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Según el ministro del Medio Ambiente, Gian Luca Galletti, el futuro energético del país está en las energías renovables (eólica, energía solar, geotérmica) y para incentivarlas se han dirigido inversiones por 13.500 millones de euros.
Italia es el segundo productor mundial de energía solar fotovoltaica y séptimo de energía eólica, lo que muestra que el uso de energías renovables ha tenido en los últimos años fuerte impulso a fin de reducir la dependencia de las importaciones de petróleo y gas natural.
En su más reciente reporte, Terna informó que el sector eólico produce 3,9 por ciento de la energía eléctrica requerida, con parques eólicos establecidos principalmente en las islas de Cerdeña y Sicilia y en la cordillera de los Apeninos meridionales.
El informe Global Wind Statistics correspondiente a 2012 estableció que ese año la potencia eólica acumulada en Italia era de 8.119 MW, lo que la colocaba en el cuarto sitio en Europa, detrás de Alemania, España y Reino Unido y en el séptimo a nivel mundial.
Asimismo, en los últimos años ha crecido la cuota de energía eléctrica generada en centrales termoeléctricas o incideradores (con la combustión de biomasa, desechos industriales o urbanos).
De esa manera, esa fuente -que hace 20 años era prácticamente inexistente- en 2012 llegó a producir 3,8 por ciento de la energía eléctrica requerida.
En su conjunto, las energías renovables contribuyen con 30,8 por ciento de la producción nacional de energía eléctrica, con lo que Italia ha superado los objetivos en la materia establecidos en 2004 por la Comisión Europea (de cubrir con tales fuentes 20 por ciento del consumo total de energía antes de 2020).
Terna, la sociedad que desde 2005 administra las redes para transmisión de electricidad, señaló en su más reciente reporte que en 2012 la energía solar en centrales fotovoltaicas conectadas en red o aisladas produjo 5,5% de las necesidades del país, mientras en 2010 solo contribuyó con 0,5 por ciento.
Ese incremento fue causado por un “boom” de instalaciones, debido principalmente a los nuevos incentivos oficiales establecidos en 2011.
Según Terna, con esos valores Italia se coloca en el segundo lugar mundial por potencia fotovoltaica instalada (17,3 GW a julio del 2013), detrás de Alemania.
A nivel nacional es la sureña región de Puglia la que tiene la más alta potencia instalada (17,1 por ciento del total), seguida por la norteña de Lombardia (10,1 por ciento).
El GSE o Administrador de Servicios Eléctricos, la empresa oficial que incentiva la divulgación de fuentes de energía sustentables, apuntó que el impulso al uso de la energía solar aumentó a partir de 2007 y que en 2012 se registró un incremento de la potencia instalada de 28,5% respecto a 2011.
Un informe de la empresa indicó que en 2012 las centrales de producción de energía solar en Italia eran 478.331, lo que significó un incremento de 44,9% respecto a 2011.
El “boom” de producción de energía a través de energías renovables ha estado en gran medida vinculado al impulso oficial para disminuir la dependencia del exterior de petróleo y gas.
Italia no dispone de reservas consistentes de combustibles fósiles y figura como el tercer importador mundial de gas natural (comprado principalmente a Argelia, Rusia, Libia, Noruega y Qatar).
Todavía en 2007 Italia era considerada por la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) como la nación europea con mayor dependiente del petróleo para la producción de energía eléctrica, así como el séptimo importador mundial de ese hidrocarburo y el noveno de carbón.
De ahí que el país haya buscado diversificar sus fuentes de producción de energía y, además de la solar haya comenzado a invertido masivamente en otras, como la eólica.