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China y América Latina deben cooperar para promover el desarrollo de las energías renovables ya que ambas partes están experimentando similares fases de desarrollo, afirmó el ministro de Ciencia y Tecnología chino, Wan Gang.
«Ambos necesitamos desarrollar las energías renovables y podemos cooperar y apoyarnos mutuamente para promover el desarrollo en esta materia, para reducir las emisiones de CO2 y para construir un mundo mejor», dijo Wan a Xinhua el jueves en una entrevista realizada después de que concluyera la Sexta Reunión Ministerial de Energía Limpia en Mérida, en el este de México.
El consumo chino de energía se ha incrementado desde 1.500 millones de toneladas equivalentes de carbón en 2001 a 3.760 millones en 2013, cifra que representa una tasa de crecimiento anual del 8 por ciento.
«China es el mayor consumidor de energía en el mundo, principalmente debido a la enorme población y al vasto territorio. China, sin embargo, ha venido invirtiendo en la investigación de energía limpia durante mucho tiempo», manifestó Wan.
«Las industrias de energías limpias se han desarrollo muy rápido en China desde que empecemos a investigar a comienzos de este siglo. El Gobierno también facilita la industria con políticas de apoyo a las manufacturas y aplicaciones de los equipos de energías limpias», destacó.
Además de ser el mayor productor mundial de equipos de energía solar, China ocupa el segundo lugar en cuanto a capacidad solar instalada y se prevé que ascienda al primer puesto al finalizar el presente año 2015.
Al tiempo, la capacidad instalada de generación de energía hidroeléctrica supone hasta un cuarto del total mundial. Su capacidad eólica instalada también es la mayor de todo el globo.
Wan afirmó que el desarrollo de las energías limpias también se enfrenta a algunos retos, como la mejora más intensa de la calidad, el incremento de la escala de aplicación, el refuerzo de la investigación y la reducción de costes.
El ministro apuntó que la investigación y el desarrollo deben cooperar plenamente con el proceso de industrialización.
El desarrollo de los coches eléctricos es un ejemplo de un caso real, aseguró. China comenzó a promover la investigación en 2008 y, a la altura de 2013, el coste de la batería se había reducido un 50 por ciento, a la vez que se había doblado la densidad de energía.
«La producción masiva puede ayudar a incrementar la automatización y la eficiencia de la duración de la batería», enfatizó.
Promover la investigación básica y explorar las fronteras de la ciencia y la industrialización puede contribuir a reducir costes y a mejorar la fiabilidad y la durabilidad de los productos con una escala en expansión.
Por lo tanto, Wan dijo que el Gobierno debe promulgar una serie de políticas que cubran todos los procedimientos importantes, como la investigación, la producción y la aplicación para facilitar el desarrollo de la industria de las energías limpias. Todos los países deben demostrar una «convicción real» si se va a progresar hacia una energía limpia, señaló Wan.
Para reducir los gases causantes del efecto invernadero, los países tienen que recortar el uso de los combustibles fósiles, afirmó el ministro, exhortando a los gobiernos a que promuevan las energías limpias como fórmula para llevar las emisiones de CO2 a niveles aceptables.
En los últimos 10 años, China ha promovido sistemas de transporte público que usan las fuentes de energía renovable, subrayó.
La Sexta Reunión Ministerial de Energía Limpia, un foro de dos días para impulsar la cooperación en materia de energías limpias entre los países, también perfiló las estrategias para la próxima conferencia de la ONU sobre el cambio climático, que se realizará en París, Francia, a finales de este año.