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De acuerdo con el estudio Climascopio 2014, financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el departamento del Reino Unido y la agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la capacidad de energía limpia creció más del doble en los países en desarrollo, con tecnologías igual de competitivas en precio, que en los países más ricos.
México se encuentra entre los diez países en desarrollo con mejores avances en utilización de energías renovables, cuya instalación creció más rápido que en los países desarrollados.
México obtuvo el octavo lugar entre los 55 países evaluados. Sin embargo, su punto débil, dice el informe, es que el sector eléctrico es manejado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que deja poco espacio para nuevos inversionistas.
La investigación destaca que las reformas en marcha aprobadas en México podrán destrabar, para 2016, nuevos proyectos eléctricos, incluidos los de energía limpia, ya que se pondrá fin al monopolio en el segmento de generación, que facilitará la entrada de productores privados.
“Hay amplias reformas en marcha que permitirán a las empresas privadas tener una participación mucho mayor en el segmento de generación. Los cambios sugeridos establecerán un operador de la red independiente, crearán un mercado mayorista de electricidad y otorgarán permisos a las empresas privadas para comercializar y vender electricidad”, detalla.
Climascopio 2014 destaca que México está a la vanguardia en las iniciativas de manejo de los gases de efecto de invernadero, ya que en enero pasado el gobierno federal introdujo un impuesto al carbono, y está considerando la instauración de un sistema de comercialización de emisiones para lograr alcanzar la meta de reducir las emisiones en 30 por ciento para 2020.
No obstante, el reporte del BID señala que México no tiene las regulaciones finales, respecto de cómo cada empresa debe presentar sus créditos de reducción de emisiones localmente, certificados y verificados.
Climascopio 2014 resalta que México tiene la segunda economía más grande de Latinoamérica y el segundo mercado de energía limpia en términos de magnitud de toda la región.
“FUERTE COMPETIDOR”
En 2013 contaba con 3.4 gigawatts de capacidad renovable hidroeléctrica no de gran escala, lo que representa 5 por ciento del total de los 64.5 gigawatts del país.
Además, en el mismo año se invirtieron 2.2 millones de dólares en el sector, de los cuales 1.6 se destinaron al financiamiento de nuevos proyectos y, mientras las reglas del mercado siguen siendo redefinidas, la capacidad sigue en aumento.
En 2013, las energías renovables representaron 18 por ciento del total generado. Ese año se agregaron 2.4 gigawatts de centrales de ciclo combinado a gas natural, lo que representa la gran mayoría de la capacidad total.
Aunque la energía limpia creció a una velocidad inferior en 2013, representó un aumento de 13 por ciento respecto a 2012, principalmente en energía eólica, “la insignia de México en el sector de energías renovables, ya que puede competir con las fuentes convencionales”, pues se espera que el país se apoye en ese tipo de energía para alcanzar su objetivo de obtener 35 por ciento de electricidad a partir de fuentes limpias para 2024.
Según el informe, ya que las tarifas de electricidad han tendido a subir, registrando un crecimiento de 4.3 por ciento anual entre 2006 y 2013, se crea “un fuerte incentivo para la adopción de soluciones de energía limpia distribuida para aprovechar las políticas de medición neta vigente en el país”.
El informe Climascopio 2014 ofrece el panorama más extenso de las energías limpias en 55 mercados de África, Asia, América Latina y el Caribe.
Los diez países con mejores avancen son China, Brasil, Sudáfrica, India, Chile, Uruguay, Kenia, México, Indonesia y Uganda.
China ocupa el lugar número uno en la fabricación de equipos de energía solar y eólica en el mundo, y la demanda del mercado más grande para esos equipos, seguido de Brasil, país que impulsó a las naciones de América Latina y El Caribe a convertirse en un destino de inversión de energía limpia.