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“El año pasado la aportación de la energía eólica a la red general fue la más alta de los últimos diez años. Con ello el sector confirmó su fuerte y estable crecimiento”, explicó Sebastian Pfaffel, experto en este sector del Instituto Fraunhofer.
La atención mundial del sector energético está puesta en estos meses en Alemania, la primera potencia industrial que decidió encaminarse hacia la sustitución definitiva de las energías tradicionales con las renovables.
El proyecto conocido como “Energiewende” es decir “Cambio energético” es uno de los grande desafíos del nuevo gobierno de la canciller federal Ángela Merkel y es también uno de los grandes temas de debate de la sociedad.
El ambicioso plan causa ahora mucha polémica en particular en los sectores de la energía eólica y la energía solar ya que el gobierno quiere apoyarse como “tecnología puente”, y para contener los precios, en las tradicionales centrales carboeléctricas.
Los recortes de las subvenciones por parte del gobierno, tal y como la fuerte competición de países como China y Estados Unidos en el ámbito de la energías eólica y solar, ponen estos sectores en Alemania en una situación delicada.
Expertos consultados por Notimex consideran que las perspectivas de ambos sectores podrían ser muy positivas pero mucho depende también de las decisiones políticas del futuro.
Según datos de la Asociación Federal de la Energía y la Economía de la Energía y del Agua (BDEW, en sus siglas en alemán) publicados este lunes, en el primer trimestre de 2014 las energías renovables cubrieron el 27 por ciento del suministro eléctrico del país.
La energía eólica contribuye al total de las renovables por el 34 por ciento, mientras que la energía solar por el 21 por ciento y la hídrica por el 15 por ciento.
La importancia económica de esta industria aumentó en los últimos años.
Según datos oficiales, en 2010 unas 370 mil personas estaban empleadas en el sector de las energías renovables en el país, especialmente en pequeñas y medianas empresas, un incremento del 8.0 por ciento respecto a 2009.
En 2012, según estudios de institutos privados, los puestos de trabajo en el sector aumentaron tan sólo en uno por ciento. La desaceleración de la tendencia se debe, según expertos, a los inminentes recortes de las subvenciones estatales en el sector.
Un impulso decisivo al desarrollo de las energías renovables en la locomotora europea fue consecuencia de la entrada de Los Verdes en el gobierno federal entre 1998 y 2005, especialmente por la ley que obliga a las empresas a comprar prioritariamente electricidad generada por fuentes renovables.
Otro motivo fundamental de su desarrollo en Alemania fue en 2011, tras la catástrofe de Fukushima, el anuncio por parte del gobierno de centro derecha de Ángela Merkel del abandono paulatino de la energía nuclear para el año 2032.
Alemania es, por años alternados, el país líder del mundo en energía eólica —con 33 mil 730 MW (megavatios) instalados a principios de 2014. Es esta una posición que se disputa con China y Estados Unidos.
Alrededor de un tercio de la energía eólica del mundo se está generando en este país, que en 2005 inició la construcción de su primera planta eólica marina alemana en el Mar del Norte en la Isla Borkum, finalizada en 2009.
En el Estado federado más septentrional, Schleswig-Holstein, ubicado entre el Mar del Norte y el Báltico, la energía eólica cubre aproximadamente una cuarta parte del consumo neto de electricidad.
La empresa más importante del sector es Enercon, pero también empresas como Nordex, Plambeck o Energiekontor cotizan en Bolsa, donde han logrado recaudar millones de euros para su expansión.
“La falta de claridad acerca del futuro de las subvenciones para el sector implica cierta inseguridad y en ocasiones causa aplazamientos de proyectos” añadió.
La dependencia de este sector en Alemania de las subvenciones sigue siendo alta, también porque de las subvenciones dependen de manera muy fuerte las inversiones.
Aún así según Pfaffel, “las medidas anunciadas junto a la nueva ley de energías renovables no frenarán el crecimiento de manera significativa”, aseguró el experto, quien dijo que el cambio energético requiere una apuesta más decidida en las energías renovables.
Por mucho que pueda parecer insólito, ya que Alemania no es un país famoso por su clima soleado, la locomotora europea es también uno de los líderes mundiales en la instalación de energía solar fotovoltaica.
La potencia general instalada a principios de 2014 fue superior a los 35 gigavatios (GW). Esta fuente es también según encuestas “la más amada por los alemanes”.
El mercado fotovoltaico en Alemania aumentó considerablemente desde principios del los años 2000 gracias a la creación de una tarifa regulada para la producción de energía renovable.
Esta fue introducida por la “Ley de energías renovables” en el año 2000. Entre 2006 y 2011 el costo de las instalaciones fotovoltaicas descendió en 50 por ciento.
“El sector de la energía solar en Alemania es un sector en crecimiento, en los últimos años vivimos un crecimiento de doble cifras”, indicó el profesor Volker Quaschning, experto en energía fotovoltaica de la Escuela Superior de Técnica y Economía de Berlín.
Sin embargo, “en los últimos dos años ocurrió que los precios cayeron más rápidamente que el crecimiento del mercado, lo que causó una pequeña caída en el volumen de negocios del sector”, añadió.
En el corto plazo esto tuvo efectos negativos para los productores, en particular las pequeñas empresas, y algunas de ellas se vieron obligadas a cerrar.
Quashning cree que se trata de una crisis pasajera ya que las previsiones económicas para el sector siguen siendo positivas y no hay señales de que los precios caigan ulteriormente.
Este experto denunció los planes del gobierno actual que en lugar de financiar las renovables, para perseguir un “cambio energético” que sea también a favor del medioambiente, apoyará la construcción de nuevas centrales del carbón.
“En los próximos dos o tres años el gobierno alemán prevé cancelar casi por completo las financiaciones a la energía solar y esto está muy mal en un contexto internacional”, por ejemplo frente a China, donde el gobierno está financiando significativamente este sector.