REVE
Luis Polo lleva dieciocho años vinculado al sector energético. Es licenciado en Ingeniería por la Universidad Politécnica de Madrid y MBA por el Instituto de Empresa
Xabier Aja
BILBAO – Las empresas relacionadas con el sector eólico en el Estado español no entienden el recorte a una industria que es puntera a nivel mundial.
¿A corto plazo qué supone para la industria española eólica la aplicación del borrador del Gobierno?
-A corto y a largo plazo, es el golpe más grande que jamás ha recibido este sector, y no solo en España, sino en el mundo entero. Implica que prácticamente todas las instalaciones eólicas que hay en España verán reducida sustancialmente su retribución y un 37% la verán desaparecer por completo.
¿Condiciona que dichos parques puedan renovar los aerogeneradores por otros más modernos?
-Entiendo que se refiere a la repotenciación, una vía que si no ha prosperado en España es porque no ha tenido una regulación que la incentivase. Tal y como están las cosas ahora, si el Gobierno español no modifica la regulación, a ninguna empresa se le va a ocurrir invertir ni en máquinas nuevas ni en nada semejante. Con la inseguridad jurídica creada por esta regulación vemos difícil que ningún banco se atreva a financiar nada relacionado con la repotenciación.
¿Ve lógico que se recorten más las ayudas a las eólicas, sector en el que España es uno de los líderes mundiales frente a otras energías renovables menos maduras?
-Es inadmisible, ya que la eólica percibe tan solo el 25% de las primas y supone el 11,4% de los costes regulados del sistema, además de ser la primera fuente de electricidad de España y haber cumplido escrupulosamente los objetivos del regulador. Con esta normativa, el Gobierno está penalizando tanto a las instalaciones más eficientes por haber logrado mejores resultados a lo largo del tiempo, como a las más antiguas e innovadoras, las que en su día se construyeron cuando la eólica era un sector de riesgo. Y aboca al sector a la deslocalización y venta de activos, así como a nuevos ajustes de plantillas. Es un auténtico expolio.
La eólica se ha convertido en la primera fuente de generación eléctrica en España, con materia prima local y no importada como pueden ser los hidrocarburos. ¿Qué ventajas aporta la generación eólica a España frente a otras?
-En relación a las tecnologías convencionales, la eólica tiene la materia prima gratis (el viento no cuesta), es autóctona (no hay que importarla) y es limpia (no contamina). Frente a las renovables, es la más madura y competitiva (la que menos incentivos necesita y, por lo tanto, la más barata). Para los españoles, las ventajas de la eólica son: que baja el precio del mercado eléctrico por desplazar a tecnologías más caras, que evita importaciones de combustibles fósiles saneando la balanza comercial y que exporta tecnología de vanguardia por un valor superior al sector del vino o el del calzado.
¿En qué criterios se ha basado el Gobierno para suprimir las ayudas a los parques más antiguos?
-El Gobierno ha utilizado criterios totalmente arbitrarios sin consultar al sector. En ningún país del mundo se usa, por ejemplo, la referencia de los bonos del Tesoro para medir la rentabilidad de un activo. Ni se regula utilizando unos estándares que en absoluto se corresponden con la realidad del sector.
¿Qué representa la industria eólica para España en términos de facturación, empleo inducido y autosuficiencia energética?
-La eólica representa el 0,24% del PIB español (más de 3.000 millones de euros) y cuenta con 27.000 empleos, que en su día llegaron a ser 40.000. Gracias en gran parte a la eólica, el Estado español lleva diez años ininterrumpidos en que su saldo de electricidad es exportador. No solo exportamos a Portugal y a Marruecos. En muchas ocasiones, como en el caso de 2013, también a Francia. En el consumo de electricidad, la eólica ha reducido en un 20% la dependencia energética del exterior.
¿Cómo se valora desde la AEE que un país con una política energética dirigida por las autoridades se adopten medidas que pueden tener efectos retroactivos?
-La retroactividad es una mala praxis regulatoria se mire por donde se mire. Y genera desconfianza e inseguridad jurídica. Si los inversores no pueden fiarse de lo que sale en el BOE, ¿cómo se van a atrever a invertir en el Estado español?
De toda la generación eólica instalada ¿qué porcentaje se ve perjudicado por las medidas del Gobierno español?
-Unas, inmediatamente y otras, en el futuro porque la rentabilidad razonable fijada arbitrariamente por el Gobierno español está lejos de lo razonable.
¿Qué coste medio tiene el kilowatio producido por vía eólica frente a otras fuentes renovables del régimen especial?
-Según datos de la CNMC, el pasado año el coste medio de la eólica fue de 82,28 euros-Mwh; el de la cogeneración, 116 euros; el de la termosolar, 295; y el de la fotovoltaica, 369.
¿Estas medidas pueden abaratar el precio de la energía eléctrica para el consumidor?
-En el lado de la factura que se refiere a la tarifa de acceso, dependerá de lo que decida hacer el Gobierno. En el lado de la factura que corresponde al precio del mercado eléctrico mayorista, dependerá de las decisiones que tome cada instalación. El nuevo sistema prima la ineficiencia, obliga a las empresas a pensar no ya en producir a tope y de forma óptima como hasta ahora, sino en tener suficientes ingresos para hacer frente a los costes.
¿Habrá menos producción eólica y, con ello, subirán los precios del pool?
-Es una posibilidad. Dependerá de si hay parques que no puedan hacer frente a sus obligaciones de pago y ello les obligue a parar la producción. Pero esto tendrá que verlo cada empresa. En definitiva, no está claro que estas medidas vayan a abaratar el precio de la energía eléctrica para el consumidor. Lo que es seguro es que destruyen la confianza de los inversores en el sector eléctrico español, va a empeorar la balanza comercial con el extranjero y nos va a alejar de la senda de cumplimiento de los objetivos de la UE para 2020, 2030 y 2050. En vez de sacar provecho de lo que tenemos respecto a otros países vecinos y explotar su potencial, con la reforma eléctrica el Gobierno solo ha conseguido paralizar la industria y ahora penalizar las instalaciones.