REVE
Entre 2005 y 2013 Venezuela instaló más de 3000 sistemas con energías renovables para electrificación rural. Sin embargo, en la actualidad, el gobierno de Maduro ha venido abandonando estas iniciativas y apostando por energías convencionales y agresivas con el medioambiente.
Antecedentes
De acuerdo a la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), independientemente de las gravísimas fallas que hoy persisten, Venezuela es uno de los países con mayor grado de electrificación en América Latina, ofreciendo cobertura del servicio eléctrico a más del 98% de su población. Según las estadísticas manejadas por esta organización, en cuanto a la cobertura del servicio eléctrico, Venezuela pasó del tercer lugar en electrificación en el año 2002 hasta el primer lugar en el año 2012. La electrificación de comunidades aisladas, indígenas y fronterizas ha representado un desafío para el estado venezolano, debido a la lejanía de estos centros poblados respecto a los puntos de interconexión a la red de distribución y a las dificultades de accesibilidad.
El incremento en la cobertura del servicio eléctrico se ha debido a que el estado venezolano, entre 2005 y 2013, ha optado por el uso de sistemas basados en energías renovables (solar fotovoltaica y mini eólica, con almacenamiento en baterías y respaldo en generadores a gasoil). Pocos venezolanos saben que desde el año 2005, en Venezuela, se han instalado sistemas fotovoltaicos unifamiliares que iniciaron con tecnología española (paneles solares y aerogeneradores) y alemana (banco de baterías) siendo la estructura de soporte y equipos complementarios ensamblados en Venezuela. Además, se han instalado catorce (14) sistemas híbridos, cuya tecnología está integrada por uno o dos aerogeneradores de 2 y 3 palas, un conjunto de paneles fotovoltaicos y un moto-generador (diesel) de respaldo, es decir, aprovechan el viento y el sol abundantes en la región occidental costera de nuestro país (Zulia y Falcón). En esa región el país cuenta con el mayor potencial en energías renovables (eólica y solar) debido a la incidencia directa de los vientos alisios y la latitud tropical del norte costero. Estos sistemas se han instalado en La Guajira (Zulia) y Paraguaná (Edo. Falcón) fundamentalmente, aunque también hay dos en Los Andes (Mérida).
En total, el estado venezolano, a través de Fundelec y el programa “Sembrando Luz”, ha instalado más de 3000 sistemas de energía solar fotovoltaica en el país, la mayoría de los cuales hoy prestan servicio eléctrico en las zonas más alejadas y en las comunidades más apartadas de nuestro territorio nacional. Desde comunidades indígenas del Amazonas y Bolívar, hasta la población de Castilletes en el extremo más norte de La Guajira venezolana, pasando por varias comunidades Wayuu a través de toda La Guajira venezolana, hasta pocos metros del hito número 1 de la frontera colombo-venezolana, hay paneles solares instalados por Fundelec en el marco del programa “Sembrando Luz”. El 58,7% de la electrificación rural basada en energías renovables en Venezuela se ha centrado en viviendas, el 17,1% en escuelas y el 5,7% en ambulatorios. Es decir, el 81,5% de la electrificación rural se ha enfocado en servicios básicos a la población (ver figura 5). Esto responde a una estrategia de electrificación sustentable y acorde a las premisas de sustentabilidad medioambiental establecida en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Sistema y Servicio Eléctrico. En vista de la necesidad de expansión de la electrificación rural, de acuerdo al mandato legal de acceso universal a la electricidad establecido en la Ley Orgánica de Sistema y Servicio Eléctrico y considerando la política de estado número 22 de la Ley Plan de la Patria que establece: “Política 22: Impulsar un cambio en la matriz de fuentes de generación de electricidad favoreciendo el uso de energías limpias. Programas: 1. Expansión de parques eólicos, sistemas fotovoltaicos, centrales mini hidroeléctricas y centrales de biomasa en el país. 2. Sistemas con fuentes alternas de energía en Comunidades Aisladas Indígenas y Fronterizas.”. El estado creó la Unidad de Energía Renovable de Venezuela (UNERVEN) como una filial de Petróleos de Venezuela, S.A Industrial (PDVSA Industrial). La empresa puede fabricar hasta doscientos (200) aerogeneradores al año de 1500 W, 3000 W y/o 6000 W y hasta 20.800 módulos solares anualmente, de 195 Wp cada uno. Todo esto existe en Venezuela, aunque es muy poco conocido, todo esto ha sido parte de una política energética alternativa del ex presidente Chávez, como impulso a las Energías Renovables en el país.
En referencia al programa “Sembrando Luz”, el ex presidente Chávez explicó en su momento, que esta iniciativa responde a la preparación de “la era post petrolera” y que busca incrementar los esfuerzos para garantizar plenamente el suministro y distribución de energía en todo el país. “Tenemos que ir preparándonos para la era post petrolera y ahí está la energía: el sol, el viento (…) que no se retarde nada, no demoremos nada, no perdamos un día, ni una hora, en el impulso de estos proyectos” dijo el ex presidente Chávez. Tristemente, hoy todos estos proyectos y planes están siendo abandonados y el gobierno actual ha dejado de lado la electrificación rural con energías renovables y promueve tecnologías de electrificación y actividades mineras agresivas con el medioambiente.
El actual abandono del programa “Sembrando Luz”
Entre 2009 y 2011 se instalaron alrededor de 2000 sistemas fotovoltaicos en el país mientras que entre 2011 y 2013 apenas unos 200, es decir, sólo una décima parte de lo instalado en los dos años anteriores. Luego, en 2013 apenas se instalaron unos 50 sistemas y el programa hoy en día está casi completamente abandonado, Fundelec, está trabajando con muy poco presupuesto y sus trabajadores sobre exigidos y sub pagados, como casi todos los empleados públicos del país. Un programa ejemplar como éste está siendo abandonado ¿A qué se debe esto?. Originalmente, Fundelec estaba encargado del programa “Sembrando Luz”, pero durante en 2013 gran parte de los equipos adquiridos fueron transferidos a la Gerencia de Fuentes Alternas de Corpoelec, conjuntamente con otros proyectos de electrificación rural, basados en energías renovables. Desde entonces, no se ha avanzado al mismo ritmo que lo venía haciendo Fundelec y se han visto retrasados varios proyectos, entre otros, el de la Comunidad de Apiapá, en la parroquia Alta Guajira del Municipio Guajira del Estado Zulia (frontera con Colombia). Esta comunidad no cuenta con servicio eléctrico aún cumplidos los pasos previos ante Fundelec para el desarrollo de su proyecto de electrificación, puesto que arbitrariamente se decidió traspasar estos proyectos a una Corpoelec que, hasta el momento, no ha avanzado más en este plan aún cuando se cuenta con los aerogeneradores, módulos solares fotovoltaicos y baterías para proceder.
Cabe mencionar que en el Plan de Desarrollo del Sistema Eléctrico 2013-2019 (PDSEN 2013-2019) se establece, en la página 53, la meta de la instalación de 149 sistemas híbridos eólico-fotovoltaicos (incluido el de Apiapá), sin embargo, desde que fueron transferidas estas competencias a la Gerencia de Fuentes Alternas de Corpoelec no se ha instalado ni uno solo, siendo el último instalado por Fundelec, en el año 2013. Corresponde al Ministerio de Poder Popular para la Energía Eléctrica tomar las medidas correspondientes tal y como lo dice en el artículo 15 de la Ley de Uso Racional y Eficiente de la Energía, donde se establece que “(…) el ministerio del poder popular con competencia en materia de energía eléctrica ofrecerá los servicios de inspección y fiscalización, para medir los grados de aplicación y cumplimiento de los objetivos y metas establecidas en cada uno de sus planes” y en ejercicio del principio de corresponsabilidad social establecido en el numeral 8 del artículo 5 de la Ley Orgánica de Sistema y Servicio Eléctrico ¿Quién hace cumplir la ley en Venezuela? ¿En donde han quedado los principios institucionales, el respeto a lo prometido y a los planes de nuestro país? ¿Por qué los ministerios, empresas públicas y el gobierno nacional son tan indolentes ante la pérdida de bienes del estado?.
No es sólo la comunidad de Apiapá en la alta Guajira; el Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica (MPPEE) estima que alrededor de 500.000 personas en nuestro país aún carecen del servicio eléctrico, debido a su lejanía de los centros urbanos. Esta cifra representa algo más del 1% de la población venezolana actual. Estas personas se distribuyen en unos 100 mil hogares en 9.000 comunidades en zonas aisladas, indígenas y fronterizas. Estos habitantes tienen vulnerado el derecho a un acceso universal al servicio eléctrico, según lo establece el artículo 6 de la Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico. Esta situación incide directamente, en que estos asentamientos presenten índices de desarrollo humano (IDH) y esperanza de vida muy por debajo del umbral de aceptación mínimo. El PDSEN 2013-2019, ha identificado, para una primera etapa, una población objetivo de 2.020 comunidades rurales, con alrededor de 97.000 habitantes. Estos proyectos, que serán ejecutados por la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec). En conjunto, se visualiza la instalación de 63 MW para electrificación rural, con una reducción estimada en las emisiones de CO2 de alrededor de 29.184 toneladas. Entonces ¿Por qué Corpoelec no ha continuado con el programa “Sembrando Luz”? ¿Por qué se le retiró a Fundelec gran parte de los equipos adquiridos para proseguir con instalación de sistemas fotovoltaicos e híbridos en el país? ¿Por qué se omite tan flagrantemente el cumplimiento del PDSEN 2013-2019 y el Plan de la Patria? ¿Por qué el MPPEE se burla del legado del ex presidente Hugo Chávez y no hace cumplir los planes establecidos para el desarrollo de las energías renovables en el país, según lo establece el artículo 15 de la Ley de Uso Racional y Eficiente del Energía? ¿Por qué el gobierno actual es tan indiferente a esta situación?
El programa “Sembrando Luz” podría ser una referencia nacional, regional e incluso a nivel internacional. Pero ha sido silenciado y olvidado por las autoridades del sector eléctrico. Con referencia a este programa, su fundador, Jesús Marrero dijo en 2015 lo siguiente: “No somos los primeros, hay que reconocerlo, pero si lo hemos logrado, se han instalado sistemas en gran cantidad de comunidades aisladas, indígenas y fronterizas, y el conocimiento y/o experiencia recolectada en ese trabajo, la podemos catalogar como un acervo histórico en cuanto a energías renovables”. No podemos permitir que este inmenso acervo en energías renovables se pierda por la indolencia de esta burocracia impostora, que ha ocupado los altos cargos en el sector eléctrico nacional de espaldas al pensamiento del ex presidente Chávez y los intereses estratégicos de nuestro país.