REVE
YPF ha comenzado a trabajar en un proyecto de energía eólica para cubrir sus necesidades de abastecimiento de energía eléctrica en sus yacimientos de Chubut.
Aníbal Verdier, gerente del Programa SUSTENTA, sostiene que “uno de los objetivos fundamentales del mismo apunta a la diversificación económica y productiva de la región en la que estamos. Hoy somos petróleo-dependientes y debemos empezar a buscar alternativas que, en materia de energía, tenemos grandes potenciales en el viento y en el mar. Empezamos este año a evaluar todas las alternativas de generación eólica, pensando qué proyectos se pueden `apalancar´ a través del Programa, apuntando a utilizar la capacidad instalada para que las mismas empresas que hoy hacen operación y mantenimiento en el campo petrolero, puedan también operar y mantener parques eólicos o fabricar partes y repuestos para este sector”.
Paralelamente, YPF cuenta con una división dedicada al manejo de la energía eléctrica, para la administración de sus propios consumos energéticos.
En ese marco había iniciado una serie de evaluaciones, en los últimos dos años, sobre velocidades y características de los vientos en Cañadón León y en Manantiales Behr, instalando dos torres de medición para tal fin. “Hoy estamos analizando los resultados y evaluando alternativas de generación propia en Chubut, sobre todo en donde hay posibilidad de instalar un parque eólico que, por los resultados obtenidos, sería Manantiales Behr”.
Potencial para crecer en energías renovables
Ismael Retuerto, directivo de NRG Patagonia, pondera que la empresa nació “hace 7 años con la exclusiva finalidad de dedicarse a la energía eólica, con el proyecto de desarrollar un equipo con dos diseños, confiando en el despegue en la Argentina de una industria eólica; estamos convencidos y el tiempo así lo ha demostrado, de que Argentina puede hacer un camino positivo y estamos dispuestos a jugar un rol importante en este campo. En este caso, tomando en cuenta lo dicho por Aníbal, vemos que podemos hacer un interesante trabajo de complementación y NRG puede acompañar lo que YPF está proyectando en materia de energías renovables”. Desde esa perspectiva, los representantes empresarios comparten la visión en torno a la necesidad de atenuar impactos del calentamiento global y la búsqueda de fuentes energéticas alternativas, entre las cuales la eólica puede resultar un complemento de mucha utilidad, considerando que en la región el rendimiento de vientos supera el 40%. NRG Patagonia es una empresa de capitales regionales y entre sus hitos más importantes se cuenta la construcción, instalación y operación del equipo NRG.1500 en el parque El Tordillo, con un aerogenerador que ha superado diversas marcas transformando el viento en energía eléctrica. El equipo fue certificado internacionalmente en su diseño y homologado en su producción, bajo norma internacional IEC (International Elechtrotechnical Comision) y está funcionando y entregando energía, “con satisfacción lo decimos, en uno de los sitios más duros, ya que si bien el aerogenerador está certificado para el tipo vientos de de Comodoro Rivadavia y sus alrededores –explica Retuerto-, la zona de El Tordillo cuenta además con una topografía poco amigable, con muchos cañadones que aumentan las turbulencias; por ello ha sido un desafío fuerte y nos califica, no sin nuevos desafíos, para dar otros pasos de desarrollo. Con ese fin, estamos realizando un nuevo diseño para vientos Clase 2, que son los de las zonas de Rawson y Puerto Madryn, para lo cual trabajan nuestros ingenieros junto a una firma de ingeniería española y asesores externos que siempre han trabajado junto a nosotros”. En este punto, el directivo añade una aclaración técnica: los vientos clase 1 tienen velocidades del orden de los 12 metros por segundo, mientras los de clase 2 oscilan los 8m/seg. “El tiempo nos dirá si podemos ofrecer nuestro equipo en zonas como Neuquén, en la costa de la provincia de Buenos Aires, sur de Córdoba, San Luis y algunos sitios de Santa Fe donde hay vientos clase 2”.
Proyección para Manantiales Behr
En el contacto con YPF a través de SUSTENTA, surgió la posibilidad de proyectar un parque eólico de 50Mw, para vientos clase 1, a fin de abastecer una parte del consumo de la propia operadora en la electrificación de sus yacimientos y vender los eventuales excedentes, a través del Sistema Interconectado Nacional. “Se están evaluando alternativas de ingeniería conceptual, que ha presentado NRG y que podrían derivar en una futura licitación para concretar el proyecto –detalla Verdier-. Luego se deberá buscar el financiamiento (se estima una inversión del orden de los 100 millones de dólares), en la medida que se puedan lograr costos competitivos frente a las referencias internacionales. Para Verdier, lo importante de esta etapa es la decisión de YPF para avanzar en el terreno eólico, buscando la complementariedad con un tipo de energía cuyo insumo principal –el viento- abunda en la región y que presenta uno de los rendimientos de mayor magnitud a nivel internacional, con 40 de cada 100 días con presencia de viento, condición fundamental para reducir la aleatoriedad del recurso (el promedio de rendimiento en otros países de alto desarrollo eólico es de 25%). Asimismo, la posibilidad de apuntalar proyectos de desarrollo regional y nacional enmarca dentro de los objetivos del Programa, pudiendo extenderse eventualmente a otras áreas de explotación petrolera, lo que implicaría la posibilidad de ahorros en el consumo de gas o mejor aprovechamiento de éste, en el marco de los objetivos del auto abastecimiento energético. “Es un proyecto de altísimo potencial, por la posibilidad concreta de diversificación que significa para la cuenca San Jorge –añade Verdier-, además de resolver necesidades concretas que tiene la compañía para contar con energía eléctrica”. Desde NRG, Retuerto concluye agradeciendo la invitación de YPF para participar en el ante proyecto: “Siempre dijimos que es necesario que la rueda empiece a girar, hoy ya tenemos ingenieros graduados en la Universidad de la Patagonia trabajando con nosotros y ha empezado un camino en el que se va sumando gente. En la medida que tengamos mayor demanda, hay posibilidades de hacer más cosas localmente o en otros puntos de la Argentina, logrando un efecto multiplicador, algo que ya tenemos estudiado y determinado qué componentes podría hacer cada fabricante. En lugar de importar la totalidad de los equipos -como ocurre con los parques que hoy están funcionando en otros puntos de la provincia- podemos avanzar en aerogeneradores de fabricación local y nacional: dejaríamos de sacar divisas del país y hasta podríamos proyectar la exportación hacia otros países, pero es necesario que la rueda empiece a girar”.