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El empleo de esos aerogeneradores movidos por la fuerza de los vientos también evitaría a la isla la emisión de 184.000 toneladas anuales de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero.
Los expertos han identificado una veintena de puntos de la costa norte del oriente de la isla caribeña como los de mayores potencialidades para la instalación y explotación de parques eólicos, como parte del Atlas Eólico de Cuba.
Si se suman sus capacidades, el potencial instalable sería de 1.100 megavatios (MW) para la generación de electricidad, evaluó el doctor en Ciencias, Conrado Moreno, profesor titular del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables (CETER).
No obstante, sus posibilidades pueden ser mayores si continúa la prospección con el aumento de la cantidad de estaciones de medición, y la elevación de la altura de sus torres hasta 100 metros, sugirió el especialista en un artículo en la revista Energía y Tú.
En la publicación de la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (CUBASOLAR), Moreno recomendó incrementar el tiempo de cálculo para que los estimados sean más precisos.
Después de proponer que sean investigadas áreas prometedoras del centro y occidente de Cuba, el experto aclaró que en el país -a diferencia de otras naciones- los lugares montañosos no son favorables por los altos costos con respecto a disponibilidades de terrenos llanos para el emplazamiento de equipos.
Según Moreno influye la complejidad de los sistemas montañosos y los impactos medio ambientales y socio-políticos que introducen los parques eólicos.
El uso del molino de viento para el bombeo de agua es tradicional en el archipiélago cubano y en la actualidad hay instalados más de 8.000, de acuerdo con CUBASOLAR.
En junio último el investigador auxiliar del Centro de Física de la Atmósfera del Instituto de Meteorología, Alfredo Roque, presentó el Atlas Eólico de Cuba durante la XII Conferencia Mundial de Energía Eólica y Exposición de Energías Renovables, que reunió en La Habana a unos 500 especialistas de casi 40 naciones. El mapa no solo contiene los datos referidos a los sitios donde es factible emplazar futuros parques eólicos destinados a producir electricidad, sino también aquellos lugares en los cuales puedan instalarse molinos de viento para bombear agua con fines agrícolas o domésticos.
Con el concurso de la Agencia de Cooperación de Canadá, que propició la transferencia hacia Cuba de técnicas de medición del viento más apropiadas y otros medios, el proyecto fue desarrollado por investigadores del propio Centro de Física de la Atmósfera, con la colaboración de diferentes instituciones nacionales, y la empresa Environment Canadá.
El gobierno cubano evalúa ahora la instalación, en el centro y oriente de Cuba, y antes de 2020, de ocho nuevos parques eólicos capaces de generar en conjunto unos 280 megawatts (MW).
El director de Generación de Emergencia y Fuentes Renovables, Aleisly Valdés, detalló que seis de los nuevos emplazamientos tendrán una potencia de 30 MW y los otros dos de 50 MW.
Seis de esos parques eólicos se ubicarán en la región oriental del país, repartidos en tres en la localidad de Banes, en la provincia de Holguín; dos en Las Tunas, y uno en Camagüey.
Los otros dos se erigirán en el centro del país, uno en Ciego de Avila y el otro en Villa Clara.
Hasta la fecha, Cuba tiene en activo tres parques eólicos ubicados en Holguín, Ciego de Ávila y la Isla de la Juventud que aportan en conjunto al Sistema Electroenergético Nacional unos 11,70 MW.
A raíz de la crisis energética de 2004 y 2005, el gobierno cubano privilegió el uso y desarrollo de las fuentes renovables para la producción de electricidad y el ahorro de combustibles fósiles.