerto Madryn y “Kosten” de Enat, SEG, Otamendi y Nuevo Cerro Dragón, dentro de la región de Pampa del Castillo. El proyecto Garayalde tiene prevista una potencia de generación de 26 megawatts, con la instalación de entre 8 y 11 molinos de viento.
Una zona complicada por el agua
Al momento de las inundaciones que afectaron el sur provincial, se encontraban haciendo en la Estancia La Rosa, en el límite con la localidad de Camarones y donde se emplazará el parque, los trabajos de movimiento de suelos y el cotejo de las zonas donde se ubicará cada uno de los molinos. Para ello trabajaban en el lugar técnicos de las empresas proveedoras, en su mayoría de Comodoro Rivadavia y Sarmiento.
También se había definido con los proveedores de los molinos, que serán de la marca Vesta y en paralelo se definía la contratación de personal de la construcción, algo que ya consultó el Gobierno.
Según confirmó al Económico una fuente referente de la iniciativa antes del temporal: “los trabajos ya están empezados y se estima que los plazos son de un año de no mediar ningún tipo de problema”.
Por otra parte, también sostenían que se cumplen con todos los requisitos necesarios como para tener asegurada la inversión por parte de bancos y entidades internacionales. Que es lo que en definitiva aceleró los tiempos y permitió que el proyecto se convierta en una realidad.
Para la conexión a la red es necesario construir una estación transformadora 132/33 kv con barras en ambas tensiones de la cuales está previsto conectar salidas para alimentar a la localidad desde la red de transmisión de TRANSPA. De esa forma se venderá la energía a CAMMESA, para la posterior distribución al resto del país.