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El subsecretario de Industria criticó ayer que Canarias impide el desarrollo de las energías renovables, a la vez que destacó las condiciones «inmejorables» de las Islas para ello.
La I Cumbre Internacional de Energías Renovables CAN 2015 celebrada ayer en Tenerife no escapó a la falta de entendimiento entre el Gobierno central y el canario. Fueron testigo de los representantes de las regiones ultraperiféficas (RUP) de la Unión Europea -Azores, Martinica, Reunión, Madeira, Guadalupe y Canarias-. Si el presidente del Gobierno autonómico, Paulino Rivero, abrió la reunión apuntando a objetivos de futuro de penetración de las energías limpias en un 30%, desde el punto de vista del Estado si en el Archipiélago no se ha hecho todavía más sólo es debido a su «maraña administrativa».
El subsecretario de Estado del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Enrique Hernández Bento, asegura que es la «inseguridad jurídica» lo que frena el desarrollo de las renovables en el Archipiélago.
Durante su intervención en la inauguración de la cumbre, Bento destacó que cuando algunas autonomías han tenido una producción en 2014 de energía eólica superior a los 5.000 megawatios, en Canarias ha sido solamente de 164, cuestión que no achaca a las medidas del Estado. De hecho, aseguró que en 2013, la producción energética a través de energías renovables fue de 7,7% en Canarias frente al 43% de la Península, y ello pese que las Islas tienen unas condiciones «inmejorables» para su desarrollo, recogió Europa Press.
En ese mismo sentido, el presidente de la Asociación Canaria de Energías Renovables (Acer), Enrique Rodríguez de Azero, dejó claro su desencuentro con las instituciones y pidió acabar con las «políticas malthusianas» y «frenar» la burocracia» que obliga a los empresarios a presentar «un papel tras otro papel».
Inseguridad
En su intervención reclamó un «marco estable» para acabar con la «inseguridad jurídica» que está generando una «marca equivocada» de España en el exterior, e insistió en que las renovables «no son un gasto sino una inversión y un ahorro».
Pese a los avances de España en esta materia, puso como ejemplo de planificación energética a Hawai, que prevé llegar al 100% de la producción a través de renovables en 2040, por lo que pidió objetivos «ambiciosos» para las RUP. En su opinión, el sector ha alcanzado la «madurez» en el desarrollo tecnológico y representa el «éxito» de la sociedad del conocimiento, y pronostica un crecimiento «imparable» ya que una vez se amorticen las instalaciones, será «la energía más barata del mundo».
Rivero, por su parte, defendió la apuesta de su Ejecutivo y de «la mayoría de los canarios» por el desarrollo sostenible aunque sin olvidar el turismo, que pese a su «desarrollismo excesivo», ha permitido mejorar la calidad de vida de los isleños.
Según el presidente, el turismo «es una bendición» para Canarias porque es su principal fuente de riqueza, pero planteó como «nuevos retos» impulsar un desarrollo «ordenado y reglado» que implique además un «compromiso» de nuevos hábitos de vida por el «conjunto» de la población. «Creemos en un modelo de desarrollo sostenible y limpio en el que las energías renovables no sean solo un complemento, sino una alternativa real a los sistemas de generación y explotación tradicionales», explicó.
El vicepresidente de Madeira, Joao Cunha, apoyó el «compromiso» de desarrollo sostenible de las RUP, aunque criticó que la Unión Europea no dé un «trato diferente» a estos territorios, que tienen «más obstáculos» que los del continente.
Cunha planteó que el objetivo de su archipiélago es llegar al 50% de producción de renovables en 2020, y criticó que la UE demande el uso del coche eléctrico cuando es «inaccesible» en territorios como las RUP.
Por su parte, el representante de Reunión, Philippe Jean-Pierre, incidió en que las RUP se enfrentan al «cambio climático y el déficit energético», y señaló que pueden ser el «laboratorio» de la UE para poner en marcha medidas que puedan ayudar a lograr mayor seguridad.
Ha dicho que son la «punta de lanza» de la UE y una «plataforma de experimentación» para buscar soluciones que puedan servirle al continente y que pasen por asegurar la producción de energía y aumentar la eficacia.