Siemens frena a General Electric y podría adquirir la división de renovables de Alstom

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Siemens, Alstom y GE tienen una fuerte presencia en las energías renovables, desde la eólica, con la fabricación de aerogeneradores, a la termosolar.

Siemens expresó «su disposición a entablar conversaciones sobre cuestiones estratégicas acerca de una futura cooperación», señala el comunicado emitido en Múnich. Siemens se excusó de dar más detalles al respecto.

Según señala el diario francés «Le Figaro» en su edición electrónica, Siemens había ofrecido al adversario francés cederle sus actividades en producción de trenes y locomotoras a cambio de asumir el área de energía de Alstom.

Según los rumores que circulan, GE aspira a hacerse con gran parte del grupo francés que fabrica trenes y plantas energéticas. Hasta el momento no ha habido una confirmación oficial. El comunicado se produjo en momentos en que se espera en París la llegada del presidente ejecutivo de GE, Jeffrey Immelt, para mantener reuniones con la gerencia de Alstom sobre una posible adquisición del área de negocios de energías renovables y térmica, que representa un 70 por ciento de las actividades del grupo.

Guerra de multis por el dominio de firmas europeas

El diario «Le Monde» precisó que el directivo de GE podría reunirse incluso con el ministro de Economía de Francia, Arnaud Montebourg, así como con el presidente François Hollande o el primer ministro Manuel Valls. La agencia especializada en noticias económicas Bloomberg valoró el miércoles la operación en unos 13.000 millones de dólares. Agregó que GE se había asegurado el respaldo del grupo industrial Bouygues, que tiene un 29 por ciento de Alstom.

El gobierno francés se ha mostrado preocupado por la perspectiva de que una compañía emblemática del país sea absorbida por una estadounidense. El ministro Montebourg dijo el jueves pasado que se estaban buscando «otras soluciones y escenarios».

Otra de las alternativas que son examinadas, señalan medios franceses, es una suerte de alianza entre Alstom, que emplea a 93.000 personas en todo el mundo, y la rival germana Siemens, dotada con una plantilla de 362.000 empleados.

El Estado francés dejó de ser accionista de Alstom pero es uno de sus mayores clientes, especialmente en el sector de los trenes de alta velocidad TGV.

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