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Una matriz eléctrica diversificada, con fuentes renovables y térmicas competitivas, es el camino para Chile, apuntó el ministro chileno de Energía, Jorge Bunster, al destacar la conveniencia de privilegiar las energías renovables.
Aclaró sin embargo que «atendida nuestra geografía, los efectos en el medioambiente y la escasa percepción de los beneficios para las regiones involucradas, muchas veces se generan posiciones contrarias en la ciudadanía».
Bunster abogó por generar un entendimiento transversal entre los distintos sectores del país, que posibilite «la construcción de las centrales de generación de base que el país necesita, conciliando sustentabilidad y competitividad, en un contexto de desarrollo armónico de las regiones».
El sector empresarial se ha quejado de que en el desarrollo de proyectos eléctricos hay «demasiada judicialización» porque los tribunales de las regiones los rechazan acogiendo los reclamos de los ciudadanos que se quejan de la posible contaminación de los proyectos hidroeléctricos o termoeléctricos.
Bunster explicó que «el planeta está transitando en la generación eléctrica desde la utilización de fuentes fósiles hacia energías renovables».
A su juicio, ese proceso «será nítido en el largo plazo, tanto por el avance tecnológico como por el compromiso de las economías más desarrolladas, y es evidente que tomará muchos años en desplegarse en todo su potencial, por lo que deberán coexistir varias décadas ambas fuentes en la matriz de los países».
Recordó que Chile carece de recursos relevantes de petróleo, carbón, gas natural, que son las fuentes convencionales más usadas en el mundo para la generación eléctrica y que en el país representan el 62 por ciento de la matriz de generación.
«Pero en Chile sí hay abundancia de agua en el sur, tenemos la radiación solar más alta del mundo en el norte, hay un excelente potencial para la energía eólica, la biomasa, la geotermia y, a futuro, la energía de los mares», resaltó el ministro.
A la fecha, en Chile las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) sólo representan seis por ciento de la energía producida, y mediante la Ley 20/25, promulgada en 2013, se impulsará su desarrollo, estableciendo una meta del 20 por ciento para 2025.
Esa legislación incorpora un mecanismo de licitaciones públicas anuales para bloques de ERNC, lo que contribuiría a avanzar hacia una menor dependencia del extranjero (hoy Chile importa el 72 por ciento de la energía primaria) y también hacia una matriz más limpia y sustentable.
Según el ministro, «las fuentes renovables de energía están lejos de los centros de consumo, por lo que requieren sistemas de transmisión y redes de distribución robustos y accesibles para conectar la oferta con la demanda».
Indicó que el gobierno ha impulsado la agenda de la Transmisión Eléctrica, a través de diversas iniciativas tramitadas en el Congreso, entre ellas, la licitación y adjudicación de la construcción de líneas troncales por unos 1.140 millones de dólares.
Además, están la Ley de Concesiones Eléctricas y Servidumbres, y la de interconexión entre sistemas eléctricos. «Ellas sentarán las bases para un desarrollo de las energías renovables en base a un uso responsable e inteligente de los recursos que el país posee, reforzando y ampliando los sistemas para transportar la energía», expuso. En opinión del funcionario, «el desafío es compatibilizar el desarrollo de fuentes de energía limpias y sustentables con la necesidad de mantenernos competitivos en cuanto a costos con los países con los que competimos para atraer inversión y para colocar nuestra oferta exportadora».