De los 22 aerogeneradores eólicos que tiene el parque eólico, 18 turbinas eólicas están ubicadas a orillas del Lago de Nicaragua, en una longitud de 3 kilómetros y las otras 4, al lado oeste de la Carretera Panamericana. Este proyecto de energía eólica sería el segundo más grande que se realiza en Nicaragua, después del proyecto eólico Amayo. En la primera semana de noviembre dará inicio el programa de energías renovables “Eoleo” que comenzará con 22 turbinas eólicas. El proyecto eólica en total representa una inversión 115 millones de dólares, de los cuales 90 millones de dólares son de bancos europeos, entre ellos Francia, Holanda y Alemania, y los otros 25 millones de dólares son puestos por socios de Nicaragua. Los bancos europeos financian el proyecto eólico con un plazo de 15 años, pero según los constructores del proyecto, el pago de la inversión se haría en menos de este tiempo establecido por los inversionistas. Este proyecto tendrá una capacidad para generar 44 megavatios de energías renovables para Nicaragua, el que está ubicado en el kilómetro 122,8 de la Carretera Panamericana de Rivas, al sur del país. La construcción del parque eólico duró 6 meses, y una vez que entre a operar quedará a manos de 30 operarios con recurso humano calificado. La visita al proyecto estuvo conformada por el embajador de Francia, la representante de negocios de la embajada de Holanda, y el representante de la Agencia Francesa de Cooperación para el Desarrollo.

Eólica en Nicaragua producirá más con El Niño, que perjudicará a la hidráulica

REVE

El Niño afectará a las centrales hidroeléctricas de Nicaragua, que podrían disminuir la producción de energía como consecuencia de la sequía, pero podría favorecer la generación de energía eólica.

 

Mario Arana, presidente de Polaris Energy, dijo que no es posible cuantificar en porcentaje la cantidad de energía que se dejaría de producir en hidroeléctrica, pero quizás no sea tan grave tomando en cuenta que la producción de ese tipo de energía está en un 10 por ciento.

Según los reportes de Ineter, el fenómeno de El Niño reduce las lluvias en un 40 por ciento en la zona Central de Nicaragua, en igual porcentaje la región norte, un 20 por ciento la región Atlántica y hasta un 30 por ciento en el Pacífico.

 

Por otra parte, la sequía también puede favorecer la producción de energía con el viento y “compensar” la pérdida que pudiera tenerse con la energía hidroeléctrica.

La generación de energía con vientos en verano es mucho más favorable que en el invierno, cuando los vientos superan los más de 13 kilómetros por hora y eso puede afectar los aerogeneradores.

 

“No ha habido ningún efecto en términos de precio y de disponibilidad del sistema”, aseguró César Zamora, otrora representante de AEI Energy en Nicaragua y ahora representante de la firma israelí, IC Power-Nicaragua.

 

Según los últimos datos del Centro Nacional de Despacho de Carga, el 16 de junio se generó el 28 por ciento del total de energía eléctrica de ese día con fuentes eólicas. Pero esa cifra podría incrementar si las condiciones de El Niño aumentan la sequía en el país.

Mientras en Irak sigue el avance del grupo terrorista Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), el precio del petróleo amenaza también con crear caos en diferentes países con un incremento.

Algunos analistas consideran que el actual precio del crudo, de unos 106 dólares por barril, podría llegar hasta los doscientos. En Nicaragua ese escenario preocupa a Mario Arana, presidente de Polaris Energy y César Zamora, representante de la firma IC Power-Nicaragua.

Según Arana, las proyecciones del precio del petróleo en Nicaragua están presupuestadas a un máximo de 103 dólares, y si este continúa aumentando se podría ver pronto un efecto en la tarifa eléctrica.

Zamora explica que actualmente la generación de electricidad con energía térmica o combustibles fósiles aumentó a más del cincuenta por ciento, por lo que se podría ver un efecto importante en las tarifas eléctricas del país.

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