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Eólica en Panamá: Aerogeneradores de Goldwind para Parque Eólico de Penonomé.
La política energética de Panamá está encaminada a un aumento de la generación de energías renovables, como la eólica o la energía solar, para limitar la dependencia en la energía hídrica y térmica, indicó Fernando Vargas, jefe de la Unidad de Gestión Ambiental de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP).
El potencial eólico de Panamá es alto, si se toma en cuenta los múltiples proyectos que se han estado desarrollando en el país en los últimos 10 años.
Actualmente existen seis proyectos en construcción que proveerán 394 MW; otros tres proyectos en diseño final (que esperan aprobación para empezar) que contemplan la generación de 380 MW y 17 proyectos con licencia provisional (que se renueva cada año y que indica que están en el proceso de estudios de factibilidad) y que tendrían una capacidad de generación de 1,219.6 MW, indica la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP).
Las energías renovables como la eólica son estacionales porque dependen del viento de despacho inmediato y tienen la ventaja de tener paso expedito para ingresar al sistema nacional. Así como también la oportunidad de ser contratados por por parte del Estado a través de las licitaciones.
Sin embargo, muchos de los inversionistas están en espera de que crezca la capacidad de transmisión de energía en Panamá con la tercera línea de transmisión que se tiene prevista funcione en 2016.
Así lo señaló, Manuel Armijo Villarreal, presidente de la empresa Luz Eólica de Panamá, que mantiene un licencia provisional para un proyecto ubicado en Quijada del Diablo, Gualaca, provincia de Chiriquí y que generaría 150 MW.
Los aerogeneradores de Goldwind aprovecharán los vientos de 35 km por hora que soplan en Penonomé, para suplir energía eólica.
En los Llanos, corregimiento de El Coco, cerca de Penonomé, cientos de imponentes aerogeneradores con aspas, que recuerdan a los viejos molinos de viento, se divisan desde la carretera Interamericana. Las estructuras son parte del primer parque eólico de Panamá y el más grande de Centroamérica.
La visión de las torres, asentadas en pedestales de 90 metros, más altos que cualquier edificio de la vecina ciudad penonoméña, asombra a los lugareños, que, desde el inicio del proyecto, en septiembre del 2011, no dejan de apostarse en las aceras para mirar a los gigantescos cilindros.
Con una inversión de $570 millones, este parque eólico, que va por su tercera fase, tendrá una capacidad para generar hasta 270 mega vatios (MWh) de energía limpia en el segundo cuatrimestre del año 2015, informó Rafael Pérez-Pires, director de la empresa Unión Eólica Panameña (UEP), a cargo del proyecto.
La capacidad del parque representa entre un 6% y un 7% de la energía que demanda el mercado panameño y permitiría suplir el consumo de 100,000 familias, más de medio millón de personas, indicó Pérez-Pires.
El Parque Eólico de Penonomé, de capital español, contempla cuatro fases con capacidad total de 337 MWh.
La primera fase (apodada con el poético nombre Rosa de los Vientos) tiene un costo de $140 millones, mientras que la construcción y operación de la segunda (Marañón) y tercera fase (Portobello) del proyecto, a un costo de $430 millones, han sido financiadas por InterEnergy Holdings, de República Dominicana, socio mayoritario de UEP.
El aporte de la compañía puertorriqueña fue complementado con un préstamo de $300 millones del International Finance Corporation (IFC), miembro del Grupo del Banco Mundial.
En tanto que la cuarta fase (Nuevo Chagres) del proyecto se estima en $120 millones, informó Pérez-Pires.
AEROGENERADORES
Con 22 turbinas eólicas instaladas y conectadas al Sistema Nacional en diciembre de 2014, el parque eólico está generando actualmente, en su primera fase, 55 MWh, equivalente al consumo de energía anual de unas 20 mil familias.
Cada uno de estos aerogeradores tiene un costo aproximado de $5 millones.
En estos momentos se realizan los trabajos para la instalación de las 86 turbinas que formarán la segunda y tercera fase del proyecto, que aportarán un total de 215 MWh adicionales.
POTENCIAL
El potencial eólico de Panamá es muy alto, pero un sistema eléctrico no puede depender de un solo tipo de energía, señaló Pérez-Pires.
El inversionista explicó que la energía eólica es verde, barata, competitiva, pero es casi impredecible porque depende del viento.
De acuerdo con las autoridades, para el 2016, el país contaría con, con unos 400 MWh instalados de energía eólica, es decir el 20% o 25% de la generación del plantel.
El costo de inversión de un parque eólico es de entre $1.5 a $1.7 millones por MWh instalado, mientras que los proyectos hidráulicos están por el orden de los $3 millones por MW instalado.
A finales de 2014, la capacidad mundial instalada de energía eólica ascendía a 370 gigavatios, generando un 5% del consumo de electricidad mundial. Dinamarca genera más de un 25% de su electricidad con energía eólica, y más de 80 países en todo el mundo la utilizan de forma creciente para proporcionar energía eléctrica en sus redes de distribución. En España la energía eólica produjo un 21% del consumo eléctrico en 2013, convirtiéndose en la tecnología con mayor contribución a la cobertura de la demanda, por encima incluso de la energía nuclear.
Son varios los beneficios que esta tecnología amigable con el ambiente ha aportado a la comunidad de El Coco, en Coclé.
Uno de los puntos más atractivos es que no contamina el ambiente con ruido, lo que permite que se desarrollen otras actividades cercanas.
Diversos sectores de la provincia recibirán un impacto positivo con esta inversión.
Otra de las ventajas de los parque eólicos es que la tierra se puede seguir usando para sembrar o para la ganadería, señala Rafael Pérez-Pírez, director de Unión Eólica Panameña.
En este caso los terrenos son alquilados por $6,000 anuales por cada aerogenerador que solo ocupan un cuarto de hectárea. Los propietarios de los terrenos pueden seguir con sus actividades, como siembra de arroz, ganadería, entre otras.
El proyecto ha pagado al Municipio de Penonomé $800 mil en concepto de permisos de construcción, que, además, involucra a la comunidad pues el 90% de la mano de obra civil es local y de áreas aledañas.
Otro de los sectores beneficiados será la educación superior especializada, pues la inversión demandará nuevos profesionales técnicos, señaló Félix Tejeira, director del Centro Regional de la Universidad Tecnológica de Panamá.
Desde la Interamericana a la altura de El Coco, hasta las 19 hectáreas donde están los aerogenadores hay unos seis kilómetros. Los primeros tramos son de asfalto, los últimos son de piedra suelta. A ambos lados de la carretera viven familias de clase media y alta. Pasando el poblado hay cultivos de arroz y ganado pastando.
El turismo también podrá desarrollarse en este lugar por donde actualmente solo transitan los trabajadores.
En este camino se podrían instalar facilidades para los viajeros y turistas, como negocios de comida, artesanías, rutas de transporte, entre otras facilidades que generarían ingresos.