Bloomberg: Fin de la era de los combustibles fósiles ha llegado para la electricidad

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La forma en la que obtenemos electricidad está a punto de cambiar radicalmente con el fin del crecimiento interminable de la demanda de combustibles fósiles, el cual llegará en menos de diez años, según Bloomberg New Energy Finance (BNEF) que pronostica los mercados de energía mundiales en los próximos 25 años.

El mix energético, la combinación de fuentes de las que obtenemos la electricidad que consumimos, está entrando en una nueva era. Aunque a los combustibles fósiles les queda aún mucho recorrido en el campo de los transportes, su uso para producir electricidad comenzará a decaer irreversiblemente antes de una década.

Esas son las conclusiones de un informe realizado por Bloomberg New Energy Finance que revisa las estimaciones para los próximos 25 años, y que reconoce que el pico de los combustibles fósiles -el punto a partir del cual su consumo se estancará para luego reducirse- ya ha llegado.

Pese a las predicciones realizadas para el petróleo, en el sector eléctrico la cuestión será bien distinta: no se trata de que nos estemos quedando sin combustibles fósiles para quemar, y mover con ellos turbinas eléctricas. Se trata de que hemos encontrado una alternativa que es más barata y, por tanto, mucho más rentable: las energías renovables.

Estos son los ocho cambios que se esperan, en los próximos años, en el mercado eléctrico mundial.

1. No habrá edad dorada del gas

Desde 2008, la generalización del fracking había inundado el mercado estadounidense de gas natural a bajo coste. Pero el coste de la generación con solar y viento está cayendo tan rápido, que este hidrocarburo nunca podrá dominar el mercado como algunos habían vaticinado.

2. Siga invirtiendo en renovables

La demanda total de electricidad no se va a reducir. No se trata sólo de que la renta en los países emergentes haya subido, sino que la demanda de coches eléctricos hará que se dispare la necesidad de molinos y plantas fotovoltaicas. Hasta 2040 se invertirán 7,8 billones de dólares en renovables, frente a los 2,1 billones que irán a centrales térmicas y de ciclo combinado.

3. Tesla salvará a las eléctricas

La lucha constante por incrementar la eficiencia reduce, desde hace años, la demanda eléctrica total en mercados como Alemania. Eso quiere decir menos negocio para las compañías eléctricas, pero por suerte para ellas el vehículo eléctrico lo cambiará todo: harán falta más plantas, no menos.

4. El coste de las renovables no va a dejar de caer

Si hablamos con propiedad, el petróleo crudo es una fuente de energía, pero la solar fotovoltaica y la eólica son tecnologías: su cantidad es inagotable, y el coste de producción depende casi sólo de la investigación. Quédese con estas dos ideas: cada vez que el número de paneles solares en funcionamiento en el planeta se duplica, el coste unitario cae un 26%; cada vez que se dobla el número de aerogeneradores, el coste unitario se deja el 19%. ¿Hasta dónde caerán? Baste con pensar que en la década de los 30 ambas tecnologías serán la forma más barata de producir electricidad.

5. Las baterías tienen enchufe

Ya hemos visto que las renovables (producción de energía barata) y el coche eléctrico (demanda de energía barata) crearán un círculo virtuoso que no sólo hará -vía rendimientos de escala y tecnológicos- que cada kilovatio cueste menos, sino que también hará que el coste de las baterías para almacenar electricidad también caiga. Con ellas enchufadas a la red, el sistema se hará aún más eficiente al permitir -por ejemplo- almacenar electricidad procedente del sol para consumirla durante la noche.

6. Repita con nosotros: «ca-pa-ci-dad»

A las eléctricas uno de los factores que más les interesa es la capacidad de generación. Se trata, simplemente, de la relación en porcentaje entre la cantidad que se produce realmente y la que, sobre el papel, tiene una planta. En las renovables como la eólica, cuando el viento sopla se produce al 100%, y cuando no sopla, se produce al 0%. La medida de capacidad se obtiene -en términos simples- haciendo un promedio que en el caso de los aerogeneradores suele estar en torno al 30%. Pues bien, dos factores están cambiando: el primero es que las renovables no dejan de mejorar su capacidad gracias tanto a emplazamientos cuidadosamente elegidos como -una vez más- a la tecnología (en Texas algunas granjas eólicas producen al 50%). El segundo es indirecto: puesto que las renovables se producen casi a coste cero, entran en el mercado siempre y desplazan a sus competidoras. Eso recorta la capacidad realmente utilizada de las centrales térmicas y de ciclo combinado.

7. India irá al revés

Este eldorado de las renovables se producirá tanto en los países más desarrollados como en China. Pero hay otro gigante asiático en el que el panorama será más bien el contrario: India. El subcontinente acumula décadas de retraso económico y se calcula que cuando intente imitar a sus vecinos en Pekín no tendrá más remedio que comenzar a quemar buena parte del carbón sobre el que se asientan sus superpobladas ciudades. Dentro de cinco años emitirá el doble de contaminantes que ahora.

8. Cuidado con el cambio climático

Pese a que el despliegue de las energías renovables será impresionante en la mayor parte de los principales mercados del planeta, todas las tendencias que acabamos de exponer no serán suficientes para pasar el peligroso punto de no retorno: un aumento de +2ºC en la temperatura media del planeta. Eso quiere decir que nuestros hijos seguramente dirsfrutarán de una economía basada en las energías renovables, pero no es menos cierto que las emisiones de dióxido de carbono se estancarán en el próximo lustro… pero no se van a reducir ni un ápice, al menos, hasta 2040. La catástrofe climática sigue siendo, por tanto y conforme a las previsiones actuales, irreversible.

Bloomberg