El parque eólica aportará alrededor del 7% de las energías renovables fijada como objetivo en Bélgica para el 2020 y ayudará a evitar la emisión de unas 415.000 toneladas anuales de CO2, que serían las liberadas por plantas térmicas generadoras tradicionales para producir la misma cantidad de electricidad. La empresa suiza ABB puso formalmente en servicio la conexión del parque eólico marino Thornton Bank en el Mar del Norte, que aportará una capacidad de 325 megavatios de energía eólica. El parque eólico Thornton Bank fue inaugurado por el Primer Ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, y agregará más de 1.000 gigavatios-hora (GWh) de energía eléctrica anuales a la red belga. Esto es equivalente al consumo de alrededor de 300.000 hogares. Thornton Bank se constituye ahora en uno de los mayores parques eólicos marinos de Europa, con una potencia total de 325 MW. El equipamiento de la subestación incluye dos transformadores de potencia, tableros de distribución, reactores de derivación, reactores de puesta a tierra y sistemas de protección y de control. El proyecto se inició en 2008, con una primera fase que consistió en la instalación de seis aerogeneradores con una capacidad total de 30 megavatios (MW), a 30 km de la costa belga. En 2009 las turbinas eólicas comenzaron a generar electricidad que ABB conectó temporariamente a la red terrestre. Se desarrollaron entonces las dos siguientes fases del proyecto, que implicaron la incorporación de otras 48 turbinas eólicas al parque, y la conexión permanente de todo el conjunto a la red. El trabajo fue entregado con antelación al plazo estipulado. Las turbinas entregan 33 kV de tensión, que son incrementados por los transformadores a 150 kV. Dos cables de 170 kV transfieren la energía desde la subestación hacia un punto de empalme en tierra. Desde allí, dos cables subterráneos –también de 170kV- conducen la energía a la subestación de Slijkens ubicada a unos 3 km tierra adentro, donde se integra a la red eléctrica general de Bélgica. Un sistema de cableado submarino, que consta de 60 km de cables de 36 kilovoltios (kV) conectan las turbinas eólicas con una subestación offshore ubicada en cercanía de las mismas. La subestación recoge y transmite la energía hacia la costa. Se trata de una gran estructura de cuatro cubiertas que pesa unas 2.000 toneladas.

Energías renovables: Navantia puja por la eólica marina de Iberdrola

REVE

Iberdrola adjudicará antes del verano el contrato para construir los ‘yakets’ o plataformas que soportarán las torres de los aerogeneradores.

La inversión del parque eólico Wikinger asciende a 1.600 millones de euros y el complejo, ubicado en el Mar Báltico, contará con 80 aerogeneradores eólicos.

Iberdrola adjudicará antes del verano un megacontrato eólico para construir las plataformas eólicas.

La participación de Navantia en proyectos eólicos marinos es una de las prioridades que figura en la agenda de trabajo de la dirección de la empresa.

La diversificación de los astilleros públicos hacia la logística que requieren las energías renovables no es un asunto nuevo.

Navantia inició en 2010 el camino hacia la diversificación de su producción para ampliar nuevas líneas de negocio distintas a la construcción naval.

Los ingenieros llevan más de tres años trabajando en el diseño y construcción de las plataformas necesarias para soportar las torres eólicas, así como en las subestaciones de alimentación.

Sin embargo, la compañía pública no ha logrado, de momento, meter la cabeza en este sector, aunque la primera prueba de fuego seria la tendrá la próxima primavera. Iberdrola se hizo el pasado 2010 con el contrato para desarrollar uno de los mayores parques eólicos de Europa, el denominado parque eólico ‘Wikinger’, en la región alemana de Sassnitz-Mukran, en el Mar Báltico.

El parque eólico tendrá una capacidad de 400 megavatios (MW) y será capaz de generar energía eléctrica suficiente como para dar suministro anualmente a 350.000 hogares alemanes.

Iberdrola prevé dotar a este complejo offshore de una tecnología de última generación, con turbinas de 150 metros de altura que se ubicarán a 30 kilómetros de la Isla de Rügen y cubrirán un área de 32 kilómetros cuadrados en el Mar Báltico.