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Diecinueve centrales de energíass renovables, estrenarán operaciones en el país en los próximos tres años y aportarán hasta 800 megavatios (MW) al sistema energético.
Así lo considera el Plan de Expansión Nacional de la Generación Eléctrica, que incluye 12 proyectos hidroeléctricos y siete eólicos con capacidades instaladas; estas van desde 3,4 MW hasta 307 MW.
En el corto plazo, los proyectos ayudarán a satisfacer la demanda nacional y a reducir la compra y la quema de combustibles fósiles.
De los 19 proyectos en camino, 15 están a cargo de generadores privados y cooperativas.
Las centrales hidroeléctricas serán Chucás, Torito, Capulín, La Esperanza de Atirro, Monte Verde II, Consuelo, La Perla y Bijagua, mientras que las eólicas serán las plantas Chiripa, Orosí, Tila Wind, Campos Azules, Altamira, Vientos de Miramar y Vientos de la Perla.
Por otra parte, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) se encargará exclusivamente del proyecto hidroeléctrico Reventazón, además de la ampliación de los embalses Cachí y Río Macho.
Un proyecto, el de Balsa Inferior, en San Ramón de Alajuela, lo hará la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), subsidiaria del ICE.
Todas estas iniciativas y sus planes de construcción serán supervisados por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
“Desde el año 2013 realizamos seguimientos a los planes de inversión de las empresas eléctricas, de tal forma que a la tarifa se trasladen únicamente los costos necesarios y relacionados con el servicio público”, expresó Juan Manuel Quesada, intendente de Energía de Aresep.
El próximo año entrará en operación el mayor número de proyectos: en total, siete. Para el 2016 se tiene prevista la entrada en funcionamiento de otros seis, y en el 2017 de otros cuatro más.
Las 19 obras en ciernes estarán ubicadas en once cantones y distritos diferentes, distribuidos en todo el territorio nacional.
Mano privada. La firma española Gas Natural Fenosa está encargada de la central hidroeléctrica Torito, de 50 MW de potencia, la cual entraría en operación en el primer cuatrimestre del 2015.
Ese proyecto es fruto de una licitación pública para la contratación de bloques de potencia en régimen B. O. T. (construir, operar y transferir, por sus siglas en inglés).
Esta es la segunda vez que Gas Fenosa gana una licitación pública para contratos de ese tipo.
La anterior –el primer proyecto desarrollado para el ICE bajo este sistema– fue para la central hidroeléctrica La Joya, en Tucurrique de Cartago, la cual tiene 50 MW de capacidad y opera desde el año 2006.
Francisco Cruz, representante legal de Gas Fenosa, explicó que el cartel de licitación en esos casos contempla tres años de construcción y 17 de operación comercial, en los que se le vende la energía al ICE a un precio pactado en contrato.
Cruz aclaró que la compañía Gas Fenosa acepta todo el riesgo de construcción y financiamiento del proyecto.
Proyectos. Por otra parte, la cooperativa Coopeguanacaste estará a cargo de la planta hidroeléctrica Bijagua, en Upala de Alajuela.
Este proyecto, de 17,5 MW de potencia, operaría en el 2015; sería capaz de llevar electricidad a unos 20.000 hogares y generaría hasta 400 empleos directos.
Esta obra implica la inversión de cerca de $65 millones y representará un 20% de la demanda actual de energía de la cooperativa. Hoy, el plan lleva registrado un 25% de avance.
Según Eduardo Cabalceta, gerente de Generación y Proyectos de Coopeguanacaste, esta realiza estudios de proyectos eólicos, solares y de biomasa que contribuirían, al igual que Bijagua, con una meta que pretendía el Gobierno pasado: un país de carbono neutral para el 2021.
El más grande. La planta hidroeléctrica Reventazón, en Siquirres de Limón, será la de mayor capacidad (hasta 307 MW) y estará lista para operar en el verano del 2016. Se proyecta que podría abastecer 525.000 hogares.
Según Luis Pacheco, gerente de Electricidad del ICE, una vez cumplida la obligación de satisfacer la demanda nacional, el Instituto colocará los excedentes energéticos en el mercado centroamericano.
“La entrada del PH Reventazón puede poner a nuestra disposición excedentes interesantes de negociar en el mercado, lo cual se hará a su debido tiempo”, adelantó el funcionario.
A pesar de los posibles excedentes energéticos, el ente regulador prefirió no referirse al futuro impacto en las tarifas eléctricas en los usuarios.
“Hay que tomar en cuenta que se incluirían en el cálculo tarifario los costos asociados a ese proyecto, por lo que en este momento es muy apresurado afirmar si implicaría una reducción de los precios”, manifestó Quesada.
El intendente informó de que tal impacto dependerá de las condiciones de pago a las que tendrá que hacer frente el ICE por el financiamiento de la planta Reventazón, cuyo costo es de $1.400 millones.
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