Acuerdo satisfactorio en el cierre de la COP12

REVE

Los resultados serán llevados a la 21ava Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Cmnucc), que se realizará en París en diciembre, para ser incluidos en la agenda.

La Conferencia de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (Cnuld) terminó hoy como se había calculado, con resultados que, de acuerdo a la secretaria ejecutiva de la Cnuld, Monique Barbut, son satisfactorios para todos los países miembros de esta convención que durante mucho tiempo fue ligada exclusivamente a Africa, pero que se ha abierto a los continentes del mundo tomando en cuenta que de  los 194 países miembros, 169 de ellos presentan problemas de degradación y desertificación, la forma más aguda de erosión de la tierra.

Bolivia es uno de los países más afectados de Sudamérica. De acuerdo a datos de la FAO, cuenta con alrededor del 82 por ciento de tierras de pastos y bosques, estando afectada por erosión eólica (35 por ciento) e hídrica (45 por ciento). La erosión que afecta al país tiene gran impacto en la economía y es causada por la deforestación, sobrepastoreo y mal uso de la tierra.

Los resultados de esta convención no son vinculantes, es decir no son obligatorios, pero ponen la piedra fundamental para lograr la Neutralidad de la Degradación de la Tierra (LDN por sus siglas en inglés). Este concepto, que es el punto 15.3 de la agenda de Desarrollo Sostenible para el 2030, tiene como objetivo neutralizar la degradación de las tierras erosionadas en el mundo, para poder asegurar el alimento a las generaciones futuras.

El alcance de la Cnlud llega a los cinco continentes, por ello es que, por consenso, los países que asistieron a esta reunión (aunque no estuvo Bolivia), se pusieron de acuerdo para definir que el tema de la LDN debe entrar en la agenda de los gobiernos de forma global.

Además coincidieron en que la LDN es una forma fundamental de lucha contra el cambio climático, y que se debe monitorear la implementación de la LDN para lo que se dispondrá de financiamiento provisto por la CNLUD, bajo el paraguas de lo que se ha llamado «Iniciativa de Ankara», que empezará con un fondo de cinco millones de dólares, y que se irá incrementando con los aportes del sector privado.

Monique Barbut dijo que este dinero es «más que suficiente para que los países afectados puedan monitorear el estado de sus tierras, y que para la lucha contra la degradación, es decir la implementación del LDN, se quiere lograr un fondo de alrededor de 2 billones de dólares que provendrá en parte del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, el sector privado y países donantes y que se hará efectivo desde el próximo año». Esta iniciativa será  fiscalizada por el gobierno de Turquía (que tiene la presidencia de la Cnlud hasta el 2017) y la Cnlud.