China colabora para expandir energía eólica en norte de Argentina.

Oportunidad para Catamarca

REVE

El crecimiento de las energías renovables y limpias en la Argentina ha sido hasta ahora muy lento, al punto que la incidencia de este tipo de energía en comparación con la producción total es ínfima, prácticamente inexistente, pues apenas llega al 1%. Actualmente el 87% de la generación eléctrica en la Argentina se obtiene quemando combustibles fósiles. El resto lo completan la energía nuclear y las grandes centrales hidroeléctricas.

Esta matriz de producción energética en el país deberá modificarse progresivamente a partir de la ley aprobada días pasados en el Congreso de la Nación, que, además de establecer un régimen de promoción fiscal, fija metas precisas para el crecimiento de las energías renovables: en dos años el porcentaje respecto del total deberá crecer al 8%, y en 2020 al 20%.

Se entiende por energía renovable, en el contexto de la iniciativa aprobada, a la que generan el viento, el sol o las pequeñas centrales hidroeléctricas, entre otras fuentes denominadas alternativas.

Según analizan los especialistas, se trata de un avance importante en tanto obliga por ley de la nación al diseño de políticas expansivas de este tipo de producción de energía, aunque no faltan las voces críticas respecto de que las metas deberían ser más ambiciosas, considerando el potencial nacional, particularmente en lo que se refiere al desarrollo de la energía solar y eólica, es decir, la que se genera a partir del viento.

Esta última es la que hoy presenta un crecimiento más importante. Los principales parques eólicos se encuentran en Chubut y La Rioja.

En cuanto a la energía solar o fotovoltaica, los principales parques de producción están en San Juan y San Luis.

Aunque en los últimos años se han formulado anuncios y desarrollados algunas experiencias no demasiado importantes, nuestra provincia se halla bastante rezagada en comparación con el enorme potencial que tiene tanto en materia de energía eólica como solar.

Quizás incida en este escaso desarrollo los altos costos que implica la puesta en marcha de proyectos de envergadura, aunque luego esas inversiones se amorticen rápidamente. Según calculan los especialistas, la utilización de energías renovables en vez de la que se origina en los combustibles fósiles, permitirá ahorrar en los próximos diez años más de 40.000 millones de dólares.

Pero como las metas de crecimiento han sido establecidas esta vez por una norma de alcance nacional, es de esperar que los proyectos para radicación de emprendimientos de este tipo en nuestro territorio tengan el financiamiento adecuado en el corto plazo.

Catamarca, por sus características naturales, está llamada a cumplir un rol protagónico en la nueva etapa que se abre en el país en materia de producción de energías renovables a partir de la sanción de la nueva ley. El gobierno que asuma el 10 de diciembre, no importa cuál sea su signo político, deberá estar a la altura de las circunstancias, y gestionar las inversiones que sean necesarias para no desaprovechar las oportunidades que se abren.

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