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El arribo de los parques eólicos instalados en la región, que ya suman 15 en operación y uno más en construcción, ha propiciado que las actividades económicas se multipliquen e incluso ha generado otras que antes no existían.
A lo largo de la última década, la actividad económica de la Heroica Juchitán de Zaragoza, uno de los municipios de Oaxaca con amplio potencial eólico, ha registrado una interesante transformación económica y cultural.
Los habitantes de la región son testigos y protagonistas de este fenómeno que impacta de manera positiva a la sociedad juchiteca, ya que muchos de ellos, además de beneficiarse de las mejorías económicas, han logrado encontrar actividades productivas vinculadas con la noble generación de electricidad por medio del viento que corre por la región.
Para muestra, un dato: según estadísticas del INEGI, en los últimos 10 años se han construido en la región 100 nuevos cuartos de hotel, los cuales están vinculados con la actividad de los eólicos. Asimismo, de acuerdo con los testimonios ofrecidos por personas que laboran en el rubro hotelero y restaurantero, sus ingresos se han mantenido gracias al aumento del circulante en la región.
Por ejemplo, Antonino García, mesero en un restaurante de esta ciudad, dijo que actualmente recibe mayores propinas y tiene más trabajo debido al aumento de trabajadores de los parques eólicos que llegan a comer a este establecimiento. A este tipo de fenómeno se le denomina turismo de negocios, potencializando polos de desarrollo impulsados por su estratégica ubicación geográfica o bien, recursos naturales, como es el caso del viento que correo por Juchitán.
En entrevista, Ana Patricia Sánchez, recepcionista en uno de los hoteles más concurridos por trabajadores en proyectos eólicos, y que fue construido recientemente, confirmó que la ocupación diaria del hotel donde labora es de 80 por ciento, lo que genera ingresos y empleos fijos.
El INEGI confirma lo dicho por Ana: la estadística nos muestra que en los últimos cinco años, la construcción de hoteles en la zona ha sido constante y que en este periodo se construyeron cuatro establecimientos nuevos de ese tipo, los cuales han recibido a más de 50 mil turistas. Este periodo coincide con la llegada de los parques eólicos a la región, según recuerda el Director de Desarrollo Económico del Ayuntamiento juchiteco, Jesús Manuel Cruz Montaño.
Otra voz calificada que constata el dinamismo económico de la región con la llegada de los eólicos es Juan José González Davar, presidente de Proempi (Asociación Civil de Profesionistas y Empresarios A.C.), organización que surge para representar a los empresarios de la región.
González Davar ha sido empresario toda su vida. Es nieto e hijo de comerciantes juchitecos que impulsaron el comercio de manera formal en la ciudad, y que con el tiempo se convirtieron en proveedores de productos en toda la región del Istmo de Tehuantepec, por lo que es el heredero de una vocación por promover el comercio en la zona.
González, quien se ha desempeñado como delegado de la Cámara de Comercio (CANACO) de Oaxaca y ha presidido diversos organismos empresariales de Juchitán, afirma que ha visto florecer un mayor número de negocios desde la llegada de los parques eólicos a la región.
Añade que para los empresarios locales, la importancia de que empresas eólicas se instalen en la zona, reside en que con su llegada reactivan el comercio del lugar; además de que detonan el empleo especializado, que beneficia principalmente a jóvenes locales universitarios, quienes inician en su propia comunidad el ejercicio profesional.
“Mientras que en Juchitán y en la Región del Istmo de Tehuantepec la instalación de las empresas signifique derrama económica, inversiones sustentables, generación de empleos; que sean socialmente responsables y además que mantengan buenas relaciones con el Municipio, el Estado y los particulares, siempre serán bienvenidas a instalarse en nuestra región”, señaló el presidente de PROEMPI, González Davar.
Agregó que para muchas familias de Juchitán, la inversión de los eólicos ha sido relevante porque la instalación de esas empresas, ha generado demanda de bienes y servicios, que impulsan el autoempleo y esto ha derivado en el establecimiento de diversos negocios familiares. Un ejemplo de lo comentado por González Davar, es que como resultado del aumento de empleados de los parques eólicos, se han creado pequeños comedores económicos, que satisfacen una creciente demanda de alimentos y son negocios familiares fundamentalmente.
De la misma forma, la demanda generada por el aumento de personal de los eólicos detonó otra clase de negocios en sus periferias, como hoteles, restaurantes, cocinas económicas, bares, lavanderías y otros que fueron creados por empresarios locales, para atender a esos trabajadores. Incluso han surgido negocios con fines recreativos que dan servicio a trabajadores extranjeros, del país y de la región. Tan sólo durante el último año se crearon un bar, dos restaurantes y una discoteca, entre otros.
Aidee Blas, pequeña empresaria del sector salud, comentó que en su consultorio odontológico recibe pacientes de la región y extranjeros que trabajan en las empresas eólicas, y esto ha resultado favorable para su economía personal. Por su parte, Andrea Cruz, dueña de una estética, indicó que en los últimos años la mayor parte de sus clientas son esposas de los trabajadores de parques eólicos “gracias a Dios tenemos un poquito más de trabajo y no únicamente en las temporadas altas o en fiestas”, puntualizó.
Lo mismo ocurre con las lavanderías y gimnasios que durante los últimos meses surgieron, gracias a la demanda de servicios tanto de juchitecos como de trabajadores de los proyectos eólicos.
Esta dinámica de inversión ha fomentado además el desarrollo de nuevas manufacturas nacionales como la de componentes de los aerogeneradores y la creación de fábricas de piezas como palas y nacel (motor o cabeza del aerogenerador) dentro del país, finalizó Gonzalez Davar.
