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La adquisición de contratos de licencia a fin de producir la tecnología necesaria para la industria eólica nacional puede contribuir a disminuir la dependencia del petróleo en la generación de energía en Cuba, sugirió en esta capital un experto en la materia.
Una iniciativa de este tipo debe ayudar a modificar la matriz energética del país, basada hoy en la importación petrolera, comentó a la AIN el Doctor en Ciencias Conrado Moreno Figueredo, del Centro de Estudios de Tecnologías Energéticas Renovables, del Instituto Superior Politécnico «José A. Echeverría».
Propuso también que otra variante pudiera ser la creación de una asociación de empresas mixtas para la adquisición del conocimiento y la experiencia necesaria en el uso de la nueva tecnología y adaptarla a las condiciones y especificidades del sector en la nación.
Moreno Figueredo es uno de los expertos invitados al Congreso de Gestión Tecnológica e Innovación, con sesiones hasta el próximo viernes en el Palacio de Convenciones de La Habana y uno de los eventos múltiples de la I Convención y Exposición Internacional de la Industria Cubana.
Salvador Pardo Cruz, ministro de Industrias de Cuba, señaló en el discurso de apertura del encuentro, este lunes, que es vital para la nación las alianzas estratégicas entre empresas nacionales y extranjeras para la sustitución de importaciones y el aumento de las exportaciones
El 96 por ciento de la generación de electricidad en la Isla es a partir del combustible fósil, a un costo muy alto, entre 20 y 22 centavos de dólar por Kw, pero las Fuentes Renovables de Energía (FRR) obtienen la misma operación por un valor de solo 12 centavos, según especialistas cubanos.
Más de 34 mil instalaciones emplean las FRE en Cuba en calentadores solares, paneles, molinos de viento, plantas de biogás, hornos de producción de ladrillos con biomasa forestal, hidroeléctricas, turbo generadores, calderas y máquinas de parques eólicos, de acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas.
La provincia de Guantánamo pudiera convertirse en los próximos años en la mayor generadora de electricidad de Cuba con empleo de la fuerza de los vientos, indican estudios eólicos practicados en el municipio de Maisí .
Investigaciones anemométricas a 10, 30 y 50 metros de altitud en el perfil suroriental guantanamero, desde Maisí hasta San Antonio del Sur, corroboran las potencialidades de la región, sobre todo en el municipio extremo oriental cubano, para aprovechar vientos de hasta 6,9 metros por segundo.
Entrevistado por la AIN, Ernesto García Infante, especialista de inversiones en la Organización Básica Eléctrica (OBE) de Guantánamo, aseguró que los estudios demostraron la estabilidad y sostenibilidad de la fuerza eólica en las terrazas de Maisí, frente al Paso de los Vientos, que separa a Cuba y Haití.
Precisó que las pesquisas de la Unión Eléctrica y su Empresa de Ingeniería para la Electricidad (INEL) determinaron en ese territorio tres zonas con alto factor de capacidad (35 por ciento), lo cual expresa que de las ocho mil 760 horas que tiene el año, aprovecharían con generación eólica tres mil 075.
García Infante comentó que los parques eólicos de Cuba tenían potencia instalada hasta junio de 2013, de 11,7 megawat (MW) y las posibilidades en las mesetas de Punta de Fraile, y Punta de Quemado, más la loma de La Maquellera, sumarían más de 150 MW con empleo de aerogeneradores de 1,5 MW.
Esa capacidad convertiría a Maisí en máximo generador de energía limpia del país, con aportes anuales a la red nacional de 523 GW.h, ahorro de 135 mil 457 toneladas de petróleo, y significaría dejar de emitir a la atmósfera 381 mil 790 toneladas de dióxido de carbono.
El ingeniero eléctrico indicó que se trabaja en la microlocalización de mil 600 hectáreas del futuro parque eólico de Punta Quemado, pero aclaró que estas inversiones son a largo plazo por exigir complejos estudios sobre viales, accesos marítimos, y trazados de líneas de transmisión, entre otros muchos.
Las investigaciones responden al Lineamiento 247 del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba referido a potenciar el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, fundamentalmente la utilización del biogás, la energía eólica, hidráulica, biomasa, solar y otras, priorizando las de mayor efecto económico.