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Un proyecto que inició en el seno de la Universidad del Istmo (Unistmo), con apoyo de la compañía Acciona Energía México, se tradujo en la conformación de RTO Energy, una empresa mexicana de base tecnológica dedicada a la fabricación de aerogeneradores que permitan electrificar poblaciones urbanas y rurales en el Istmo de Tehuantepec.
Todo comenzó en el año 2010 cuando la Unistmo y Acciona Energía México signaron un convenio de colaboración para el desarrollo de dos prototipos de aerogeneradores, de 1.5 y 10 kilowatts (kW).
En este tiempo se creó un prototipo de 1.5 kW de diseño, construcción y manufactura cien por ciento mexicana que fabrica la empresa liderada por el maestro Antonio Verde Añorve, y que fue creado en función de las condiciones climáticas de la comunidad de La Venta, en Oaxaca.
Se trata de un aerogenerador resistente estructuralmente debido a que fue pensado para colocarse en el techo de cualquier vivienda de forma segura y económica; actualmente ya son comercializados y su valor oscila entre 50 mil pesos.
Verde Añorve explica a la Agencia Informativa Conacyt que a través de RTO Energy se busca que las comunidades del Istmo de Tehuantepec aprovechen el recurso eólico de la región para la generación de energía eléctrica.
“El objetivo es que se instale en zonas urbanas y rurales. Nuestra visión es contribuir a que en toda la región, donde se cuenta con un recurso eólico muy bueno, cada casa cuente con un equipo instalado generando energía para las viviendas, las empresas y negocios”, declara.
En entrevista, detalla que llegó al proyecto que lideraba el doctor Orlando Lastres Danguillecourt, entonces profesor investigador de la Unistmo, cuando se realizaba el prototipo y mientras cursaba la maestría en ingeniería en energía en el Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por lo que fue involucrándose en el desarrollo.
Una vez que se alcanzó el prototipo y se realizaron las pruebas necesarias, fue que decidió —con respaldo de los investigadores de la Unistmo y de Acciona— emprender el reto de crear una empresa que fabricara aerogeneradores mexicanos de baja potencia y ofreciera el servicio de instalación, mantenimiento y reparaciones.
Por ser un producto desarrollado con tecnología e insumos nacionales, su mayor valor recae en que el servicio posventa está garantizado, debido a que muchas empresas extranjeras venden los equipos y los instalan, pero se olvidan de las necesidades posteriores de los clientes.
“Para la creación del prototipo trabajamos con más de 20 empresas locales a las que les compramos desde un tornillo, los rodamientos o las resinas, así es que más de 95 por ciento de los componentes se adquieren en la economía de la región; por eso tenemos la satisfacción de que trabajamos con el tornero local y a él también le generamos ingresos”, dice entusiasta el joven que actualmente estudia su doctorado en convertidores de baja potencia, que es el sistema que sigue a la generación de energía eléctrica de un aerogenerador.
Tecnología mexicana
Desde hace casi 30 años, el doctor Orlando Lastres se dedica al estudio de la energía eólica, particularmente en el desarrollo de prototipos de aerogeneradores dedicados a la investigación.
Siendo profesor de la Unistmo —actualmente colabora con la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach)— formó parte del convenio de colaboración para crear uno acorde con las necesidades y características de la región.
Los trabajos se desarrollaron en los laboratorios de Energía Eólica y Energía Solar del Instituto de Estudios de la Energía de la universidad, con la participación de profesores y estudiantes de maestría, así como de alumnos que realizan estancias profesionales en la institución.
“Este proyecto fue una preocupación de la empresa para responder la solicitud de la población de abastecimiento energético limpio para la zona. Este es un aerogenerador que se hizo pensando en electrificación urbana, aunque de manera independiente sirve para la electrificación rural, por lo que desarrollamos un prototipo para el pequeño consumidor”, dice.
El aerogenerador de RTO Energy funciona bajo el mismo principio que todos los que se fabrican: con un rotor eólico que capta la energía del viento, con un generador de imán permanente que transforma esa energía mecánica en electricidad y un sistema de control que se encarga de brindar toda la protección.
Un valor adicional —y que lo tiene en proceso de patente— es que en materia de seguridad es totalmente autónomo, debido a que cuenta con un sistema de regulación para que se detenga cuando haya sobrecalentamiento, exceso de vibraciones o de viento.
“Los aerogeneradores que se encuentran en el mercado tienen una palanca de freno para que el usuario lo frene cuando haya un ciclón o mucho viento, pero nosotros en el Istmo siempre tenemos un ciclón, por lo que el aero tiene que ser autónomo, debe tener bajas vibraciones, ser liviano y estructuralmente bien fundamentado y construido”, explica.
El investigador comparte que desde que firmaron la alianza han formado recursos humanos correspondientes a más de 20 tesis de licenciatura enfocadas en diseño de rotores, de su análisis estructural, de simulación estructural de torres y de diseño del sistema de control, de convertidores, tanto conectado a red como de sistemas autónomos, y de cargador de baterías.
Apasionado del tema, el doctor Orlando Lastres señala que a partir de los aerogeneradores producidos por RTO podrían conformar la primera comunidad totalmente eólica en la zona del Istmo.
Responsabilidad social
La empresa española Acciona tiene presencia en Oaxaca con tres parques eólicos instalados en La Venta y Santo Domingo Ingenio, comunidades de más de diez mil habitantes.
Si te interesa conocer más sobre el proyecto, puedes hacer contacto vía Facebook en RTO Energy y al correo [email protected]. |
Como parte de su responsabilidad social, decidió suscribir una alianza con la Unistmo debido a que ofrece la maestría en energía eólica, propuso el acuerdo para el desarrollo de los prototipos y el otorgamiento de becas para la formación académica en la materia, dirigida a la empleabilidad y competitividad laboral en el sureste del país, una de las regiones con mayor potencial eólico.
En entrevista, Claudia Toledo Matus, coordinadora de Relaciones en la Comunidad de Acciona, señala que una de sus preocupaciones era impulsar tecnología para crear aerogeneradores de pequeña potencia por los mismos alumnos e investigadores de la universidad.
En particular, este proyecto consistió en el diseño, construcción y pruebas del prototipo; optimización y rediseño de la góndola y el eje del rotor; el diseño y construcción de un nuevo rotor para vientos bajos y moderados; un sistema de control y convertidor de conexión a la red.
Este primer resultado, indica, puede verse reflejado en que el prototipo de 1.5 kW creado ya brinda de electricidad al centro comunitario de la empresa en La Venta, cubriendo la totalidad de sus necesidades energéticas.
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