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A poco más de tres meses de asumir al frente de la Subsecretaría de Energías Renovables, Maximiliano Neri evaluó que en Santa Fe “estamos muy adelantados respecto de otras provincias en esta materia”. Y ejemplificó que “el solo hecho de tener una subsecretaría específica -que depende de la Secretaría de Estado de Energía- muestra la importancia de las políticas públicas”, a lo que se suma una ley de promoción de las energías renovables. En este balance con El Litoral, planes para el año próximo y un repaso por las políticas desarrolladas durante los últimos años, en materia de uso racional y generación de energía.
—¿Cómo se ubica la provincia en el desarrollo de proyectos?
—Más que de proyectos, hablamos de políticas. Podemos tomar un ejemplo que es Línea Verde de créditos. Mientras el resto del país está viendo si busca proyectos para producción de energías renovables, nosotros estamos trabajando desde hace más de dos años una línea que ya terminó y se puede evaluar, y la estamos relanzando porque es una herramienta que dio buenos resultados. También estamos adelantados con el tema de generación distribuida a través del plan Prosumidores; nos toman como ejemplo en todo el territorio nacional por el trabajo técnico para tener los protocolos necesarios con el fin de instalar los equipos y conectarlos a la red, y por la política de subsidios en la tarifa. Con energías renovables, tenemos que ver, por un lado, cuáles son las verdaderas oportunidades para la provincia, y por el otro, la capacitación para desarrollar estos proyectos: hay dos tecnicaturas en instalaciones fotovoltaicas y queremos lanzar una formación en operadores de biodigestores.
—¿Cuál es el recurso que más se aprovecha en Santa Fe?
—Creemos que el potencial más grande está en las bioenergías, tomando este tema en general y abarcando todo: biocombustibles, biogás, etc. Por la intensidad de la actividad pecuaria, nuestro perfil productivo genera un marco muy importante para este tema. El biogás es uno de los grandes potenciales que tenemos; ya estamos desarrollando algunos programas específicos que vamos a lanzar el año que viene pero vemos una gran oportunidad y creemos que es hacia donde nos debemos orientar. Por el lado de la energía solar y eólica tenemos en marcha un parque solar fotovoltaico de la provincia y tenemos potencial de recursos naturales. En energía eólica, hay un proyecto privado en Rufino para un parque de 25 megavatios, y en Esperanza, una fábrica de torres para molinos eólicos.
—¿Cuáles son las perspectivas para el año que comienza?
—En 2017, está previsto relanzar Línea Verde de crédito, se va a trabajar con municipios y comunas tratando de desarrollar alguna herramienta específica como se hace con Renovables. Queremos seguir apuntalando y ampliando el programa Prosumidores, también un plan estratégico de la mano de las bioenergías y proyectos de inversión para grandes parques de generación fotovoltaica y eólica. El tema de energías renovables no tiene retorno en el mundo. Hay que ver cómo uno lo puede aprovechar para desarrollar sus economías productivas, desde la fabricación de los equipos, el mantenimiento y operación. Tenemos el objetivo de trabajar fuerte en capacitación y para eso vamos a acrecentar la cantidad de tecnicaturas y de terciarios que formen gente para hacer estas instalaciones, y también se va a trabajar en la educación no formal. En la ciudad, está en marcha un trabajo conjunto con el Movimiento Los sin Techo para colocar calefones solares en barrios humildes, donde no sólo va a ir esa instalación, sino que se va a capacitar en un oficio con salida laboral. También vamos a apoyar a Cideter, el centro de investigación y desarrollo en la ciudad de Las Parejas, para que pongan una torre de ensayos de generadores eólicos, siempre apuntando al desarrollo local porque estos generadores eólicos que vamos a probar son producidos con mano de obra nacional y empresas de la provincia.
—La importancia que se otorga a las energías renovables, ¿se basa en razones económicas, ecológicas?
—Es un mix de todo; a la Argentina nos tocó hacernos cargo del problema tarde con lo que eso implica en ventajas y desventajas: la ventaja es que podemos aprender de todos los errores que se han cometido en otros lados. Como punto de no retorno, el tema más importante es el medioambiental. No estamos discutiendo un tema menor de política a largo plazo. Es una realidad: en 2015 se firmó en París la convención por el Cambio Climático y hay un consenso muy grande sobre la reducción de emisión de gases de efecto invernadero. En ese tema la Argentina y Santa Fe en particular tienen mucho para trabajar. Uno de los gases de efecto invernadero más potente es el metano y toda nuestra producción pecuaria tiene mucha emisión de gases de efecto invernadero. Sumando esto a la cuestión productiva y de competitividad, nos hace ver que las energías renovables nos pueden acercar a la disminución de gases de efecto invernadero y mejorar la productividad. Todos estos temas se están abordando en conjunto con Medio Ambiente y Producción; el mundo está tendiendo a trabajar de esta forma.
Nancy Balza
ellitoral.com