Aceptación social de la energía eólica

REVE

Alcaldes, empresarios y organizaciones sociales tuvieron ocasión de debatir en la sede de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) sobre las recetas para mejorar la aceptación social de la eólica. Aunque España es uno de los países de Europa en los que el sector tiene mayor aceptación, siempre hay espacio para la mejora. Tres ingredientes destacaron por encima de los demás: la necesidad de transparencia desde el principio de los procesos, la coherencia del discurso y el compromiso real con las comunidades locales.

Bajo el título La aceptación social de la eólica en los municipios españoles, la mesa redonda propició el intercambio de experiencias entre diferentes jugadores del sector. Jaume Morrón, gerente de la asociación eólica catalana EOLICCAT, abrió fuego haciendo hincapié en los fracasos catalanes que, a su juicio, se deben a dos factores muy claros: la falta de seriedad de algunos proyectos y la ausencia de liderazgo por parte de las administraciones. “Por eso el resultado ha sido malo”, indicó. Cataluña cuenta con tan solo 47 parques, y representa poco más del 5% de la potencia instalada en España.

Valentín García, alcalde del municipio navarro de Falces, y Joaquín Gimeno, ex alcalde y concejal del aragonés Fuendetodos, coincidieron en señalar la importancia económica de la eólica para los municipios que saben repartir la riqueza que aporta. Asimismo, destacaron la necesidad de que las empresas se involucren en la vida de los pueblos para tener una mejor imagen entre los vecinos.

Gregorio Álvarez, consejero delegado de Ibereólica, fue tajante: “Es vital tener credibilidad en la zona en la que instalas un parque, no mandar a cualquier representante, sino a la mejor gente, y hacer ver a los vecinos que no se benefician directamente que detrás de los parques hay algo más”. En este sentido, mencionó algunas de las iniciativas puestas en marcha por su empresa allá dónde se instala, sea en España o en el extranjero, como son los talleres de participación ciudadana o la obligación de que todos los trabajadores de los parques sean de la zona o se empadronen allí, entre otras cosas.

Esta mesa redonda formó parte de un evento para difundir WISE Power, proyecto paneuropeo que tiene como objetivo mejorar la involucración a nivel local y el apoyo a los parques eólicos y aumentar la participación de las comunidades locales en la planificación y ejecución de los proyectos.

Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas de AEE, explicó que en España la eólica ha tenido tradicionalmente mucha más aceptación que en países como Reino Unido, Holanda o Bélgica. No obstante, siempre es importante estar preparado.

Con este fin nació WISE Power, para establecer una estrategia común y dar con las medidas adecuadas que, una vez adaptadas a la situación del país en cuestión, facilite la labor de las empresas. Los pilares básicos en lo que se centran las hojas de ruta planteadas para aumentar la aceptación social son proporcionar información a las comunidades, mayor compromiso de las empresas y las autoridades, distribución de beneficios y financiación innovadora.

Los factores que contribuyen a un proceso de beneficio para todos son:

  • Compromiso inicial y comentarios
  • Comprensión de la dinámica de la colectividad
  • Gestionar las expectativas muy tempranamente – explicando el proceso de planificación y el calendario esperado
  • Reconocimiento de todos los elementos de apoyo y de oposición, incluidos los beneficios económicos a corto y largo plazo.

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