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En los próximos 30 años UTE pagará casi US$ 7.000 millones por la compra de energía generada a través de fuentes alternativas. La eólica es la que tiene los contratos por mayores montos.
Según consta en el balance correspondiente a 2015, la empresa pública tiene contratos por US$ 6.926 millones hasta el año 2045.
Los contratos de eólica ascienden a US$ 4.549 millones; los de biomasa a US$ 1.607 millones y los de fotovoltaica a US$ 770 millones.
La empresa pública señala que el período donde debe abonar mayor cantidad de pagos es entre 2021 y 2025. Entre esos años, los contratos a liquidar son por US$ 1.789,6 millones.
A su vez, durante este año UTE deberá hacerse cargo de compromisos por US$ 369,5 millones. Ellos corresponden a US$ 227,6 millones de contratos de eólica, US$ 118,1 millones de biomasa y US$ 25,7 millones de fotovoltaica.
Además, entre el año próximo y el 2020, los contratos por la generación de eólica, biomasa y fotovoltaica son por US$ 1.466,4 millones.
En los períodos comprendidos entre 2036 y 2040 y 2041 y 2045 solamente existen contratos de energía fotovoltaica, ya que los acuerdos de generación de eólica y de biomasa finalizan en 2035.
El documento explicó que los plazos de los contratos varían entre 4 y 30 años, en los que UTE se compromete a adquirir en exclusividad la energía generada por las centrales de generación de energía. Añadió que los costos de conexión de las centrales generadoras a la red de UTE serán de cargo de las empresas, así como las obras de ampliación de esa red.
Indicó que el monto adjudicado a cada uno de los proveedores corresponde a una estimación realizada en función de la potencia y el plazo de contrato indicado en la oferta, por consiguiente en caso de no ser utilizado en su totalidad, no generará ningún derecho a favor del proveedor.
La principal apuesta de la empresa pública es a la generación de eólica con la cual se busca diversificar la matriz energética.
Según información colgada en la página web de UTE, ayer la generación se había producido prácticamente en su totalidad a través de energías renovables.
La eólica correspondió al 43,75% del total, la biomasa al 7,54% y la fotovoltaica a 0,03%.
La mayor generación provino de la represa de Salto Grande con el 47,8% del total.
La empresa ha manejado incluso, que en algunas horas del día se ha cubierto la demanda únicamente con energía eólica.
Según datos del ente hay en el país 38 parques eólicos. Se detalla que 14 cuentan con convenios ya suscriptos, 13 en servicio (entre habilitaciones finales y parciales), seis con resolución de adjudicación, uno con solicitud de ampliación y uno en suspenso.
La intención oficial es que este año puedan generarse más de 1.000 megavatios de eólica.
Solar en problemas.
Dos proyectos de generación de energía solar fotovoltaica se encuentran en problemas. Uno de los parques —con una potencia de 26 megavatios— está ubicado en la localidad de Tomás Gomensoro, en Artigas. Allí, varias empresas local le reclaman al desarrollador —el grupo español Solarpack— se haga cargo de servicios impagos en el desarrollo del emprendimiento.
Solarpack contrató a Dema Solar, otra firma de ese país también establecida en Uruguay para la construcción. Pero Dema Solar no se hizo cargo de los haberes de las empresas uruguayas que contrató como prestadoras de servicios, porque Solarpack no le pagó.
Ahora, las empresas uruguayas buscan un acuerdo con el cual hacerse de las facturas impagas negociando directamente con Solarpack.
El otro parque fotovoltaico está ubicado en Salto y es «El Naranjal». Este emprendimiento tiene una potencia de 50 megavatios y está ubicado en un predio de 150 hectáreas.
El responsable es un consorcio estadounidense que, en este caso también subcontrató a una compañía para hacerse cago de la construcción. Pero según supo El País, la subcontratada paró las obras por falta de pago y también hay atraso en el pago a otros proveedores uruguayos.
La empresa estadounidense ha transmitido oficialmente que reanudará el proyecto a mediados de este mes. Sin embargo, hay preocupación en compañías uruguayas que estiman que correrán la misma suerte que las otras en Artigas.
Obligaciones.
En el balance se expresó que UTE ha celebrado acuerdos con privados en los cuales, entre otros aspectos, los generadores están obligados a instalar y poner en servicio una central de energía eléctrica, con determinada potencia y en cierto plazo, a operar y mantener la central y a vender a UTE en régimen de exclusividad la energía contratada, a un precio fijo por megavatio/hora generado previamente acordado, más el ajuste paramétrico correspondiente también acordado.
Por su parte, UTE asume el compromiso de comprar al generador la energía contratada. En particular, UTE firmó acuerdos con generadores que han instalado parques eólicos y solares fotovoltaicos que venderán energía eléctrica a la empresa pública por un plazo de 20 y 30 años, respectivamente, plazos que se estima coinciden con la vida útil de los parques, señaló la empresa.
Multas por el atraso en pago.
El balance 2015 de UTE señaló que el plazo promedio de cobro de los créditos por ventas de energía eléctrica es de 41 días (38 días en el ejercicio 2014). Para las facturas vencidas se genera automáticamente una multa del 5% del monto de la factura impaga, cuando ésta se paga dentro de los cinco días hábiles siguientes al vencimiento; cuando se paga posteriormente, la multa asciende al 10%. En la factura siguiente a la que se realiza el pago, se calculan recargos, cuya tasa efectiva mensual vigente es 1,1%. Posteriormente al vencimiento y junto con la factura del mes siguiente, se envía carta de aviso de corte y transcurrido un plazo de 10 días hábiles sin efectuar el pago de la deuda, se procede al corte del suministro, explicó el ente.
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