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Aunque el sector energético colombiano como está hoy en día es credencial para mostrarle a los 34 países miembros de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) el reto todavía está en hacer viable la generación de energía renovable y limpia, acorde a los mandatos internacionales.
Jorge Valencia Marín, director de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), le explicó a EL COLOMBIANO que el sector ha venido incorporando nuevas tecnologías en generación, optimizando recursos y usando energía eólica, solar, baterías de gran formato e investigando en geotermia, por ejemplo. “El país se ha venido preparando para aprovechar estos recursos en la medida que existan condiciones de mercado y puedan ingresar a la matriz energética”, destacó Marín.
Desde la planeación del negocio energético colombiano se han dado señales hace un par de años, en cómo deberían hacerse los desarrollos en la red de transmisión y todo el parque de generación para que el país aproveche estos recursos.
La idea es que se innove para aprovechar mejor los recursos, no solo desde la oferta sino desde la demanda (consumo), donde la gente pueda estar mejor informada para hacer un uso más inteligente.
Por el lado de la oferta, solo en generación eólica la Upme tiene solicitud de conexión de 3.000 megavatios (MW) donde la capacidad instalada actual del país es de los 16.000 MW (incluido Hidrosogamoso). “Si se llegan a concretar estas solicitudes se puede hablar de un 20 por ciento de toda la capacidad energética nacional, generada solo con eólica”, recalca el director general de la Upme.
Sin embargo, la Ocde no tiene mandatos en el tema de energías renovables, hay pautas en lo ambiental pero no hay requisitos porque los principios son propender por la sostenibilidad.
Desde el organismo internacional se sugiere que la regulación de la energía limpia motive e impulse estos propósitos, “donde es clave el uso de incentivos económicos para que estos negocios funcionen, porque así puede volar solos, además de desinsentivar generación de energía poco eficiente”, explicó por su parte Catalina Crane, embajadora de Colombia ante la Ocde en Francia.
Este grupo de países con mejores prácticas tiene un principio en lo ambiental, que el que contamine debe pagar y por ende lo debe incorporar en sus costos del negocio. “Es el gobierno quien asume el control y debe sancionar, eso cuesta pero no lo debe pagar el Estado, debe ser la empresa la que lo debe hacer. Esta puede ser una mezcla sana para la generación de energía sostenible”, añadió Crane.
La Ocde no se mete en mandatos pero la organización en sí misma sirve para enseñar respecto a buenas prácticas, en una especie de centro de conocimiento, al replicar lo que hacen países europeos en la generación de energía limpia, por ejemplo.
Ya como ejemplo empresarial de este reto de país lo tiene Celsia, que según su presidente Ricardo Sierra, la compañía cree en la energía solar el tema solar y la eólica como fuentes renovables de generación a futuro.
Celsia apuesta por la generación de energía renovable como parte de su visión de mercado, por eso incorporó la generación y distribución de energía fotovoltaica, con clientes en el Valle del Cauca y Antioquia, donde tiene la meta de crecer a cinco años. Hoy invierte 7.000 millones de pesos al año en ciencia, tecnología e innovación. Para 2016 esta cifra subirá hasta los 20.000 millones de pesos. Para la compañía, innovar es la mejor forma de obtener eficiencia energética, esa es su apuesta de mediano plazo para ganar segmento de mercado.