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«Las energías renovables, eólica y energía solar, serán el motor de la economía del mañana», sentenció Adnan Z. Amin, director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena, por sus siglas en inglés), frente a más de mil delegados de 124 países, más la Unión Europea. La mayoría de estos países son representados por sus ministros de Energía.
Ellos saben que el futuro es la energía renovable. Por eso estaban ahí. Reunidos en Abu Dabi, en el corazón de Oriente Medio, en un lujoso hotel de la paradisiaca costa del Mar Arábigo.
Y es que este fin de semana se llevó a cabo la V Asamblea de Irena en la capital de Emiratos Árabes Unidos.
Previamente habían decidido que entregarían la presidencia de este organismo intergubernamental a Japón.
Aquí mismo llegó el ministro de Exteriores de Japón, Yasuhide Nakayama, acompañado del ministro de Economía, Comercio e Industria japonés, quienes fungirán durante todo 2015 como presidentes de Irena.
La estafeta la recibieron de México, representado por la Secretaría de Energía y en esta asamblea, por el subsecretario de Planeación y Transición Energética, Leonardo Beltrán.
Me tomó por sorpresa. No sabía del grado de involucramiento de México. Mis amigos del organismo internacional me sacaron de dudas. Por vez primera se abre a medios la plenaria de esta organización.
Y miren que se trata de la máxima autoridad mundial en materia de energías renovables.
Justamente su misión, su razón de ser, es acelerar la expansión global del uso de estas energías limpias, dando soporte a los países miembros para transitar hacia una economía renovable.
Amin tenía razón: las energías renovables son el futuro de la economía mundial. Hoy, todavía el petróleo sigue en el ajo, pero sus fuerzas merman.
El propio Adnan Z. Amin lo puntualizó en la asamblea : el uso del petróleo como combustible para la generación de energías ha decaído substancialmente en las últimas décadas.
Hoy se sitúa por debajo de 5% del total del suministro eléctrico global. Muy lejos del 25% de principios de los 70.
Este dato es clave para entender por qué el desplome de los precios actuales del petróleo no afectan substancialmente la competitividad de las energías renovables.
Y es que las ventajas que ofrecen estas energías sobre el uso del petróleo van más allá del cuidado del medio ambiente, que en sí ya es bastante.
Ofrecen además la certeza de un recurso que no se agota, sino que se renueva constantemente, como el Sol o el viento. Eso desincorpora el factor de la fuerza que en el siglo pasado se ha utilizado para tener el dominio de territorios con oro negro. Sí. El Sol llega para todos.
Ofrece paralelamente una seguridad energética. ¿Qué quiere decir esto? Significa que la renovación constante del recurso garantiza su permanencia. Además, a los países les permite no depender de otros en este rubro. Al menos no tanto.
Este año, en la V Asamblea, se dejó en claro que uno de los grandes desafíos de la Agencia será el de convencer a bancos y capitales en invertir en estas tecnologías que transforman los elementos naturales en energía, como los paneles fotovoltaicos o los molinos eólicos.
Esto porque lo caro de las energías renovables es la tecnología, no la obtención del recurso, como el petróleo. El Sol es gratis para todos, pero la instalación de los paneles no. La ventaja es que el mantenimiento es mínimo, comparado con los de los combustibles fósiles.
La agencia le da la solidez, el conocimiento y el apoyo a los países para obtener los recursos financieros e invertir en su futuro.
De hecho, la Agencia creó, junto con el gobierno de Abu Dabi, el Fondo para el Desarrollo, que recibe solicitudes de los países miembros de Irena y escoge cinco grandes proyectos de infraestructura para generar energías renovables, para apoyarlos con recursos.
Este año, los apoyos se fueron a Argentina, Cuba, Irán, Mauritania y a la isla de San Vicente y las Granadinas, cuyos proyectos resultaron los más convincentes del jurado. Y esto apenas empieza.
Sólo así se conseguirá el objetivo social de democratizar el acceso a la energía, que tanta falta hace en remotas regiones de África, América Latina o concretamente México.
La buena noticia es que los avances se dan aceleradamente, lo que hace que cada año se abata el costo de las tecnologías limpias, que se han reducido dramáticamente, mientras que los mecanismos para financiarlas no dejan de crecer. Sólo en 2014 fue de 40 billones de dólares. El doble que 2013.
No es extraño entonces que la sede de Irena sea una potencia petrolera, como lo es Abu Dabi.
Alguna vez lo dijo el emir del vecino Dubái y primer ministro de Emiratos Árabes Unidos: se trata de hacer una economía que proteja al ambiente, y un ambiente que promueva el crecimiento de la economía.
Sí , un nuevo modelo. Un nuevo motor. El motor del futuro.
Financiamiento
La Agencia Internacional de Energías Renovables y el Fondo Abu Dabi para el Desarrollo financiarán cinco proyectos en países en desarrollo:
Argentina: Se aportarán 15 millones de dólares para una central minihidráulica en Nahueve, provincia de Neuquén; proporcionará un suministro estable de energía eléctrica y bombeará agua potable y de riego para los habitantes de Nahueve. En total se beneficiarán más de 22 mil 500 personas. Cuba: Un préstamo de 15 millones de dólares se destinará a un proyecto de energía solar de 10 megavatios. Al menos cinco mil 300 personas serán beneficiadas. Según el Fondo Abu Dabi para el Desarrollo «el proyecto proporcionará estabilidad energética, demostrará la viabilidad de la energía renovable en el país, creará empleos y ayudará al medio ambiente». Irán: Seis millones de dólares serán proporcionados para crear una planta de energía geotérmica en Ardebil. Será la primera planta en su tipo y se prevé que produzca cinco megavatios, que servirán para calentamiento local, la agricultura en invernadero y la piscicultura. Se espera que unas 150 mil personas se beneficien de este proyecto. Mauritania: Seis millones de dólares serán utilizados para un proyecto híbrido, pues se instalarán diez plantas de energía solar y aerogeneradores en pueblos de pescadores. San Vicente y las Granadinas: Un proyecto geotérmico que generará 10 a 15 megavatios recibirá un préstamo de 15 millones de dólares. El propósito es conectarlo a la red de energía para proporcionar electricidad constante para todo el país, y se espera que influya en el despliegue de proyectos geotérmicos adicionales en el Caribe. Toda la población del país (104 mil personas) será beneficiada.
http://www.irena.org/DocumentDownloads/Publications/IRENA_RE_Power_Costs_2014_report.pdf
http://www.irena.org/DocumentDownloads/Publications/IRENA_RE_Power_Costs_Summary.pdf
https://www.evwind.com/2015/01/18/irena-coste-de-energias-renovables-es-competitivo/