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Los avances de Nicaragua en energía limpia generada por fuentes renovables fue reconocida este lunes por ex presidentes de la Asamblea Nacional (Parlamento) reunidos en Managua, en el marco del XX Aniversario de la Fundación del Foro de Presidentes de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe (Fropel).
Tras la reciente firma de un acuerdo entre el gobierno de Nicaragua, la estatal brasileña Eletrobras y el conglomerado Queiroz Galvao para la construcción de dos millonarios proyectos hidroeléctricos, el país centroamericano fija el camino rumbo al fin del consumo de combustibles fósiles para la generación eléctrica en los próximos 5 años.
La transformación de la matriz energética, que el gobierno del presidente, Daniel Ortega emprendió tras su retorno al poder en el año 2007, supone además de la ruptura con los hidrocarburos, la generación de miles de empleos con la construcción de las hidroeléctricas Tumarín y Boboke, a un costo de 1.300 millones de dólares.
Las hidroeléctricas Tumarín y Boboque, ambas situadas en la región autónoma del Caribe Sur de Nicaragua, producirán un total de 323 megavatios, sumados a los proyectos de generación eólica y geotérmica.
Además de la reducción drástica de la factura petrolera, Nicaragua podrá exportar energía limpia a sus vecinos de la región centroamericana, cuyas economías sufren cíclicos períodos de racionamientos y crecientes importaciones energéticas como consecuencia de las inclemencias.
En Honduras, por ejemplo, el sector privado ha pedido al gobierno del presidente, Juan Orlando Hernández, abrir el mercado energético para permitir a las empresas comprar energía en el exterior y reducir la dependencia del suministro de la estatal eléctrica.
De esa manera, los empresarios buscan una salida a la crisis de energía eléctrica, que afecta a los hondureños, y han demandado la flexibilización de las regulaciones internas para permitir la importación de energía.
En Panamá, reportes de prensa indican que en los primeros meses del año el país compró 19 veces más energía que en todo el 2012, y ya se proyecta para el 2015, la compra de al menos 200 megavatios de energía que estará disponible en el exterior.
El resto de países de la región también presenta fluctuaciones en la demanda de energía, es decir, existe un potencial mercado que Nicaragua podría suplir, una vez finalizados los proyectos en marcha con diversos proyectos de generación de energía con recursos renovables, que colocan al país entre los primeros en inversiones de este tipo en el continente americano
De acuerdo a las proyecciones del Ministerio de Energía y Minas (MEN) al finalizar el presente año, Nicaragua habrá cambiado su matriz de generación eléctrica hasta en un 54 por ciento, a favor de las energía renovables.
Este significativo crecimiento en la generación de energía provenientes de fuentes renovable, recientemente reconocida por el secretario general de Naciones Unidas (ONU) Ban Ki-moon, en su visita a Nicaragua, se sustenta en la entrada en operaciones de las plantas de generación eólica, Amayo 1, Amayo 2, San Jacinto Tizate, Blue Power y Alba Vientos y próximamente entrarán en operación los proyectos Eolo e Hidropantasma y posteriormente Larreynaga.
Con estos proyectos, en suma, Nicaragua dispondrá entre 520 a 530 megavatios con una inversión de 1.150 millones de dólares, en lo que se incluye las plantas térmicas suministradas a Nicaragua por Venezuela, durante el gobierno del difunto presidente, Hugo Chávez para que el país centroamericano superara una etapa de racionamiento energético, heredadas por gobiernos liberales.
El ex presidente del congreso nicaragüense y fundador del Fropel, Luis Humberto Guzmán, también ex presidente de la Unión Demócrata Cristiana (UDC), aseguró que la firma definitiva del gobierno de Nicaragua con Brasil para la construcción de las plantas Tumarín y Boboque, es uno de los logros más contundentes del Gobierno Sandinista.
«Este es un logro extraordinario. Uno puede valorar la cobertura que tenía la energía eléctrica en el campo en Nicaragua y cuál es la que tiene ahora. Se trata de un crecimiento espectacular, esto tiene que ver con desarrollo humano, con nueva calidad de vida, con nuevas posibilidades para el pueblo nicaragüense», aseguró Guzmán.
El también ex presidente de la Asamblea Nacional y ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Iván Escobar Fornos, refirió que a Nicaragua le urge salir lo más pronto posible de su dependencia de los hidrocarburos.
«Yo creo que es un gran proyecto y ojalá se hicieran otros para que nos vayamos independizando un poco de lo que es el petróleo», manifestó.
Escobar Fornos alabó los esfuerzos del gobierno de buscar inversión para el desarrollo de proyectos energéticos no solo hidroeléctricos sino también eólicos y geotérmicos.
Según datos oficiales, la construcción de las plantas Tumarín y Boboque a ejecutarse entre 2015 y 2019, generará 7.500 puestos de trabajo directos y miles indirectos en áreas como el transporte y los servicios, en beneficio de al menos 30.000 personas.
Tras la ceremonia de firma, el presidente, Daniel Ortega destacó que ambos proyectos hidroeléctricos representan grandes beneficios para el medio ambiente y para el pueblo nicaragüense.
Sostuvo que ambos proyectos tendrán un enorme impacto, sumamente positivo, para la reforestación y la recuperación de los bosques del Caribe de Nicaragua, algo que también coincide con los objetivos del proyecto del Gran Canal Interoceánico por Nicaragua.