Eólica y energías renovables para reducir la dependencia energética de México

REVE

Para Gerardo Pandal, miembro de la empresa de energía eólica Vive Energía, el desarrollo de energías alternativas, a partir de energías renovables, es una necesidad real para el crecimiento del sistema de generación de electricidad en México.

La principal «problemática en la producción de energía eléctrica es su dependencia de los combustibles fósiles», dijo, ya que aproximadamente dos terceras partes de la producción en el país proviene de plantas termoeléctricas que utilizan fuentes no renovables.

También advirtió que «tenemos un sistema de producción de electricidad concentrado en una cantidad relativamente pequeña de centrales de generación, lo que hace una red vulnerable a cortes del suministro».

El experto en energías renovables señaló que, como consecuencia, los precios de la energía y los combustibles en México están sujetos a grandes variaciones.

Pandal propone como solución una red en la que los consumidores también sean productores de energía: «Imaginemos que cada casa tuviera celdas solares en el techo; que los municipios emplearán su basura como fuente generadora de biogás».

La iniciativa, subrayó, podría generar una mayor estabilidad en los precios a largo plazo, ya que no sólo se crearían miles de puntos de generación de energía, sino que se diversificarían las fuentes de producción.

Esto se ha puesto en marcha en ciudades como Saltillo, Coahuila, donde parte de la electricidad se produce a partir de la basura; además, el país tiene un gran potencial de producción de energía proveniente de fuentes renovables, indicó.

«Tan sólo en capacidad para generación de electricidad a partir del viento, el país podría generar hasta 20 mil Megavatios de electricidad, aproximadamente un tercio de la demanda total de energía del país», comentó Pandal.

El objetivo final que debe perseguirse es hacer que la energía renovable sea tan accesible y barata como la de fuentes convencionales, «sólo así podremos iniciar un ciclo virtuoso de generación limpia de energía», destacó.

«El país se ha establecido como objetivo llegar al año 2024 con un 35% de nuestra energía producida por fuentes renovables», dijo, sin embargo, el reemplazo de las plantas sólo podrá ser exitoso en la medida en que leyes permitan la entrada de nuevos jugadores en el mercado.

Al respecto, señaló que «la reforma energética que se está discutiendo en el Poder Legislativo incluye facilidades para la colaboración entre sector público y sector privado en el desarrollo de redes de transmisión».

Para el experto, esto podría remediar uno de los problemas más acuciantes en el sector, a saber, la falta de conexión entre los centros de producción y los centros de consumo.

Agregó que la reforma incluye medidas para que cada central generadora de electricidad sea evaluada tanto por la energía que produce, como por los costos asociados que genera durante su vida útil.

«Ahora se incluyen costos antes invisibles como el daño ecológico que representó su construcción, así como la cantidad de dióxido de carbono liberado durante su tiempo de operación», mencionó.

Recientemente se inauguró el campo de generación de energía fotovoltaica más grande de Latinoamérica en La Paz, Baja California Sur; el Aura Solar I cuenta con capacidad para producir 30 Megavatios de electricidad, de acuerdo con información del programa «Los Observadores», de TV Azteca.

En México, la primera central generadora de electricidad se construyó en 1879 en León, Guanajuato, mientras que la primera central que utiliza energía geotérmica se edificó en 1959 en Pathé, Hidalgo.

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