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“Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos” es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en septiembre de 2015 en el seno de Naciones Unidas y que, de manera general, se proponen erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad.
Entre las metas propuestas para alcanzar este objetivo está aumentar sustancialmente el porcentaje de la energía renovable en el conjunto de fuentes de energía para el año 2030; de igual modo, se prevé incrementar la cooperación internacional, a fin de facilitar el acceso a la investigación y las inversiones en tecnologías energéticas no contaminantes, incluidas las fuentes de energía renovables, la eficiencia energética y las tecnologías avanzadas y menos dañinas de combustibles fósiles.
Cuba fue uno de los 193 países que respaldó la aprobación de estos objetivos mundiales, y las labores que en este sentido ha desarrollado el país, desde el triunfo de la Revolución, evidencian el interés político que existe para fomentar el uso de este tipo de energías.
En el presente año fueron aprobadas las bases del programa de desarrollo económico y social del país a largo plazo que, a decir del presidente cubano Raúl Castro, tiene como principios: “…mantener la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción y forjar un modelo de desarrollo con eficiencia en todas las esferas, encaminado a asegurar bienestar, equidad y justicia social para los cubanos”.
En el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 se plantea que el Estado promoverá la eficiencia energética y el desarrollo de fuentes renovables de energía. En tal sentido, uno de los objetivos planteados en el documento refiere: “Garantizar un suministro energético confiable, diversificado, moderno, a precios competitivos y en condiciones de sostenibilidad ambiental, aumentando sustancialmente el porcentaje de participación de las fuentes renovables de energía en la matriz energética nacional, esencialmente de la biomasa, eólica y fotovoltaica”.
A propósito, la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera presentada en 2015 plantea que la participación de la biomasa tiene prioridad para el país en el cambio de la matriz energética. “Con el objetivo de incrementar la venta de electricidad al Sistema Electroenergético Nacional, se ha estudiado y proyectado la instalación de 755 MW a través de 19 bioeléctricas en centrales azucareros, con mayores parámetros de presión y temperatura para operar por más de 200 días al año con biomasa cañera y biomasa forestal, fundamentalmente marabú, disponible en áreas cercanas a estas instalaciones (…). Se prevé que las 19 bioeléctricas produzcan más de 1900 GWh/año, y dejen de emitir a la atmósfera aproximadamente 1 700 000 toneladas de CO2”.
Con respecto al recurso eólico, el documento refiere que a partir de su disponibilidad en el país, la Unión Eléctrica ha estudiado y previsto la instalación de 633 MW en 13 parques eólicos, con factores de capacidad superiores al 30 %, con lo que se producirán más de 1000 GWh/año y se evitará la emisión de más de unas 900 000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Relacionado con las fuentes de energía fotovoltaicas, la referida Cartera… indica que el país cuenta con una planta productora de paneles solares fotovoltaicos de 150 y 240 Wp, ubicada en Pinar del Río, con una capacidad de producción anual de 14 MWp.
Si bien en la actualidad la utilización de estas fuentes es reducida, pues con ella solo se produce el 4,3 % de la electricidad del país, el gobierno impulsa estrategias de inversiones para incrementar su uso, con lo que se propone para el año 2030, que el 24 % de la generación energética provenga de fuentes renovables.
El empleo de las variantes energéticas permitiría alcanzar al país objetivos como: disminuir la ineficiencia del sistema eléctrico, reducir la dependencia de combustibles fósiles, contribuir a la sustentación medioambiental, modificar la matriz energética de generación y consumo, incrementar la competitividad de la economía en su conjunto y disminuir el alto costo de la energía que se entrega a los consumidores.
La promoción del uso de fuentes renovables de energía constituye un imperativo a nivel mundial, no solo para contribuir al ahorro de combustibles, sino para desarrollar estilos de vida que, a la vez que nos beneficien, contribuyan al cuidado del medio ambiente.
De acuerdo con información de las Naciones Unidas, la energía es el principal contribuyente al cambio climático, y representa alrededor del 60 % del total de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, por lo que reducir las emisiones de carbono de la energía es un objetivo a largo plazo relacionado con el clima.
- Energías renovables: Energía que se obtiene de fuentes naturales inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de regenerarse por medios naturales. Entre ellas figuran la eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, solar, undimotriz, la biomasa y los biocarburantes.
- Energía renovable en cifras:
- En este segundo semestre de 2016, Cuba cuenta ya con una capacidad total instalada de unos once millones de Watt en sistemas de energía eólica.
- En la actualidad, solo el 4 por ciento de la energía que se emplea en Cuba es renovable, y de esa cifra un 0,2% procede de la energía solar fotovoltaica, de acuerdo con datos ofrecidos en la Primera Reunión Cumbre para la Inversión Energética en Cubase Solar.
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