Energías renovables no convencionales no convencionales para frenar contaminación

REVE

La Organización Mundial de la Salud (OMS), ubicó a Coyhaique como la ciudad de América con mayores índices de contaminación por material particulado fino respirable (MP 2,5), marcando 64 microgramos por metro cúbico de polución anual, es decir, seis veces más que los estándares internacionales, lo que representa una seria amenaza para la salud.
El camino para la descontaminación atmosférica implica un cambio de mentalidad y comenzar a buscar alternativas viables de calefacción, mirando a las energías renovables no convencionales como la solución a este problema.
Las energías renovables no convencionales (ERNC), son energías alternativas que producen un impacto ambiental mínimo, cuya fuente de obtención no se agota a escala humana (se renuevan constantemente). Dentro de este grupo tenemos: la energía solar, eólica, biomasa, de los océanos, geotérmica etc. Chile cuenta con un gran potencial para desarrollar las ERNC, La región de Aysén es un lugar privilegiado para su obtención, por ejemplo, se podría aprovechar de mayor manera la energía cinética del viento (energía eólica), la que podría aportar a la matriz eléctrica regional. De esta manera, disminuirían los costos de electricidad y la ciudadanía se incentivaría al uso de calefacción eléctrica, con la consiguiente reducción de emisiones de material particulado a la atmósfera, trayendo consigo beneficios económicos y sociales para la comunidad. Otra alternativa importante que se realiza en Coyhaique, es un proyecto de Geotermia desarrollado por la empresa Geosur, “el calor de la tierra en Aysén”, financiado por Corfo, proyecto que consiste en el aprovechamiento del calor de la tierra (en el subsuelo), que se da a una determinada profundidad. Este tipo de iniciativas se deben fomentar, apoyar y continuar con estudios para ver diferentes formas de aprovechamiento de las numerosas energías con las que contamos y ver, por ejemplo, las posibilidades de aprovechamiento de biogás.
Otra estrategia energética importante a desarrollar es la educación ambiental, involucrando a la ciudadanía a incentivar el uso responsable de los recursos, a fomentar la aislación eficiente de las viviendas, etc.
El camino para un desarrollo sustentable, es el aprovechamiento de las ERNC y lograr no depender exclusivamente del uso de leña para calefacción.
Coyhaique no es sólo la capital de la región de Aysén, sino también la capital a una de las reservas de vida más grandes del mundo, por lo cual también tenemos la obligación de cuidar, proteger y no continuar explotando su valioso bosque nativo.

Soraya Villagrán
Jefa de laboratorio Centro
de Investigación en Ecosistemas
de la Patagonia (CIEP)